Have A Drink With Me
Have A Drink With Me
- ¡Otra! - exclamó con alegría mientras golpeaba con su copa la barra del bar. Empezaba a ver algo borroso, pero ¿cómo no festejar su regreso a su "tierra natal" con una buena botella sake? No era como si hubiera estado mucho tiempo fuera de ella, pero aún así ¡valía la pena algo de celebración! Había extrañado sus grandes montañas y sus extensos bosques y prados. Sus ríos y sembradíos también.
Era difícil de pensar que una chica como ella se sintiera en casa en un lugar como ése.
Muchos siempre la habían considerado -sobretodo los chicos- una chica fiestera, siempre yendo de un centro nocturno a otro, solo saliendo de ellos para ir tras el delicioso olor de la batalla, acabando con enemigos por igual. Y puede que no estuvieran muy equivocados, pero si había algo a lo que la música a todo volumen y enfrentarse a un enemigo formidable no se podían comparar, era a un hermoso día bajo los frondosos árboles de Tengoku, acompañados de una deliciosa copa de té -o tal vez de sake, todo dependía del día-.
Ese día en especial había sido algo caluroso, por lo que no iba con su típica vestimenta, sino en un kimono blanco, decorado con flores de sakura, y un par de sandalias. El verano siempre llegaba temprano en esa región. ¿Y que otra manera de alejar el calor que una buena ronda de alcohol?
Había buscado su lugar favorito para tomar, un bar bastante elegante para la región, pero sin salir del tema japonés que la regía, con un hermoso patio en la parte de atrás, lleno de bancas donde se podía tomar sin que nadie lo molestara. Y aunque el calor era suficiente como para estirar las piernas en el patio trasero, esa tarde había decidido acompañar al bartender con su esplendorosa personalidad. Además, era bastante molesto esperar a que los camareros fueran a rellenar tu copa si decidía estar al aire libre. ¡Era mucho mejor no alejarse de la barra, donde su copa no estaría mucho tiempo sin estar vacía!
Iba en su quinta ronda, esperando a que el lindo bartender se acercara a llenar su vaso, cuando una presencia extraña la hizo erguirse de un salto. No era extraño toparse con ese tipo de presencias en esa región, después de todo Tengoku era famoso por poderosos warriors o assassins. Pero algo era diferente en ésa persona. No sabía como, pero podía sentirlo.
Tomó su copa recién rellenada, y la tomó a sorbos. La puerta del estaba justamente a sus espaldas, y con algo de suerte si miraba disimuladamente, podría ver de quien se trataba.
Era difícil de pensar que una chica como ella se sintiera en casa en un lugar como ése.
Muchos siempre la habían considerado -sobretodo los chicos- una chica fiestera, siempre yendo de un centro nocturno a otro, solo saliendo de ellos para ir tras el delicioso olor de la batalla, acabando con enemigos por igual. Y puede que no estuvieran muy equivocados, pero si había algo a lo que la música a todo volumen y enfrentarse a un enemigo formidable no se podían comparar, era a un hermoso día bajo los frondosos árboles de Tengoku, acompañados de una deliciosa copa de té -o tal vez de sake, todo dependía del día-.
Ese día en especial había sido algo caluroso, por lo que no iba con su típica vestimenta, sino en un kimono blanco, decorado con flores de sakura, y un par de sandalias. El verano siempre llegaba temprano en esa región. ¿Y que otra manera de alejar el calor que una buena ronda de alcohol?
Había buscado su lugar favorito para tomar, un bar bastante elegante para la región, pero sin salir del tema japonés que la regía, con un hermoso patio en la parte de atrás, lleno de bancas donde se podía tomar sin que nadie lo molestara. Y aunque el calor era suficiente como para estirar las piernas en el patio trasero, esa tarde había decidido acompañar al bartender con su esplendorosa personalidad. Además, era bastante molesto esperar a que los camareros fueran a rellenar tu copa si decidía estar al aire libre. ¡Era mucho mejor no alejarse de la barra, donde su copa no estaría mucho tiempo sin estar vacía!
