[-Gimme a Hand?-]
[-Gimme a Hand?-]
Era tarde, era casi de noche espera... Era de noche! el tiempo volaba cuando uno se encontraba en una ciudad que.Bueno Que no conocía muy bien. Aun con su saco, su vestimenta abrigada y aun así tenia frió... Ese lugar no era para Jayce, definitivamente ese lugar o era para el. No conocía mucho del lugar y lo que conocía era por que.. Por que era un programa y se supone que tenia conocimientos amplios sobre todo en Aeon. Pero Jayce nunca fue uno de esos "Buenos programas" de hecho a veces parecía un tipo mas, un jugador mas no había diferencias con el hasta a veces a los demás programas se les olvidaba que Jayce era de los suyos ¡Vamos! ¡a veces Jayce se olvidaba que el lo era! Pero en ese momento, cargando uno valla a saber cuantas partes de su "Proyecto" a sus espaldas, No importa nada mas que "Jayce sigue moviéndote, no te quedes quieto o te congelas." O al menos era lo lógico de pensar de ese lugar en el que estaba, pues a decir verdad Jayce nunca fue de esos sujetos que se llevaban bien con el frió. Prefería el cálido a lo congelado pero ¿acaso importaba? quizas solo estaba tan quejoso por estar cargando esa caja de metal en ese carrito industrial, parecía un mono de la era pasada al estar haciendo eso en vez de estar utilizando los métodos modernos de transporte.
Y no es por que lo fuera solo que a veces era un "Confió mas en la forma clásica" ademas de que no tenia tiempo para andarse preparando con carritos que volaban o transporte instantáneo eso era para las personas con dinero.. Dinero que Jayce no era.. No tenia exactamente mucho para eso. Ademas irónicamente el núcleo tanto como el del Mercury como el Núcleo que tenia dentro de la caja de metal hacían fallar los aparatos electrónicos cercanos, Pero el hecho es que ahora mismo a pesar de ya estar dentro de esa... ¿Ciudad? si era una ciudad pero a veces se sentía como una maquina grande llena de tecnología, ciertamente eso era algo bueno pero en cierto punto le hacia sentirse raro estar en un lugar así y se decía una vez mas a si mismo que este no era un lugar para el. Como fuera el no estaba en ese lugar para sentirse cómodo o no- Azula.. ¿Estamos lejos? - Pregunto sin dudar un segundo pues comenzaba este viaje a hacerse mas largo de lo que el esperaba que fuera y el frio lo hacia un poco molesto quizas para el. -No, cálculos aproximados 1.52 kilometros. de distancia al objetivo.- Entonces suspiro casi como si estuviera fastidiado pero era normal que se cansara de un lugar como ese, al menos esa distancia no era tan grande y no era momento para andar de quejoso.
Al escuchar a Azula pensó en que seria mejor luego cambiar el formato de la voz, a pesar de sonar femenina y bien cuadrada aun le molestaba que tomara pausas para cada palabra, le hacían sonar demasiado artificial y robotica a pesar de que después de todo eso fuera. Pero quizas se estaba comenzando a obsesionar con mejorarla mas de lo necesario, después de todo ahí estaba bien. Era una inteligencia artificial completa pero.. ¿Por que mejorarla? pues.. Para que sea mejor. Sea lo que sea lo que pasaba ahora por la cabeza de Jayce, parecía ser tonto pero es que el frió parecía congelarle los pensamientos. Pero al menos ya estaba cerca del lugar o al menos eso pensó al ver que había llegado a "Eureka" era el taller o al menos eso pensó que era, arrastro el carrito los últimos metros hasta la entrada casi feliz de saber que había llegado a lugar, curioso que tardara tanto pero es que el frió... Ese frió lo Odiaba. Pero es que según los analizis de Azula era la mujer que ahí trabajaba la única capaz para ayudarle con su proyecto, o al menos eso esperaba Jayce quien ahora en la puerta del taller golpeo con su mano derecha un par de veces. -Espero que tus cálculos sean buenos.. Un viaje aquí y que sea para nada y te desprogramo..- Claramente se refería a su acompañante electrónica, quien al no saber como contestar a algo así simplemente guardaría el silencio y solo esperase pacientemente al igual que Jayce a que alguien llegara a abrir esa puerta, es que hacia frió afuera y no queria esperar mucho ahi.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Spitfire yacía en su taller de Wyvern, Eureka, disfrutando de un buen cigarrillo y escuchando música jazz de un grupo cuya cantante poseía una voz demasiado dulce y angelical. El estero negro desgastado que había conseguido en la chatarra de Pallasuz, era de aquellos que utilizaban casetes. Como se encontraba reparando manualmente un Volvo S60 color azul, sin tener que utilizar su tecnopatía (aunque a través de esta ya poseía el conocimiento de qué andaba mal), sudaba por montones a pesar del frío que regía el exterior de su taller. Un aficionado de las carreras había recreado, gracias a otro mechanic que Spitfire no poseía conocimiento alguno, a dicho carro. Ahora, por una competencia simplona en Neon Cayon bastante arriesgada y para rookies, algo se averió en su pequeño, como lo llamó el cliente.
Pasó un mechón violeta por detrás de su oreja derecha, para luego limpiarse el sudor de la frente con el antebrazo zurdo. Era una ágil mecánica, pero estaba claro que la falla en ese Volvo no iba a arreglarse en una sola noche. Lanzó al suelo la llave que utilizaba, mientras se tiraba bocarriba, disfrutando de su cigarrillo. La soledad siempre le ajustaba el alma y los ánimos, porque relacionarse con la gente le despertaba irritación en muchas ocasiones, y es que ellos siempre traían problemas. Observar el techo metálico de su taller, junto al sereno humo de cigarro y la exquisita música relajada, le causaba un efecto tranquilizador a su alma férrea.
Estaba a punto de cerrar los ojos, echar una siesta y olvidarse de todo, cuando el noc, noc en la puerta principal de su taller le avispó. Se levantó lentamente, preguntándose quién podría ser a estas horas. Claro, cualquiera iba a buscarle en Wyvern, más aún si las letras en neón de Eureka se encontraban encendidas, una clara señal de que el taller estaba abierto. Rascándose la cabeza, avanzó hacia la entrada y abrió la puerta. Sus ojos marinos, penetrantes y afilados, se encontraron con el rostro de un hombre de unos 28 años (o eso consideró ella que él tenía). Spitfire le observó fijamente, a la par que atrapa el cigarrillo entre los dedos índice y medio de la manera diestra, alejándolo, y soltaba el humo blanquecino —¿A qué viene? —seca. ni siquiera un saludo. Nada. Sabía que ese hombre venía por negocios, o eso quería creer.
Pasó un mechón violeta por detrás de su oreja derecha, para luego limpiarse el sudor de la frente con el antebrazo zurdo. Era una ágil mecánica, pero estaba claro que la falla en ese Volvo no iba a arreglarse en una sola noche. Lanzó al suelo la llave que utilizaba, mientras se tiraba bocarriba, disfrutando de su cigarrillo. La soledad siempre le ajustaba el alma y los ánimos, porque relacionarse con la gente le despertaba irritación en muchas ocasiones, y es que ellos siempre traían problemas. Observar el techo metálico de su taller, junto al sereno humo de cigarro y la exquisita música relajada, le causaba un efecto tranquilizador a su alma férrea.
