Stop the thief !

Había tenido que llevar una buena cantidad de mercancía a Wyvern, un par de naves de gran velocidad, unas cuantas maquinarias pesadas, la verdad es que si no fuera porque se trataba de una muy buena paga ni siquiera se encargaría de tomar ese trabajo, ni mucho menos llevaría toda esa gran cantidad de cosas a ese lugar, pues no le gustaba mucho tener que sacar el vehículo grande para las entregas, pues este era algo pesado de manejar, y en un lugar como esa enorme ciudad, tenía que ser muy especifica de que lugares transitaba, pues esa clase de naves de gran peso no estaban permitidas. Al menos había hecho lo mas fácil, que era entrar a la ciudad, después de 200 revisiones, miles de preguntas y tener que dar cientos de explicaciones sobre lo que estaba haciendo en ese lugar, al menos no tuvieron que hacer un cateo o algo por el estilo, porque de ser por eso, se molestaría mucho mas de lo que ya estaba en ese momento.

Aunque para su mala fortuna no encontraba un lugar, por lo que tuvo que llevar su vehículo a un lado del camino para detenerse y bajar, lamentablemente, el sistema de dirección no le indicaba con precisión hacía donde ir, por lo que tenía que bajar de este. Con trabajos y un poco de desgano lo hizo, sacudiendo un poco su traje, era un tanto gracioso que una chica tan fina como lo era ella bajara de ese enorme armatoste que mas parecía un compactador de basura. Avanzó un tanto por el lugar con el ceño un poco fruncido, intentando buscar algo que le ayudara, pero nada hasta ahora, cosa que hizo que se enojara un tanto, la gente era como si le ignorara, pues bueno, entonces iba a hacer algo para que no lo hicieran.

— Jodida gente ¿acaso no se dan cuenta que necesito preguntar algo? — Exclamó con un tono fuerte de voz, haciendo que todos los que iban caminando cerca entonces voltearan a su dirección y unos cuantos se acercaran, era común que algo así pasara, pues en una ciudad como esa, la mayoría de gente estaba enfocada en otras cosas, lo que compraban, lo que tenían que hacer, cosas por el estilo, pero ahora, que estaba recibiendo la atención que merecía, una enorme sonrisa se esbozó en sus labios, claro que le gustaba que le atendieran así, aunque para su mala fortuna, el hecho de que estuviera tan concentrada en eso hizo que le fuera imposible darse cuenta como una persona se colaba en su vehiculo y encendía este, comenzando a andar y alejarse del lugar, por un momento no se dio siquiera cuenta de esto, pero cuando lo hizo, lo primero que le vino a la mente fue pensar, ¿como carajos era que ese armatoste se movía así cuando ella no lo conducía?, aunque claro, ya cuando su cerebro reaccionó y descubrió que había otras prioridades, mejor decidió hacer lo lógico en esos casos. — DETENGAN A ESE LADRÓN !

De un modo u otro, había ido a parar a Wyvern. ¿Quién sabe? Podría encontrar algo interesante ahí para su colección. Nunca se sabía cuando un jugador o incluso un programa podía llevar algo interesante.

Se instaló en un punto alto de la ciudad, y mandó sus pequeñas arañas a espiar por ella mientras estaba allí. Fue así como se enteró de un gran vehículo que cargaba, entre otras cosas, con dos naves bastante llamativas. Con una sonrisa en el rostro se dirigió al lugar.

Justo a tiempo, pues la conductora del vehículo había bajado a pedir direcciones, y había llamado la atención de un grupo de gente alrededor. -- Es ahora o nunca ~ -- Susurró el virus, y avanzó entre la gente y de un salto estaba instalada en el gran vehículo, que no tardó en echar a andar para alejarse de allí.

Una enorme sonrisa de satisfacción se formó en sus labios cuando escuchó a la pelirroja gritar.

Ni llorar era bueno en ese momento, el vehículo empezaba a aumentar velocidad, para sorpresa de ella, por lo que intento correr con mas fuerza intentando ganar mas aceleración. El rostro lo volteaba de vez en cuando para ver si alguien mas se había unido a su misión de detener al ladrón, pero para su mala fortuna, estaba sola en eso, claro que aquello le molestaba y provocaba que diera un bufido, para su buena fortuna al ser un programa no se cansaba, ni mucho menos necesitaba cambiar su respiración, estaba en total tranquilidad, aunque aún estaba lejos de poder alcanzar a su vehículo.