Iba en su quinta ronda, esperando a que el lindo bartender se acercara a llenar su vaso, cuando una presencia extraña la hizo erguirse de un salto. No era extraño toparse con ese tipo de presencias en esa región, después de todo Tengoku era famoso por poderosos warriors o assassins. Pero algo era diferente en ésa persona. No sabía como, pero podía sentirlo.
Tomó su copa recién rellenada, y la tomó a sorbos. La puerta del estaba justamente a sus espaldas, y con algo de suerte si miraba disimuladamente, podría ver de quien se trataba.
Invitado- Invitado
Re: Have A Drink With Me
Hacía mucho que no iba a tomar un buen descanso en Tengoku, uno de sus lugares predilectos de todo aeon, aunque muchas veces tenía que llegar a ese lugar a pelear, pues había montón de gente que solo iba a esa ciudad a solo comenzar a pelear, sea con quien fuera solo para ganar experiencia, obtener items y claro, tener un tanto de fama si llegaban a vencer a un jugador reconocido, para su buena fortuna, no había mucho de que preocuparse por el momento, en el tiempo que había llegado ahí no tuvo ninguna molestia, tanto que logró ir hacía uno de los bares mas reconocidos que había, uno de sus favoritos cuando tenía la oportunidad de tocar esas tierras.
Estaba un tanto fuera de lugar en ese bar, la mayoría estaba vistiendo con típicas ropas japonesas, pero por su parte, se mantenía con su chaqueta, pantalones de mezclilla y camiseta de color negro con un diseño rojo que decía " Release" y una swastica, esto claro hizo que varía gente volteara en su dirección y empezara a musitar, cosa que le tuvo sin cuidado alguno, pues ellos se acallaban al ver lo que colgaba de su cintura, el cual era el mango de Sylvia, por lo que sabían que era mejor ir con cuidado antes de buscar pelea con el. Llegó a su lugar y tomó asiento con toda tranquilidad en el suelo, notandose como conocía los modales orientales a la hora de tomar asiento, cosa que hizo que la joven programa que le atendía le sonriera amablemente.
— Sake y tu compañia — Terminó esta palabra dirigiendo la vista al programa femenino que le atendía, una chica de apariencia joven vistiendo con un kimono oscuro, la cual se mostró un tanto apenada por la invitación que hizo el jugador, aunque solo pudo negar, alegando que eso no era posible ya que no estaba en su naturaleza el acompañar de ese modo a los clientes. — Vaya que tengo mala suerte — Pasó una mano por su propio cabello y suspiro profusamente, esperando a que le trajeran su bebida, mirando entonces a su alrededor, no había nada que llamará su atención... bueno, hasta que vio una rubia que estaba cerca de la barra, claro, llamando su atención, mas, al ver hacía ella pudo notar que un sujeto parecía estarse acercando a ella, sujetando una daga en la mano derecha.
Sin perder tiempo, con un salto rápido se colocaba de pie y con una mano sujetaba el mango de Sylvia, activando esta, haciendo que el cilindro de luz se activara, moviéndose con un desliz rápido hasta donde estaba el sujeto, apuntando directo hacía la nuca del sujeto el filo de su arma, haciendo que quedara completamente quieto, a unos pasos de llegar hacía la rubia. — ¿ Acaso no te enseñaron buenos modales, cabrón? —El sujeto se mostraba un tanto molesto, pero a pesar de la amenaza, se movía un poco, haciendo que aquel hombre de la chaqueta rojiza se moviera y diera un tajo directo sobra la cabeza antes que hiciera un movimiento provocando el game over en aquel jugador, cuya figura desaparecía entre algunos brillos y figuras rectangulares, no esperaba el agradecimiento de la rubia, pero, por lo que había hecho, sentía que fue un grave error, porque quizá, tal vez quizá, el tipo no venía solo.