Estaba a punto de cerrar los ojos, echar una siesta y olvidarse de todo, cuando el noc, noc en la puerta principal de su taller le avispó. Se levantó lentamente, preguntándose quién podría ser a estas horas. Claro, cualquiera iba a buscarle en Wyvern, más aún si las letras en neón de Eureka se encontraban encendidas, una clara señal de que el taller estaba abierto. Rascándose la cabeza, avanzó hacia la entrada y abrió la puerta. Sus ojos marinos, penetrantes y afilados, se encontraron con el rostro de un hombre de unos 28 años (o eso consideró ella que él tenía). Spitfire le observó fijamente, a la par que atrapa el cigarrillo entre los dedos índice y medio de la manera diestra, alejándolo, y soltaba el humo blanquecino —¿A qué viene? —seca. ni siquiera un saludo. Nada. Sabía que ese hombre venía por negocios, o eso quería creer.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Espero y no por mucho hasta que la puerta se abrió, una mirada fuerte apareció y entonces silencio... No dijo nada mas solo al escuchar la pregunta se quedo mirando sin decir nada ¿pausa incomoda quizas? no, Intimidado era la palabra exacta que estaba buscando. Esa mirada era mas intimdante de lo que pareciera a simple viste pues la mujer se veía tanto imponente, razón por la cual el silencio de Jayce. Pero claro que no se quedaría así como un tonto todo el rato pues aun sin mirar ladeo apenas milímetros su cabeza hacia la derecha. -¿Es ella?- Claro, se dirigía hacia Azul A quien luego de unos segundos que le tomo analizar, simplemente contesto. -Afirmativo, Spitfire Mecánica capaz de ayudar al Proyecto Fullmetal.- Terminado eso Jayce dejo escapar un: "Ahh". Mientras que asentía con su cabeza un par de veces antes de sonreír un poco al darse cuenta de que por fin estaba ante esa persona que era capaz de ayudarle en su proyecto. Pero claro había pasado a esto casi un minuto de silencio, ni si quiera se había preguntado pero claro era así cuando algo lo dejaba levemente atontado.
-Ah! Yo.. Yo soy Jayce! y ehhm... Tengo un problema y según todos los estudios de Azula eres como.. como Literalmente la única persona que es capaz de ayudarme.
Chasque entonces la lengua y como que se inclino un poco hacia delante para poder ver para adentro del taller, curioso de saber como se veía el lugar de esa única persona que podía ayudar en su proyecto era bastante única e importante en cierto punto así que se mostraba curioso por saber en que lugar y condiciones trabajaba. Pero sin querer faltar el respeto entonces volvió su mirada a ella, pero era claro que luego de esa "presentación" había quedado un poco.. ¿Asustado? bueno no eso exactamente pero es que había quedado ciertamente intimidado por la mujer. -Ah veras! tengo estos, mira.- Dio unos pasos hacia atrás, acomodándose a lado del carrito abriendo la caja de acero para que se viera el contenido de la misma y no era mas que cientos de piezas metálicas , engranajes, tuercas y demás. Se notaban las piezas azules de metal abajo de todo pero en medio de todo esto había un cubo, no de acero si no de una especie de vidrio una aleación especial para apartar el núcleo eléctrico en constante actividad que brillaba dentro de la caja de acero. -Estoy tratando de convertir toda esta pila de metal y tuercas en una armadura impulsada por este núcleo de energía eléctrica auto suficiente, ademas de claro hacer que la armadura funcione a distancia osea que no tenga que llevarla a todo momento encima pero de eso me encargo yo te necesito..- Hizo una pausa entonces saco el núcleo y lo alcanzo a las manos de ella, podría agarrarlo y verlo sin riesgo alguno gracias al vidrio. Realmente no era nada peligroso estando dentro de ese vidrio, de hecho hasta parecía un lindo decorativo.
-Te necesito para que me ayudes con la parte mecánica, según Azula eres la mejor y no dudo de la palabra de ella, ademas no pienso confiar este proyecto a nadie mas que no seas tu, también investigue algo sobre ti e igual que Azula pienso que eres la indicada..
Entonces hizo una pausa mostrándose confundido con sigo mismo ¿estaba pidiendo ayuda o pidiendo casamiento? Nego rapidamente con la cabeza entonces pareció aclarar mejor sus ideas. Tontas ideas mejor aclarar antes que nada. Ya ahora pensando en lo correcto nuevamente se vería forzado a preguntar. -¿Me ayudarías con esto?.- Pregunto tan humilde y sincero como le fue posible pues era verdad el necesitaba la ayuda y no cualquier ayuda si no la ayuda de ella. Ciertamente si es que ella no aceptaba el no podía continuar con el proyecto o tendria que volver a empezar su búsqueda pero , no perdía nada con intentar aun que aun tenia un poco de miedo de esa mirada que la mujer poseía.
-Ah! Yo.. Yo soy Jayce! y ehhm... Tengo un problema y según todos los estudios de Azula eres como.. como Literalmente la única persona que es capaz de ayudarme.
Chasque entonces la lengua y como que se inclino un poco hacia delante para poder ver para adentro del taller, curioso de saber como se veía el lugar de esa única persona que podía ayudar en su proyecto era bastante única e importante en cierto punto así que se mostraba curioso por saber en que lugar y condiciones trabajaba. Pero sin querer faltar el respeto entonces volvió su mirada a ella, pero era claro que luego de esa "presentación" había quedado un poco.. ¿Asustado? bueno no eso exactamente pero es que había quedado ciertamente intimidado por la mujer. -Ah veras! tengo estos, mira.- Dio unos pasos hacia atrás, acomodándose a lado del carrito abriendo la caja de acero para que se viera el contenido de la misma y no era mas que cientos de piezas metálicas , engranajes, tuercas y demás. Se notaban las piezas azules de metal abajo de todo pero en medio de todo esto había un cubo, no de acero si no de una especie de vidrio una aleación especial para apartar el núcleo eléctrico en constante actividad que brillaba dentro de la caja de acero. -Estoy tratando de convertir toda esta pila de metal y tuercas en una armadura impulsada por este núcleo de energía eléctrica auto suficiente, ademas de claro hacer que la armadura funcione a distancia osea que no tenga que llevarla a todo momento encima pero de eso me encargo yo te necesito..- Hizo una pausa entonces saco el núcleo y lo alcanzo a las manos de ella, podría agarrarlo y verlo sin riesgo alguno gracias al vidrio. Realmente no era nada peligroso estando dentro de ese vidrio, de hecho hasta parecía un lindo decorativo.
-Te necesito para que me ayudes con la parte mecánica, según Azula eres la mejor y no dudo de la palabra de ella, ademas no pienso confiar este proyecto a nadie mas que no seas tu, también investigue algo sobre ti e igual que Azula pienso que eres la indicada..