— No me vas a ganar tan fácil — Decía mas para sus adentros que para alguien más, plantando con fuerza los pies en el suelo e inclinandose sin importar que aquella acción provocara que aumentara la distancia entre ella y su "presa". Esto lo había hecho para prepararse y hacer uso de su fuerza mayor para lanzarse con suma potencia en un impulso hacía este vehículo en movimiento, acortando la distancia que había antes aumentado. — Te lo dije — Logró alcanzar a treparse por una de las altas y anchas defensas, sujetando las manos en unas agarraderas de seguridad, sosteniendose con fuerza para evitar caer, ahora quedaba moverse adelante y buscar el panel de emergencia.

Mala era su suerte, pues ese problema lo hubiera podido evitar si no hubiera sido tan precavida como para poner una aplicación que se encargaría de bloquear habilidades como la suya, si, ahora que lo pensaba, esa no hubiera sido la mejor idea del mundo.

Al ver por el espejo retrovisor, se sorprendió levemente al ver a la pelirroja corriendo tras el camión. Sola. Se alzó de hombros y continuó conduciendo, aumentando la presión que ejercía sobre el acelerador para así ir más rápido. No podía seguirla para siempre. ¿O sí?

.... Ok. Al parecer si podía. -- ¡¿Es qué acaso no se cansa?! -- Exclamó dentro de la cabina del vehículo, y entonces lo comprendió. Debía ser un programa, era la única forma en la que podría correr así y lucir tan tranquila mientras lo hacía. -- Tsk. -- Volvió a mirar por el espejo, pero ya no la vio. -- ¿Dónde ... ? -- No alcanzó a terminar la pregunta cuando oyó ruidos. ¿Acaso estaba sobre el camión?

No había mucho que pudiera hacer, dada su posición, por lo que volvió a producir sus pequeñas arañas, que salían desde abajo de sus mangas y bajaban por sus manos, y las envió a investigar. Las pequeñas criaturas no tardaron en encontrar a la joven, revelando así su posición al virus, aunque no pudieron hacer mucho más que saltar a la cara de la chica, pues no eran realmente dañinas.

Aferrando las manos a las agarraderas del vehiculo, se fue desplazando poco a poco, aunque para su sorpresa, de pronto fue atacada por unos cuantos seres, por lo que se sacudió un poco producto de esto intentando que las arañas se soltaran de su rostro, aunque esto le costaba un poco por lo que opto por usar una de las manos para sacudir el rostro y retirar estas. — Como odio las arañas — La ceja derecha se podía ver como estaba teniendo un leve tic producto del asco que sentía por el que aquellos animales estuvieran sobre su rostro y cuerpo, incluso se tomó un momento para con la mirada revisar si alguna de estas habían subido a su cuerpo, aunque para su suerte, no había pasado esto.

Continuó avanzando un poco mas hasta que las agarraderas laterales se terminaron y solo quedaba el ir hacía arriba, fue subiendo hasta el techo con un poco de trabajo y se sujeto como podía, gracias a la estructura del vehiculo podía hacer aquello pues contaba con varios bordes que le permitían poder sujetarse hasta que por fin logró llegar a donde estaba el panel de emergencia, abriendo este con la mano y colocando el código de seguridad, haciendo que el transporte parara casi en seco y bloqueara las capacidades del conductor.

Ahora que estaba detenido el vehiculo, se movió sobre el techo hasta llegar a la cabina, golpeteando esta con la planta del pie. — Sal de ahi ladrón — Cada vez golpeaba con mas fuerza hasta que de un salto bajaba de la cabina y aterrizaba frente al vehiculo, observando para esperar que el ladrón saliera de tal lugar, obviamente, se las iba a tener que ver con ella por lo que había hecho, nadie le robaba y menos aún hacía que ese armatoste se moviera tan rápido sin decirle como.

Como suponía, las pequeñas criaturas no hicieron demasiado más que distraer al programa por algunos segundos, y gracias a una pequeña rezagada supo que la pelirroja había logrado llegar al techo del vehículo.

No alcanzó a pensar en algún curso de acción, cuando el vehículo se detuvo en seco, provocando que su cabeza chocara con el volante y le diera un mareo bastante grande. Aquello le impidió reaccionar a los golpes que escuchaba sobre la cabina, y para cuando pudo volver a enfocar bien la vista, la dueña del vehículo estaba de pie frente a éste, claramente esperando.

Por un segundo pensó en acelerar y pasarle por encima, pero por la forma en que se había detenido el camión supuso que había bloqueado los mandos del conductor de alguna manera. Tragó saliva y abrió la puerta de golpe, llegando al suelo de un salto y comenzando a correr en dirección contraria a la pelirroja. Ahí tenía su camión, no iba a perseguirla ya que lo había recuperado. ¿O sí?

Espero por un momento, ya empezando a ponerse un tanto desesperada por el que no saliera la persona que le había robado, golpeteando la punta del pie contra el asfalto por un breve instante, hasta que la puerta se abría dejando ver a quien se había encargado de tener la indecencia de robar su vehiculo, seguro que ahora ella se rendiría.