Estaba un tanto fuera de lugar en ese bar, la mayoría estaba vistiendo con típicas ropas japonesas, pero por su parte, se mantenía con su chaqueta, pantalones de mezclilla y camiseta de color negro con un diseño rojo que decía " Release" y una swastica, esto claro hizo que varía gente volteara en su dirección y empezara a musitar, cosa que le tuvo sin cuidado alguno, pues ellos se acallaban al ver lo que colgaba de su cintura, el cual era el mango de Sylvia, por lo que sabían que era mejor ir con cuidado antes de buscar pelea con el. Llegó a su lugar y tomó asiento con toda tranquilidad en el suelo, notandose como conocía los modales orientales a la hora de tomar asiento, cosa que hizo que la joven programa que le atendía le sonriera amablemente.
— Sake y tu compañia — Terminó esta palabra dirigiendo la vista al programa femenino que le atendía, una chica de apariencia joven vistiendo con un kimono oscuro, la cual se mostró un tanto apenada por la invitación que hizo el jugador, aunque solo pudo negar, alegando que eso no era posible ya que no estaba en su naturaleza el acompañar de ese modo a los clientes. — Vaya que tengo mala suerte — Pasó una mano por su propio cabello y suspiro profusamente, esperando a que le trajeran su bebida, mirando entonces a su alrededor, no había nada que llamará su atención... bueno, hasta que vio una rubia que estaba cerca de la barra, claro, llamando su atención, mas, al ver hacía ella pudo notar que un sujeto parecía estarse acercando a ella, sujetando una daga en la mano derecha.
Sin perder tiempo, con un salto rápido se colocaba de pie y con una mano sujetaba el mango de Sylvia, activando esta, haciendo que el cilindro de luz se activara, moviéndose con un desliz rápido hasta donde estaba el sujeto, apuntando directo hacía la nuca del sujeto el filo de su arma, haciendo que quedara completamente quieto, a unos pasos de llegar hacía la rubia. — ¿ Acaso no te enseñaron buenos modales, cabrón? —El sujeto se mostraba un tanto molesto, pero a pesar de la amenaza, se movía un poco, haciendo que aquel hombre de la chaqueta rojiza se moviera y diera un tajo directo sobra la cabeza antes que hiciera un movimiento provocando el game over en aquel jugador, cuya figura desaparecía entre algunos brillos y figuras rectangulares, no esperaba el agradecimiento de la rubia, pero, por lo que había hecho, sentía que fue un grave error, porque quizá, tal vez quizá, el tipo no venía solo.
Brooklyn Redgrave- Player
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Re: Have A Drink With Me
Sonrió con genuina diversión al observar sobre su hombro a tan peculiar chico entrar al bar. Pudo saber que se trataba de un jugador de clase warrior o knight, incluso antes de vislumbrar su arma, colgada firmemente de su cintura. Era esa forma de caminar y de moverse la que lo delataban en seguida. No había nada extraordinario en ello, pero como warrior podía darse cuenta aún sin nada que lo delatara. Pero eso no había sido lo que llamó su atención.
Dando otro sorbo a su bebida, soltó un ligero sonido de diversión al ver como el otro player trataba de coquetear con la camarera y como era rechazado por la misma, la cual estaba apenada por la propuesta. Siempre le habían causado cierta diversión ese tipo de escenas, más cuando ella estaba involucrada de cierta manera. Volvió a sonreír sin nada de discreción, cuando lo notó.
Alguien la había estado siguiendo. Y al parecer no le molestaba romper las reglas del pvp.
Sin molestarse en parecer alerta y dando otro trago a su bebida, deslizó una de sus dagas por debajo de su kimono, esperando a que se acercara... lo cual nunca llegó a pasar. Para su sorpresa, el recién llegado ya se había levantado de su asiento y se encontraba justo detrás de su perseguidor, con espada en mano, el cual encontró su Game Over al tratar de moverse tal vez para escapar.