Entonces hizo una pausa mostrándose confundido con sigo mismo ¿estaba pidiendo ayuda o pidiendo casamiento? Nego rapidamente con la cabeza entonces pareció aclarar mejor sus ideas. Tontas ideas mejor aclarar antes que nada. Ya ahora pensando en lo correcto nuevamente se vería forzado a preguntar. -¿Me ayudarías con esto?.- Pregunto tan humilde y sincero como le fue posible pues era verdad el necesitaba la ayuda y no cualquier ayuda si no la ayuda de ella. Ciertamente si es que ella no aceptaba el no podía continuar con el proyecto o tendria que volver a empezar su búsqueda pero , no perdía nada con intentar aun que aun tenia un poco de miedo de esa mirada que la mujer poseía.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
¿Ese hombre se iba a quedar parado ahí toda la noche? —No tengo el tiempo del mundo. Mueve esa mandíbula —le espetó con rudeza y arrugó el entrecejo en son de irritación, lanzando el cigarrillo por encima del hombro izquierdo ajeno, en dirección al exterior. Mantuvo el entrecejo en ese encorvado gesto, en vez de enojada, molesta. Qué máquina tan peculiar aquella que dedujo quién era ella, aunque, cualquier podía retratar su rostro debido a su profesión y lo visitado que era su taller—. ¿Qué quieres? —primero, él se callaba varias veces. Segundo, una máquina parlanchina le identificaba. Tercero, le interrumpía el momento relax.
Guardó silencio antes de vomitar una serie de palabras ofensivas por la lentitud del hombre. Como él ya conocía su propio nombre, ese tal Jayce, ni se molestó en presentarse —Creo que tiene un desperfecto esa Azula tuya. Hay muchos mecánicos capaces por aeon, por si no lo saben —declaró, ¿porqué exactamente ella? Le siguió con la mirada, notando que la curiosidad ajena se despertaba por meter las narices en el interior del taller. La decoración de su lugar de trabajo consistía en paredes blancas con muchos objetos rarísimos colgados de esta —objetos que coleccionaba y que representaban piezas clave o equipos de aeon—; el suelo era un mosaico de cuadros blancos y negros intercalados, brindándole un aire de ajedrez y bastante particular a la estancia; asimismo, se apreciaba en el fondo un estante de baobab con muchas cajas metálicas donde guardaba las herramientas, y en la esquina inferior derecha de este estante yacía un radio viejo de casetes. El lugar era demasiado amplio, con tres habitaciones, siendo la más grande la inicial, aquella donde recibía a las personas como Jayce y donde reparaba objetos de gran envergadura, tipo carros. Por otro lado, la iluminación era perfecta, con varias celdas de luz dispuestas en el techo que distribuían la misma luz por todo el taller y así poder reparar con creces y precisión; claro, a veces requería de una lámpara especial que estaba en una de las cajas de herramientas, etiquetada como tal. Verdaderamente todo ese lugar estaba ordenado, a pesar de la mala fama de cerdos que tenían los mecánicos.
Ni siquiera iba a decirle que pasara porque él no le estaba brindando nada a cambio. Por supuesto, así sería hasta que él decidió mostrarle algo. Siguió con la mirada cada acción ajena, sin realmente impresionarse. Bien, todo cambiaba rápido. Sus expectativas por la gente eran extrañas, y cómo les juzgaba también. Jayce trajo algo interesante que jamás había visto antes. Cuando el hombre lo acercó, no dudó en estirar la mano para atrapar ese cubo protegido por otra capa. Sus ojos marinos centellearon, como si hubiese conseguido un juguete nuevo —Exactamente, ¿qué es esto? —inquirió con cierta curiosidad en su voz, mas, sin dedicarle un vistazo al hombre. Los elogios y la extraña confianza que él depositaba en las habilidades propias le tenían sin cuidado. Para ella esa inusual y diminuta estructura entre los dedos de su mano diestra le intrigaba más, le fascinaba más, le atraía... —Espera, ¿acaso escuche que investigaste sobre mí? ¿Qué fue? ¿No te enseñaron que existe eso llamado moral y ética? No vas por ahí averiguando la vida de los demás como así —enarcó una ceja, claramente irritada de nueva cuenta. Se había precipitado a dichas conclusiones, pero la privacidad era algo por lo cual ella se regía, incluso en aeon donde se compartían mucha información.
Ante la pregunta de súplica, de ayuda, Spitfire suspiró sonoramente. Cerró los ojos y negó con la cabeza. A decir verdad, siempre terminaba aceptando trabajos porque le encantaba construir y obtener créditos. Si no fuese por eso, entonces no sería mecánica. Se quedó en silencio por un rato, meditando la situación mientras sopesaba con la mirada esa alineación. Claramente esa construcción especial trataría de un trabajo arduo, por lo que requería de un precio igual de alto. Le brindó la espalda, sin soltar aquello que él le mostró, y caminó hacia el centro de la habitación —Cierra la puerta tras de ti. Serán 100.000 créditos —finalmente abrió los labios para dejar salir su voz de contralto. Entonces, siguió caminando hasta llegar a la puerta a la derecha que llevaba a otra habitación. Le hizo una seña con la mano libre para que le siguiera. Abrió la puerta y se internó en la nueva habitación que parecía un cubo negro, como las luces estaban encendidas constantemente, era fácil de observar todo a su alrededor. Solo había un equipo mecanizado en el centro, colgando del techo; se trataba de una computadora con varios brazos de tres dedos en forma de pinza que surgían de ella, y los cuales poseían muchas funciones.
Guardó silencio antes de vomitar una serie de palabras ofensivas por la lentitud del hombre. Como él ya conocía su propio nombre, ese tal Jayce, ni se molestó en presentarse —Creo que tiene un desperfecto esa Azula tuya. Hay muchos mecánicos capaces por aeon, por si no lo saben —declaró, ¿porqué exactamente ella? Le siguió con la mirada, notando que la curiosidad ajena se despertaba por meter las narices en el interior del taller. La decoración de su lugar de trabajo consistía en paredes blancas con muchos objetos rarísimos colgados de esta —objetos que coleccionaba y que representaban piezas clave o equipos de aeon—; el suelo era un mosaico de cuadros blancos y negros intercalados, brindándole un aire de ajedrez y bastante particular a la estancia; asimismo, se apreciaba en el fondo un estante de baobab con muchas cajas metálicas donde guardaba las herramientas, y en la esquina inferior derecha de este estante yacía un radio viejo de casetes. El lugar era demasiado amplio, con tres habitaciones, siendo la más grande la inicial, aquella donde recibía a las personas como Jayce y donde reparaba objetos de gran envergadura, tipo carros. Por otro lado, la iluminación era perfecta, con varias celdas de luz dispuestas en el techo que distribuían la misma luz por todo el taller y así poder reparar con creces y precisión; claro, a veces requería de una lámpara especial que estaba en una de las cajas de herramientas, etiquetada como tal. Verdaderamente todo ese lugar estaba ordenado, a pesar de la mala fama de cerdos que tenían los mecánicos.
Ni siquiera iba a decirle que pasara porque él no le estaba brindando nada a cambio. Por supuesto, así sería hasta que él decidió mostrarle algo. Siguió con la mirada cada acción ajena, sin realmente impresionarse. Bien, todo cambiaba rápido. Sus expectativas por la gente eran extrañas, y cómo les juzgaba también. Jayce trajo algo interesante que jamás había visto antes. Cuando el hombre lo acercó, no dudó en estirar la mano para atrapar ese cubo protegido por otra capa. Sus ojos marinos centellearon, como si hubiese conseguido un juguete nuevo —Exactamente, ¿qué es esto? —inquirió con cierta curiosidad en su voz, mas, sin dedicarle un vistazo al hombre. Los elogios y la extraña confianza que él depositaba en las habilidades propias le tenían sin cuidado. Para ella esa inusual y diminuta estructura entre los dedos de su mano diestra le intrigaba más, le fascinaba más, le atraía... —Espera, ¿acaso escuche que investigaste sobre mí? ¿Qué fue? ¿No te enseñaron que existe eso llamado moral y ética? No vas por ahí averiguando la vida de los demás como así —enarcó una ceja, claramente irritada de nueva cuenta. Se había precipitado a dichas conclusiones, pero la privacidad era algo por lo cual ella se regía, incluso en aeon donde se compartían mucha información.