Estaba mas que equivocada al pensar eso pues apenas tuvo la oportunidad, escapaba pro el lado contrario. — ¿A donde crees que vas a ir? — Materializándose entre sus manos un par de pistolas de energía, las cuales apuntaba en dirección de la ladrona, comenzando a disparar en su dirección, viendose como de los cañones del arma escapaban rayos azulados que al impactar el suelo creaban un pequeño cráter, estas eran sus pequeños bebes los cuales solo sacaba en casos especiales y el hecho de que alguien haya cometido el error de robarle, era suficiente para provocar su rabia.

— No te la voy a dejar tan fácil — Sin quedarse quieta empezaba a moverse a buena velocidad en dirección de la chica de cabello negro, continuando con los disparos contra esta, aunque por la carrera que estaba realizando no podía mantener una buena puntería, soltando los disparos que quedaban a unos cuantos pasos de donde ella iba pasando, al menos tenía la seguridad de que no iban a robar su vehiculo de nuevo, pero no iba a dejar que la ladrona se fuera impune.

Spoiler:

La pequeña ladrona estaba muy equivocada en su manera de pensar, lo que solo notó cuando un rayo de energía azulado cayó muy cerca de donde iba. Apenas se volteó y vio a la pelirroja corriendo tras ella. ¿Pero qué--?

Oh, claro. Había bloqueado el camión. Nadie se lo iba a robar ahora. Se regañó mentalmente por no pensar en ello antes mientras aumentaba la velocidad de su carrera. Quería ganar distancia al menos, pues sabía ahora que no había manera de cansar a la otra.

No tuvo mucho tiempo para pensar, pues uno de los disparos cayó frente a ella justo en el momento en que iba a apoyar el pie en el suelo, y el cráter que dejó el rayo tras de si le hizo caer de cara al piso. Se quejó ruidosamente una sola vez mientras se llevaba una mano a la nariz y trataba de levantarse torpemente antes de que su perseguidora la alcanzara.

Uno de los disparos al azar habían funcionado, había creado un daño en el suelo, suficiente para que la chica tropezara, por lo que sin mas, se impulsaba con fuerza en los tobillos y con un movimiento casi de una gimnasta se termino aterrizando de rodillas sobre la espalda de la mujer, ejerciendo peso sobre el cuerpo de esta para impedir que se pudiera levantar.

— Vamos criminal, no voy a tener piedad contigo — Aprovechando que aún tenía el cañon puesto en su mano derecha, apuntaba este directo hacía la cabeza de esta, notandose en su expresión como ya se encontraba bastante molesta por el hecho de que se haya atrevido a robar su vehiculo antes, no bajando en ningún momento el brazo, esperando cualquier reacción de su parte.

Recordando que seguía en una persecución, atentó a levantarse, pero en ese momento sintió un repentino peso sobre su espalda, presionándola contra el suelo. Se quejó nuevamente y apenas logró girar el cuello para ver el cañón de un arma apuntando directamente a su cabeza, y el cabello rojo de la chica detrás de éste.

El miedo le paraliza por unos segundos, pero rápidamente recobró la compostura. Bueno, en parte. -- ¡Déjame en paz! ¡Ya tienes tu estúpido camión ahora déjame ir! -- Comenzó a quejarse como haría una niña pequeña, moviendo piernas y brazos en lo que parecía más una pataleta que un intento de huida.

Notando la actitud que tomaba la chica, solo emitía un suspiro bastante profundo, parecía ser que era una nena pequeña que no sabía lo que estaba haciendo, esto obviamente provocó que frunciera el entrecejo debido a la molestia que era para ella estar teniendo que aguantar a una persona como ella, mas aún que esta se tratara de la misma que robo su vehículo, una cuestión que no le daba el mayor orgullo posible, mucho menos después de ver quien era la "hábil" ladrona.

Resignada dejo salir aire por los labios dirigiendo este hacía arriba meciendo un poco su cabellera rojiza, ladeando la cabeza. — Bien bien, sere buena esta vez — Iba levantando el cuerpo hasta ponerse de pie.

Una vez que ya estaba totalmente levantada bajaba del cuerpo de la chica de cabellos oscuros para girar el cuerpo y comenzar a caminar en dirección de su vehículo de nueva cuenta, aún tenía que hacer encargos en el resto del día y no tenía mucho tiempo que perder, por eso considero que no era necesario seguir con aquella situación.

Con un movimiento de la mano izquierda hacía que su brazo cambiara de nuevo, desapareciendo la forma del cañon entre algunos cuantos brillos rectangulares de energia naranja que se desintegraban al tocar con el suelo, si, no iba a seguir gastando su tiempo, aunque, quizá estaba cometiendo un grave error al darle la espalda a una persona que ya le había robado una vez.