- ...Wow -soltó con un tono mezclado de diversión y sorpresa. Disimuladamente volvió a guardar su arma bajo el kimono y se levantó de su asiento para acercarse al otro player, aún con su copa en mano. - Domo arigatou, extraño -dijo con una ligera reverencia y una sonrisa. Podría ser que no hubiera necesitado el rescate, pero no era lo suficientemente ingrata u orgullosa para no agradecer cuando se le ayudaba, especialmente si su benefactor era un completo extraño. - Aunque debo de decir que eso fue una sorpresa! No cualquier otro jugador arriesga su cuello por una extraña -dijo con una ligera risita, vaciando de un solo trago lo poco que quedaba en su vaso y colocándolo sobre la barra- Y mucho menos en estas partes de Aeon -agregó con una amplia sonrisa gatuna, escaneando con la mirada el resto del bar.
Por supuesto, la muerte de su asesino ya había causado una conmoción en la demás clientela del lugar, la cual ahora estaba más que en pánico. Algunas personas ya se habían retirado corriendo y gritando del establecimiento, mientras que otras solo los miraban con terror en sus ojos. No le sorprendía, no era natural que ese tipo de peleas llegaran a lugares bonito y con clase como ése.
Soltó un largo suspiro. Estaba segura que jamás la volverían a aceptar en ese lugar. Pero bueno, ¡así es la vida! Tal vez después se pasara por ahí y dejara un poco de dinero al dueño por si las dudas. Pasó saliva. ...deberás esperaba que eso no llegara a pasar.
Dandole la espalda a su aún desconocido benefactor, le sonrió sobre su hombro - ¿Te parece si nos largamos de aquí? Presiento que esto no se pondrá nada bonito- y sin esperar a oír su respuesta, salió disparada del lugar. No había reconocido al sujeto que había tratado de matarla, pero algo le decía que no sería el último ese día. Y lo ultimo que quería era que la culparan de más peleas que evitaran dejarla beber en su bar preferido.
Dando otro sorbo a su bebida, soltó un ligero sonido de diversión al ver como el otro player trataba de coquetear con la camarera y como era rechazado por la misma, la cual estaba apenada por la propuesta. Siempre le habían causado cierta diversión ese tipo de escenas, más cuando ella estaba involucrada de cierta manera. Volvió a sonreír sin nada de discreción, cuando lo notó.
Alguien la había estado siguiendo. Y al parecer no le molestaba romper las reglas del pvp.
Sin molestarse en parecer alerta y dando otro trago a su bebida, deslizó una de sus dagas por debajo de su kimono, esperando a que se acercara... lo cual nunca llegó a pasar. Para su sorpresa, el recién llegado ya se había levantado de su asiento y se encontraba justo detrás de su perseguidor, con espada en mano, el cual encontró su Game Over al tratar de moverse tal vez para escapar.
- ...Wow -soltó con un tono mezclado de diversión y sorpresa. Disimuladamente volvió a guardar su arma bajo el kimono y se levantó de su asiento para acercarse al otro player, aún con su copa en mano. - Domo arigatou, extraño -dijo con una ligera reverencia y una sonrisa. Podría ser que no hubiera necesitado el rescate, pero no era lo suficientemente ingrata u orgullosa para no agradecer cuando se le ayudaba, especialmente si su benefactor era un completo extraño. - Aunque debo de decir que eso fue una sorpresa! No cualquier otro jugador arriesga su cuello por una extraña -dijo con una ligera risita, vaciando de un solo trago lo poco que quedaba en su vaso y colocándolo sobre la barra- Y mucho menos en estas partes de Aeon -agregó con una amplia sonrisa gatuna, escaneando con la mirada el resto del bar.
Por supuesto, la muerte de su asesino ya había causado una conmoción en la demás clientela del lugar, la cual ahora estaba más que en pánico. Algunas personas ya se habían retirado corriendo y gritando del establecimiento, mientras que otras solo los miraban con terror en sus ojos. No le sorprendía, no era natural que ese tipo de peleas llegaran a lugares bonito y con clase como ése.
Soltó un largo suspiro. Estaba segura que jamás la volverían a aceptar en ese lugar. Pero bueno, ¡así es la vida! Tal vez después se pasara por ahí y dejara un poco de dinero al dueño por si las dudas. Pasó saliva. ...deberás esperaba que eso no llegara a pasar.