Ante la pregunta de súplica, de ayuda, Spitfire suspiró sonoramente. Cerró los ojos y negó con la cabeza. A decir verdad, siempre terminaba aceptando trabajos porque le encantaba construir y obtener créditos. Si no fuese por eso, entonces no sería mecánica. Se quedó en silencio por un rato, meditando la situación mientras sopesaba con la mirada esa alineación. Claramente esa construcción especial trataría de un trabajo arduo, por lo que requería de un precio igual de alto. Le brindó la espalda, sin soltar aquello que él le mostró, y caminó hacia el centro de la habitación —Cierra la puerta tras de ti. Serán 100.000 créditos —finalmente abrió los labios para dejar salir su voz de contralto. Entonces, siguió caminando hasta llegar a la puerta a la derecha que llevaba a otra habitación. Le hizo una seña con la mano libre para que le siguiera. Abrió la puerta y se internó en la nueva habitación que parecía un cubo negro, como las luces estaban encendidas constantemente, era fácil de observar todo a su alrededor. Solo había un equipo mecanizado en el centro, colgando del techo; se trataba de una computadora con varios brazos de tres dedos en forma de pinza que surgían de ella, y los cuales poseían muchas funciones.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Entonces al escuchar lo que decía ella, por dentro muy dentro de el se podría escuchar el "¡Si!" pero claro no lo iba a decir pues esa mujer parecía estar un poco de mal humor o quizas siempre era así en ambos casos entonces el se quedaría en silencio para no arruinar la cosa. Pero claro que si se sintió un poco intimidado ¿mas intimidado mejor dicho? cuando ella pregunto lo de la investigación sobre ella, el muy valiente y varonil Jayce reacciono rápido ante las palabras de ella. -Fui totalmente obligado por ella a investigarte..- Señalando la pequeña.. ¿cámara? pues era lo único que había podido encontrar para que Azula tomara posición dentro en ese momento, esa pequeña cámara que lejos y remotamente parecía un robot. Pero antes de que las cosas fueran a peor, noto que realmente le molestaba que supieran cosas de ella y realmente Jayce no sabia nada el solo había estudiado sobre los trabajos de ella y no mas de eso, pues no tenia esa costumbre de investigar sobre las demás personas, entonces sintió la necesidad imperativa de agregar mas palabras. -P-Pero solo tu trabajo! no averigüe nada de tu vida o demás cosas así.- Termino por caminar dentro del lugar, con el carrito a rastras desde la manija congelada. Sentía aun el frió tan fuerte en su espalda que entrar aun lugar era lo mas deseado en especial por que apenas dentro ya se había sentido el cambio de temperatura, fue casi instantáneo que una ola de calor llego hacia el y sonrió placido y casi feliz.
Al ver el gesto de ella no dudo en seguirla y presto atencion a las preguntas de ella y nada mas bello para el que alguien que le pregunte sobre sus creaciones a veces si uno se ponía a pensar el era un tanto presumido y le gustaba explicar a todo el mundo el por que y como funcionaban cada una de sus ingeniosos artilugios.- El futuro.. eso es lo que tienes en la mano, energía infinita auto suficiente, sin contaminación ni desperdicio.- Quizás sonara un poco... ¿Arrogante? pues no había forma de decir que pensara ella pero el hablaba seguro y hasta humilde de su creación a pesar de que esa que tenia ella en manos no era mas que simplemente el núcleo energético y nada mas que ello o "el corazón" de su proyecto. Pero aun no había terminado. -Eso es basicamente como... como explicarlo.. Tienes una fuente de energía comparable a una pequeña galaxia en tu mano, tu morirías, tus hijos, sus hijos y mil generaciones antes de que la energía de ese núcleo se acabara o de hecho a que llegue a su mitad de vida útil y aun así.. es solo el prototipo.- Pero termino sonriendo ante lo ultimo y por segundos se quedo pensando en que tenia tanto mas que descubrir sobre ese mismo elemento y la manera de utilizarlo de manera correcta, pero claro todo se termino en seco cuando escucho que ella decía un numero. Uno que Jayce ni si quiera alcanzaba bueno quizas si llegaba a 1/10 parte del mismo y eso era todo lo que tenia, por un momento suspiro y pensó "tendria que empezar a cobrar por ayudar gente." Suspiro un tanto decepcionado pero entonces sonrió pues no era la culpa de ella, era lógico.
-ah.. Bueno no tengo esa cantidad.. Pero! Esta bien suena a un precio justo, podría conseguir eso en.. algún tiempo.. y volver ¿no?
Dejo una sonrisa medio a notar mientras que se rascaba apenas la cabeza, luego miro hacia su hombro izquierdo donde es que estaba esa pequeña cámara con bracitos que aparentemente era el actual cuerpo de Azula.-Calculando plazos temporales para la suma exacta.. .Recaudación posible en..2 años.- Al escuchar ese numero Jayce trago saliva y su mirada se torno hasta dolorosa al escuchar eso, pues el sabia que iba siempre mal de economía pero no para tanto a decir verdad.- Bueno quizas... Quizás me tomaría un poco de tiempo si...- Avergonzado hasta el maximo posible Bajo la cabeza levemente con cierta timidez al darse cuenta que no solo no tenia el monto ahora si no que no era confiable si quiera a largo plazo o si, pero si que era larga la espera despues de todo.
Al ver el gesto de ella no dudo en seguirla y presto atencion a las preguntas de ella y nada mas bello para el que alguien que le pregunte sobre sus creaciones a veces si uno se ponía a pensar el era un tanto presumido y le gustaba explicar a todo el mundo el por que y como funcionaban cada una de sus ingeniosos artilugios.- El futuro.. eso es lo que tienes en la mano, energía infinita auto suficiente, sin contaminación ni desperdicio.- Quizás sonara un poco... ¿Arrogante? pues no había forma de decir que pensara ella pero el hablaba seguro y hasta humilde de su creación a pesar de que esa que tenia ella en manos no era mas que simplemente el núcleo energético y nada mas que ello o "el corazón" de su proyecto. Pero aun no había terminado. -Eso es basicamente como... como explicarlo.. Tienes una fuente de energía comparable a una pequeña galaxia en tu mano, tu morirías, tus hijos, sus hijos y mil generaciones antes de que la energía de ese núcleo se acabara o de hecho a que llegue a su mitad de vida útil y aun así.. es solo el prototipo.- Pero termino sonriendo ante lo ultimo y por segundos se quedo pensando en que tenia tanto mas que descubrir sobre ese mismo elemento y la manera de utilizarlo de manera correcta, pero claro todo se termino en seco cuando escucho que ella decía un numero. Uno que Jayce ni si quiera alcanzaba bueno quizas si llegaba a 1/10 parte del mismo y eso era todo lo que tenia, por un momento suspiro y pensó "tendria que empezar a cobrar por ayudar gente." Suspiro un tanto decepcionado pero entonces sonrió pues no era la culpa de ella, era lógico.
-ah.. Bueno no tengo esa cantidad.. Pero! Esta bien suena a un precio justo, podría conseguir eso en.. algún tiempo.. y volver ¿no?