Dandole la espalda a su aún desconocido benefactor, le sonrió sobre su hombro - ¿Te parece si nos largamos de aquí? Presiento que esto no se pondrá nada bonito- y sin esperar a oír su respuesta, salió disparada del lugar. No había reconocido al sujeto que había tratado de matarla, pero algo le decía que no sería el último ese día. Y lo ultimo que quería era que la culparan de más peleas que evitaran dejarla beber en su bar preferido.
Invitado- Invitado
Re: Have A Drink With Me
Al menos la situación no empeoro en ese entonces, ahora solo la gente estaba algo asustada por lo que había pasado y se retiraba, pero no parecía que buscaran pleito o algo por el estilo, esto por lo menos hizo que diera un suspiro de tranquilidad, por lo que bajo su arma, desactivando esta y de nuevo la dejaba colgando de su cinturón, viendo hacía las acciones de la rubia, apreciando como parecía ser que ella se iba a retirar por lo que se guardo las palabras que iba a decir anteriormente en respuesta al agradecimiento que le había dado. Miro entonces a su alrededor y vio a los encargados del bar, parecía ser que no estaban sorprendidos por eso, después de todo se trataba de un bar en un lugar con pvp, por lo que seguro que eran comunes las batallas y que los personajes fueran eliminados en tal lugar, por problemas, o porque habían intentos de asesinatos como el de ahora, bueno, al menos no se tendría que preocupar de no poder regresar a tal lugar.
Cuando volvió su mirada hacía la chica, vio como esta ya estaba emprendiendo la retirada, por lo que camino detrás suyo, aunque hubiera escuchado su voz, no esperaba que emprendieran la retirada tan de pronto, aunque ya que estaban "huyendo juntos" pudo ahora si hablar sobre lo que antes guardo. — ¿Que puedo decir? Tengo debilidad por las chicas en kimono — Claro que esto lo decía con un tono completo de broma, a pesar de que no era tanta mentira. — Igual no me agradan mucho que ataquen de esa manera, por eso le pague con la misma moneda — Encogió un tanto de hombros, no era muy adepto a las acciones de los Assassin, especialmente cuando se trataban de situaciones tan faltas de honor como era atacar de manera sorpresiva mientras otra persona se encontraba disfrutando una bebida, después de todo, había elegido ser un Knight por detalles como esos, en que el honor contaba, bastante.
— Supongo que tendremos que esperar mas de tu fanclub ¿no? — Y se supone que el era el famoso, pero nunca había llegado a una situación como esa en la que un asesino había intentado atentar contra su vida dentro del juego, pero mas importante, ahora tendrían que cuidarse la espalda los dos, dudaba mucho que un asesino fuera solo a hacer el trabajo, seguro habrían muchos mas que buscaran acabar con la rubia, aunque ¿por que querrían eso?.
Cuando volvió su mirada hacía la chica, vio como esta ya estaba emprendiendo la retirada, por lo que camino detrás suyo, aunque hubiera escuchado su voz, no esperaba que emprendieran la retirada tan de pronto, aunque ya que estaban "huyendo juntos" pudo ahora si hablar sobre lo que antes guardo. — ¿Que puedo decir? Tengo debilidad por las chicas en kimono — Claro que esto lo decía con un tono completo de broma, a pesar de que no era tanta mentira. — Igual no me agradan mucho que ataquen de esa manera, por eso le pague con la misma moneda — Encogió un tanto de hombros, no era muy adepto a las acciones de los Assassin, especialmente cuando se trataban de situaciones tan faltas de honor como era atacar de manera sorpresiva mientras otra persona se encontraba disfrutando una bebida, después de todo, había elegido ser un Knight por detalles como esos, en que el honor contaba, bastante.
— Supongo que tendremos que esperar mas de tu fanclub ¿no? — Y se supone que el era el famoso, pero nunca había llegado a una situación como esa en la que un asesino había intentado atentar contra su vida dentro del juego, pero mas importante, ahora tendrían que cuidarse la espalda los dos, dudaba mucho que un asesino fuera solo a hacer el trabajo, seguro habrían muchos mas que buscaran acabar con la rubia, aunque ¿por que querrían eso?.
Brooklyn Redgrave- Player
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