Dejo una sonrisa medio a notar mientras que se rascaba apenas la cabeza, luego miro hacia su hombro izquierdo donde es que estaba esa pequeña cámara con bracitos que aparentemente era el actual cuerpo de Azula.-Calculando plazos temporales para la suma exacta.. .Recaudación posible en..2 años.- Al escuchar ese numero Jayce trago saliva y su mirada se torno hasta dolorosa al escuchar eso, pues el sabia que iba siempre mal de economía pero no para tanto a decir verdad.- Bueno quizas... Quizás me tomaría un poco de tiempo si...- Avergonzado hasta el maximo posible Bajo la cabeza levemente con cierta timidez al darse cuenta que no solo no tenia el monto ahora si no que no era confiable si quiera a largo plazo o si, pero si que era larga la espera despues de todo.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
«Sí, "fui totalmente obligado por ella" mis pantalones», pensó. Sabía que él manejaba a esa IA, y esta a su vez acataba las órdenes del extraño hombre. Sin más, solo suspiró sonoramente ante la respuesta de él. Al menos, con su nerviosismo puro y repentino, podía deducir que lo que dijo era totalmente cierto. Nadie se apresuraba a decir algo así, como casi a punto de morderse la lengua, si fuese mentira. Por supuesto, ella quería creer que Jayce no estaba actuando y le tendía una trampa... Y es que para la mecánica no era nada fácil, por no decir imposible, confiar en la gente.
Apenas movió la cabeza para enfocar el rostro del hombre, casi como si le dedicara una mirada por el rabillo del ojo, le escuchaba. La respuesta del hombre provocó que enarcara la ceja derecha, con expresión de realización. En su interior, Spitfire se encontraba asombrada por aquello que sostenía en su mano; desvío sus ojos marinos hacia la estructura semi-minúscula, y le comenzó a dar vueltas con los dedos. Le estudiaba, trataba de descubrir cosas nuevas de esa energía por la cual Jayce tiraba orgullo desbordante hasta por los ojos. Si pudiese extraer esa energía de la capa de protección, sería capaz de saber sus componentes con tan solo tocarla; no obstante, estaba segura que eso acarreaba una gran responsabilidad y riegos, porque, admitámoslo, si estaba siendo protegida por una capa, entonces era peligrosa —Interesante —soltó un bufido, ahogando una risilla divertida, mientras su rostro tomaba tonalidades inesperadas: éste había trascendido de uno serio e irritado, a otro fascinado y vivaz. Solo pudo acotar de dicha manera a lo que él tuvo por decir.
Sin soltar el cubo de energía, se volteó para encarar al hombre. Volvió a su estado más puro, el mismo rostro con el cual Jayce la había conocido —¿No tienes dinero suficiente, y recurres a mí? Las clases que construyen objetos y equipo, y las que crean pócimas, sabes que requieren de... Duh... Dinero —indirectamente daba a entender que el dinero movía todo, aunque, especialmente en aeon. De repente, esa Azula habló con su tan quedada y electrónica voz que ni se molestó por su esencia, sino por lo que ella misma dijo. No culpaba a la máquina en sí, sino al descuido por parte de Jayce al no deducir, antes de venir ahí, que necesitaba dinero... Y cualquier cantidad, en realidad. Obviamente no iba a hacer el trabajo gratis, no cuando se trataba de algo sumamente complejo: tenía que hacer uso de una energía totalmente nueva, e intentar estabilizarla para crear la armadura que tanto él anhelaba—. No me jodas —arrugó el entrecejo—. Te daré mi cuenta en el banco de aeon, y cada mes deberás depositarme 4.000 créditos. Ni más, ni menos —hizo una pausaba corta—. Creo que es una cantidad generosa para acumular poco a poco los 100.000 créditos que me deberás desde ahora, ¿no lo crees? Una oferta que, si rechazas, te costará caro —sonrió ampliamente, casi con sardonia, porque parecía tener el privilegio de controlar la vida de ese hombre al enseñarle el cubo de energía pura—. Si no lo haces, te cazaré por todo aeon y luego por el mundo real, hasta achicharrarte los sesos de la manera más dolorosa posible —por muy cruel que sonaran sus palabras, ya se había dado a la idea de construir esa armadura para él, sobre todo por la inmensa curiosidad de ver el producto final y de manipular el cubo de energía—. Es un trato —sentenció sin darle la oportunidad, o al menos creía ella, de poder decidir.
—Entonces... —miró las piezas metálicas para adjuntárselas al núcleo en el carrito de Jayce—. ¿Comenzamos? ¿O me dirás más detalles sobre cómo deseas la construcción de tu armadura? —su pregunta sonó con tinte divertido, el preámbulo de aquello que ella llamaba euforia.
Apenas movió la cabeza para enfocar el rostro del hombre, casi como si le dedicara una mirada por el rabillo del ojo, le escuchaba. La respuesta del hombre provocó que enarcara la ceja derecha, con expresión de realización. En su interior, Spitfire se encontraba asombrada por aquello que sostenía en su mano; desvío sus ojos marinos hacia la estructura semi-minúscula, y le comenzó a dar vueltas con los dedos. Le estudiaba, trataba de descubrir cosas nuevas de esa energía por la cual Jayce tiraba orgullo desbordante hasta por los ojos. Si pudiese extraer esa energía de la capa de protección, sería capaz de saber sus componentes con tan solo tocarla; no obstante, estaba segura que eso acarreaba una gran responsabilidad y riegos, porque, admitámoslo, si estaba siendo protegida por una capa, entonces era peligrosa —Interesante —soltó un bufido, ahogando una risilla divertida, mientras su rostro tomaba tonalidades inesperadas: éste había trascendido de uno serio e irritado, a otro fascinado y vivaz. Solo pudo acotar de dicha manera a lo que él tuvo por decir.
Sin soltar el cubo de energía, se volteó para encarar al hombre. Volvió a su estado más puro, el mismo rostro con el cual Jayce la había conocido —¿No tienes dinero suficiente, y recurres a mí? Las clases que construyen objetos y equipo, y las que crean pócimas, sabes que requieren de... Duh... Dinero —indirectamente daba a entender que el dinero movía todo, aunque, especialmente en aeon. De repente, esa Azula habló con su tan quedada y electrónica voz que ni se molestó por su esencia, sino por lo que ella misma dijo. No culpaba a la máquina en sí, sino al descuido por parte de Jayce al no deducir, antes de venir ahí, que necesitaba dinero... Y cualquier cantidad, en realidad. Obviamente no iba a hacer el trabajo gratis, no cuando se trataba de algo sumamente complejo: tenía que hacer uso de una energía totalmente nueva, e intentar estabilizarla para crear la armadura que tanto él anhelaba—. No me jodas —arrugó el entrecejo—. Te daré mi cuenta en el banco de aeon, y cada mes deberás depositarme 4.000 créditos. Ni más, ni menos —hizo una pausaba corta—. Creo que es una cantidad generosa para acumular poco a poco los 100.000 créditos que me deberás desde ahora, ¿no lo crees? Una oferta que, si rechazas, te costará caro —sonrió ampliamente, casi con sardonia, porque parecía tener el privilegio de controlar la vida de ese hombre al enseñarle el cubo de energía pura—. Si no lo haces, te cazaré por todo aeon y luego por el mundo real, hasta achicharrarte los sesos de la manera más dolorosa posible —por muy cruel que sonaran sus palabras, ya se había dado a la idea de construir esa armadura para él, sobre todo por la inmensa curiosidad de ver el producto final y de manipular el cubo de energía—. Es un trato —sentenció sin darle la oportunidad, o al menos creía ella, de poder decidir.
—Entonces... —miró las piezas metálicas para adjuntárselas al núcleo en el carrito de Jayce—. ¿Comenzamos? ¿O me dirás más detalles sobre cómo deseas la construcción de tu armadura? —su pregunta sonó con tinte divertido, el preámbulo de aquello que ella llamaba euforia.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Y nuevamente había un ápice de esperanza en sus planes, pero no pudo llegar si quiera a decir algo cuando ella agrego lo del banco, entonces aun que Jayce dudo un poco no pudo evitar simplemente asentir con su cabeza, después de todo ella había dejado claro que era eso o nada. Por lo cual no había otra cosa que hacer o decir, miro hacia ella luego de la amenaza pero no le preocupo después de todo no era hombre de no cumplir sus palabras. Aun que fuera raro el necesitaba ese trato, definitivamente el que necesitaba aceptar eso aquí era el y no ella. Después de todo ella se estaba rebajando a hacer un trabajo por el cual tardarían en pagarle. Por eso es que no dijo nada mas, por eso solo acepto después de todo era casi un favor de parte de ella para el y agradecía eso pero no con palabras tenia la impresión de que fuera inútil agradecer a alguien como ella. Pero aun así se notaba que se había alegrado por escuchar la respuesta positiva de parte de ella, no se negaba que estaba feliz de saber que esa persona era la que le iba a ayudar pero no había tiempo para perder en agradecimientos o contetares, pues ahora mismo era el momento de enseñar que era lo que queria construir.
-Ah! si si Azula, ehm enfoca el plano en.. en esa pared.
El pequeño robot salto de hombro de Jayce para proyectar el plano en una de las paredes de la habitación, Jayce se quedo parado al lado del mismo señalándolo con una sonrisa de cierto contento en su rostro. En el plano se notaban de manera detallada las diferentes piezas separadas de la armadura que tenia en mente Jayce, cada parte tenia su propia explicación, muy detallada de hecho pareciera que realmente si se había tomado un buen tiempo para hacer cada explicación de cada una de las piezas, hasta la mas mínima haciendo que el mismo ocupara casi toda la pared de la habitación. -Bueno supongo que no hay mucho que explicar cuando se tiene esto ¿no?- Termino para agregar sin ningún tipo de palabra mas, era cierto cada detalle, calculo, forma y numero estaba puesto en ese plano tan extenso. Aun así Jayce se cruzo de brazos pues solo tenia una cosa que decir. -Yo me encargare de... umn.. como decirlo.. tengo algo que solo yo hacer en la armadura así que no trabajaras sola, pero.. eh.. Eso no esta a discusión también trabajare para hacerla.- Y por primera vez en la noche se notaba serio y completamente seguro de sus palabras y realmente no tomaría un no como respuesta en este tema así fuera a hacer que se enojara la mujer, era ese algo que solo el podía hacer.Pero aun así ahora mismo se acerco al carrito donde tenia las piezas.
-Op! querrás alejarte un poco, déjame desplegar las piezas ¿que te parece si das dos pasos hacia atrás?
Espero a que se alejara unos pazos y el se acerco para patear la base del carrito y luego golpear la tapa, la caja se abrió completamente y salieron las partes metálicas sostenidas por barras con las partes necesarias para armarlas pegadas dentro de una bolsa de plástico adelante de la misma. Se alejo unos pasos igual y entonces miro las piezas parándose a lado de ella señalandole con la mano derecha indicándole. -Esas, para el pecho, la espalda. Luego esas de ahí son las piernas y la cintura y esas las manos.. Empezaremos por las manos.. Así que a trabajar.- Sonaba demasiado seguro quizas, es que cuando se trataba de trabajar en algo que le gustaba se ponía de esa manera, con esa actitud tan firme como si no tuviera dudas algunas, dicho eso volvió a mirar sobre el plano y hablo. -Azula, mano derecha e izquierda el resto de plano por ahora no es necesario, Proyecta en holograma.- Dicho eso Azula proyecto solo esas dos partes y Jayce se quedo mirando cruzado de brazos, para saber donde había que empezar exactamente.
-Ah! si si Azula, ehm enfoca el plano en.. en esa pared.
El pequeño robot salto de hombro de Jayce para proyectar el plano en una de las paredes de la habitación, Jayce se quedo parado al lado del mismo señalándolo con una sonrisa de cierto contento en su rostro. En el plano se notaban de manera detallada las diferentes piezas separadas de la armadura que tenia en mente Jayce, cada parte tenia su propia explicación, muy detallada de hecho pareciera que realmente si se había tomado un buen tiempo para hacer cada explicación de cada una de las piezas, hasta la mas mínima haciendo que el mismo ocupara casi toda la pared de la habitación. -Bueno supongo que no hay mucho que explicar cuando se tiene esto ¿no?- Termino para agregar sin ningún tipo de palabra mas, era cierto cada detalle, calculo, forma y numero estaba puesto en ese plano tan extenso. Aun así Jayce se cruzo de brazos pues solo tenia una cosa que decir. -Yo me encargare de... umn.. como decirlo.. tengo algo que solo yo hacer en la armadura así que no trabajaras sola, pero.. eh.. Eso no esta a discusión también trabajare para hacerla.- Y por primera vez en la noche se notaba serio y completamente seguro de sus palabras y realmente no tomaría un no como respuesta en este tema así fuera a hacer que se enojara la mujer, era ese algo que solo el podía hacer.Pero aun así ahora mismo se acerco al carrito donde tenia las piezas.
-Op! querrás alejarte un poco, déjame desplegar las piezas ¿que te parece si das dos pasos hacia atrás?
Espero a que se alejara unos pazos y el se acerco para patear la base del carrito y luego golpear la tapa, la caja se abrió completamente y salieron las partes metálicas sostenidas por barras con las partes necesarias para armarlas pegadas dentro de una bolsa de plástico adelante de la misma. Se alejo unos pasos igual y entonces miro las piezas parándose a lado de ella señalandole con la mano derecha indicándole. -Esas, para el pecho, la espalda. Luego esas de ahí son las piernas y la cintura y esas las manos.. Empezaremos por las manos.. Así que a trabajar.- Sonaba demasiado seguro quizas, es que cuando se trataba de trabajar en algo que le gustaba se ponía de esa manera, con esa actitud tan firme como si no tuviera dudas algunas, dicho eso volvió a mirar sobre el plano y hablo. -Azula, mano derecha e izquierda el resto de plano por ahora no es necesario, Proyecta en holograma.- Dicho eso Azula proyecto solo esas dos partes y Jayce se quedo mirando cruzado de brazos, para saber donde había que empezar exactamente.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Era chistoso ver a ese pequeño robot hacer todo el trabajo duro, y si pudiera reírse, lo haría. No obstante, Spitfire, por mucho que consiguiera algo cómico, era extraño que cierta emoción por eso se reflejara físicamente. Entonces, Azula hizo su cometido, proyectado las diferentes figuras de la armadura intrincada con sus instrucciones y detalles. Spitfire, al igual que el tiempo que Jayce se tomó para trazar todos esos planos, también se dedicó a leer detenidamente y con cuidado cada aspecto de la armadura. No podía dejar escapar ningún detalle.
La voz ajena hizo eco en sus oídos. Le estaba escuchando, mas, parecía tan ausente de ese mundo que sus ojos marinos se depositaban en cada intrincado detalle, a expectativa de que su propia consciencia le susurrara algo. ¿Era un modelo adecuado? ¿Saldría bien la construcción de la armadura? ¿Faltaban piezas? ¿El núcleo de energía pura que aún sostenía en su mano serviría perfectamente? ¿Y podría controlar este? No dudaba, y carecía de miedo. Sin embargo, para que la construcción fuese fructífera, debía pensar en todas las posibilidades y estudiarlas. Sin haberse agitado, aunque supo que Jayce le ayudaría, presintió que sería más fácil crear la armadura.
El sonido tambaleante de las piezas chocando entre sí en ese carrito, le obligó a observar hacia donde el hombre se encontraba. Más que considerar una orden aquella pregunta, lo hizo para evitar ser lastimada en sí. Echó dos pasos hacia atrás, e inmediatamente, tras el uso de tecnopatía, logró que una plataforma corta parecida a un pilar surgiera cera de ella; ahí depositó el cubo de energía pura.
Él mencionó que necesitar a un mecánico era imperito, por lo que con obviedad esa armadura necesitaría de piezas tecnológicas para que, incluso, ese cubo de energía pudiese suplir todo el sistema integrado en el equipo —Espero puedas seguirme el trote, entonces —sonríe sardónicamente. A la par, un chispazo desconocido encendió la computadora de tres brazos, provocando que estos se movieran para así electrificar las piezas que correspondían a las manos. Ya tenía, de antemano, porque ya lo había hecho antes, ciertas piezas especiales para ese tipo de trabajo. Así que las utilizaría sin chistar. Aunque, una mecánica siempre debía estar lista para todo.
Para Spitfire solo le bastó hojear rápidamente los puntos importantes de conexión de las manos, memorizando instantáneamente lo que debía hacer. A través de la computadora, implementó cables y diminutas piezas tecnológicas que servirían para el cometido: que se pudiera transportar la energía del cubo que Jayce le mostró. Esos brazos mecanizados, mediante la orden mental de Spitfire, trabajaban a millón, a una velocidad que arranca suspiros. Como las manos estaban electrificadas, siendo controladas por la computadora central, y esta a su vez por la mecánica, para ella fue fácil recrear con mucha experticia la forma de las manos, las cuales flotaban. La medida de las manos era exacta: ni tan ajustadas, ni tan grandes; perfectas para que Jayce pueda vestirlas. Sin embargo, eso no era todo, Spitfire implementó la capacidad, a través de las piezas tecnológicas, para que esta armadura pueda dividirse en trozos, como actualmente están (en forma de piezas regadas), y así "fusionarse" al cuerpo de Jayce y entre sí cuando él deseara, o simplemente cuando él quisiera llamarla ya armada. En otras palabras, esas manos poseían dos maneras de acoplarse al cuerpo ajeno: 1) mediante la fusión y desligamiento constante de las piezas, para unirse en una armadura gigante (que sería el producto final); y 2) aparecerían teletransportándose (implementadas por completo al producto final) en el cuerpo de Jayce, sin tener que unirse poco a poco las piezas como si de un mecha se tratara.
—Solo tienes que fusionar las piezas, y recubrir el cableado y los diminutos objetos (con forma de puntos azules) en el interior de las manos —como él mencionó que ayudaría, entonces, que hiciera eso. De todas maneras, no lo podía hacer porque no era una Whitesmith. No podía manipular armaduras de dicha manera, aunque tuviese un secreto para poder hacer que esas piezas flotaran—. Esto servirá para que la energía pura del núcleo sea transmitida a todo la armadura sin ningún problema, evitando que se sobrecargue y volviéndose generosa para con ésta. Así se aprovechará al máximo todas las funciones. Y, en adición, podrás transportar la armadura ya armada o simplemente desligada en piezas que con un simple chasquido de dedos, podrás unirlas en un santiamén a tu cuerpo —apenas llevaban las manos, pero era un paso. Solo tendría que hacer lo mismo: implementar esa red de cableado y las pequeñas piezas tecnológicas realmente capaces en forma de puntos azules rey que acompañaban a lo anterior en las demás partes de la armadura en proceso.
La voz ajena hizo eco en sus oídos. Le estaba escuchando, mas, parecía tan ausente de ese mundo que sus ojos marinos se depositaban en cada intrincado detalle, a expectativa de que su propia consciencia le susurrara algo. ¿Era un modelo adecuado? ¿Saldría bien la construcción de la armadura? ¿Faltaban piezas? ¿El núcleo de energía pura que aún sostenía en su mano serviría perfectamente? ¿Y podría controlar este? No dudaba, y carecía de miedo. Sin embargo, para que la construcción fuese fructífera, debía pensar en todas las posibilidades y estudiarlas. Sin haberse agitado, aunque supo que Jayce le ayudaría, presintió que sería más fácil crear la armadura.
El sonido tambaleante de las piezas chocando entre sí en ese carrito, le obligó a observar hacia donde el hombre se encontraba. Más que considerar una orden aquella pregunta, lo hizo para evitar ser lastimada en sí. Echó dos pasos hacia atrás, e inmediatamente, tras el uso de tecnopatía, logró que una plataforma corta parecida a un pilar surgiera cera de ella; ahí depositó el cubo de energía pura.
Él mencionó que necesitar a un mecánico era imperito, por lo que con obviedad esa armadura necesitaría de piezas tecnológicas para que, incluso, ese cubo de energía pudiese suplir todo el sistema integrado en el equipo —Espero puedas seguirme el trote, entonces —sonríe sardónicamente. A la par, un chispazo desconocido encendió la computadora de tres brazos, provocando que estos se movieran para así electrificar las piezas que correspondían a las manos. Ya tenía, de antemano, porque ya lo había hecho antes, ciertas piezas especiales para ese tipo de trabajo. Así que las utilizaría sin chistar. Aunque, una mecánica siempre debía estar lista para todo.
Para Spitfire solo le bastó hojear rápidamente los puntos importantes de conexión de las manos, memorizando instantáneamente lo que debía hacer. A través de la computadora, implementó cables y diminutas piezas tecnológicas que servirían para el cometido: que se pudiera transportar la energía del cubo que Jayce le mostró. Esos brazos mecanizados, mediante la orden mental de Spitfire, trabajaban a millón, a una velocidad que arranca suspiros. Como las manos estaban electrificadas, siendo controladas por la computadora central, y esta a su vez por la mecánica, para ella fue fácil recrear con mucha experticia la forma de las manos, las cuales flotaban. La medida de las manos era exacta: ni tan ajustadas, ni tan grandes; perfectas para que Jayce pueda vestirlas. Sin embargo, eso no era todo, Spitfire implementó la capacidad, a través de las piezas tecnológicas, para que esta armadura pueda dividirse en trozos, como actualmente están (en forma de piezas regadas), y así "fusionarse" al cuerpo de Jayce y entre sí cuando él deseara, o simplemente cuando él quisiera llamarla ya armada. En otras palabras, esas manos poseían dos maneras de acoplarse al cuerpo ajeno: 1) mediante la fusión y desligamiento constante de las piezas, para unirse en una armadura gigante (que sería el producto final); y 2) aparecerían teletransportándose (implementadas por completo al producto final) en el cuerpo de Jayce, sin tener que unirse poco a poco las piezas como si de un mecha se tratara.
—Solo tienes que fusionar las piezas, y recubrir el cableado y los diminutos objetos (con forma de puntos azules) en el interior de las manos —como él mencionó que ayudaría, entonces, que hiciera eso. De todas maneras, no lo podía hacer porque no era una Whitesmith. No podía manipular armaduras de dicha manera, aunque tuviese un secreto para poder hacer que esas piezas flotaran—. Esto servirá para que la energía pura del núcleo sea transmitida a todo la armadura sin ningún problema, evitando que se sobrecargue y volviéndose generosa para con ésta. Así se aprovechará al máximo todas las funciones. Y, en adición, podrás transportar la armadura ya armada o simplemente desligada en piezas que con un simple chasquido de dedos, podrás unirlas en un santiamén a tu cuerpo —apenas llevaban las manos, pero era un paso. Solo tendría que hacer lo mismo: implementar esa red de cableado y las pequeñas piezas tecnológicas realmente capaces en forma de puntos azules rey que acompañaban a lo anterior en las demás partes de la armadura en proceso.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Concentración si, ciertamente le costaba alcanzar dicha al ver esa maquinaria que ella manejaba. Curioso sin duda alguna pero de todas maneras el tenia que tener su mente ocupada en lo que el tenia que hacer. Pero era mas que claro que su mirada era desviada cada tanto hacia lo que ella hacia, era curioso si no se negaría el hecho de que ahora queria saber que era exactamente eso y por que ella pareciera manejarlo tan fácil como si no le costara nada a pesar de que se notaba algo complicado lo que ella hacia. Pero no había que distraerse en especial cuando el estaba encargándose de conectar los primeros cables del cableado del casco, sonaba fácil o tonto pero simplemente era ese "eso" que el tenia que hacer y no equivocarse en especial por que si se equivocaba iba a tener cables sueltos cerca de su cabeza para electrocutarlo y aun que no era lo que le gustaba era lo que seguramente pasaría pues después de todo su mirada era robada cada tanto por la manera de trabajar que tenia esa mujer y si iba a preguntarle luego sobre eso. Pero ahora mismo había que pensar claro en como es que estaba haciendo esas conexiones en el casco y a pesar de que le había dicho de empezar con los guantes el parecía carecer del orden que el mismo había pedido. Pero es que a veces era mejor tener ese desorden natural que hacer las cosas en orden .. .claro aun que había pedido dicho orden, tonto pero en cierta forma era la mejor manera que el trabajaba.
Al escucharle decir sobre como funcionaria el mismo traje, hizo una pausa y le miro un tanto intrigado pues es que esperaba que ella fuera buena pero ¿para tanto? alzo la ceja derecha y solo afirmo aun sorprendido por las palabras de ella pero simplemente siguió con las soldaduras del casco, había escuchado lo que ella dijo por eso mismo se detuvo entonces dejando el casco a un lado, casi como escondiéndolo de ella. No es que realmente queria esconderlo es que fue como "reflejo natural" Miro los guantes aun con esa intriga mientras que sonreía naturalmente al ver las piezas y lo que el tenia que hacer. -Oh.. es bastante impre..- Aun así sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de su comunicador sonando, Jayce miro a la mujer y se disculpo alejándose unos pasos. Puso la mano cerca del oído para habilitar la comunicación, hablaba bajo como queriendo que no ser escuchado pero luego de unos segundos parecía que la charla perdía el tono bajo. -No! JoJo te dije que no!. ¿que? ¡claro que no! no por eso no te traje.. que no !Azula no! no le hagas caso no!.- Entonces como si Azula rompiera las reglas de el, comenzó a proyectar la imagen de un niño, no mayor de 12 años con una mirada un tanto cansada, pero era raro que normalmente fuera asi. -Estoy programada para obedecer las ordenes de Joseph Joestar asi como las de Jayce Joestar.- Jayce hizo un gesto como de querer romper a la pequeña maquina con sus manos y luego se escucho quejarse por lo bajo. Aun así no termino de poder decir nada antes de que la voz de JoJo se escuchara por el comunicador dirigiéndose directamente hacia la mujer ahí presente.
-Disculpe la molestia... Pero mi papá no me dejaba ir a ese lugar y me preguntaba ¿le molestaría que fuera? Por que según el, si. Pero me aburro solo en el taller y queria conocer el lugar.
Se escuchaba serio y hasta se veía serio, a pesar de ser solo un niño JoJo lograba verse hasta adulto cuando se le escuchaba hablar (cosa que pasaba muy poco puesto a que no le agrada hablar) Pero claro parecía que la situación hacia que necesitara hablar, despues de todo estaba pidiendo que se le permitiera estar en el "hogar" de otra persona. Jayce parecía estar haciéndose el tonto pues se puso a completar el cableado de los guantes rapidamente, nervioso y avergonzado por que lamentablemente parecía que no podía controlar a su propio hijo. Se le escucho quejarse por lo bajo y entonces al escuchar la pregunta de JoJo levanto la mirada un tanto avergonzado. -JoJo! Lo siento, pero a veces le gusta preguntar e ir a todos lados pero no creí que fuera seguro venir con el aquí..- Pero entonces fue interrumpido nuevamente por la voz de JoJo quien agregaría palabras a las suyas. -Ehh.. Dijiste que ella podría ser una estafadora o algo así y que seria peligroso ir con migo por que soy un niño, lo recuerdo perfectamente..- Jayce trago saliva y volvió rapidamente a terminar de recubrir los cableados del guante, claro ahora JoJo lo había dejado un tanto mal parado ante la situación, pero claro era normal en el hacer esas cosas y lo peor es que no lo hacia intencionalmente.-Lo siento es que no sabia nada de usted y.. bueno..- No dijo nada mas por el simple hecho de que no queria que se le escapara alguna palabra indebida y terminara aun en una peor situación en la que estaba ahora. Pero claro aun JoJo Tenia curiosidad de conocer el lugar y se notaba en como su imagen en el holograma miraba hacia todos lados curioso por lo que le mostraba la cámara en Azula. Nuevamente se notaria serio una vez mas al mirar hacia la mujer.
-¿Podría ir? o si le molesto me quedo callado en un rincón pero.. Quiero ver como arman eso.
Pregunto una vez mas mientras que se notaba serio o mejor dicho inexpresivo ante las preguntas que hacia, despues de todo hasta intentaba ser alguien educado pues estaba pidiendo mas que preguntando. Esperaba una respuesta positiva claro pues era verdad que queria saber como es que se armaba esa armadura, el hasta había ayudado a hacer los planos "ayudado" mas bien como presente cuando Jayce los había hecho. Aun así Jayce estaba en uno de esos momentos en los cuales una prefiere que se lo coma la tierra y desaparecer, hasta se apuraba para terminar rápido con los guantes para poder continuar con lo próximo y no tener que estar mas pensando en el simple hecho de que su hijo pareciera estar dejándolo un tanto en vergüenza por ser tan insistente y quizas lo que mas le enojaba ahora mismo era que Azula era como su cómplice, pero era su culpa por programarla para obedecer las ordenes de los dos. JoJo se quedo en silencio esperando la respuesta mientras que Jayce terminaba el cableado de los guantes, miraba atentamente solo a eso como intentándose distraer de la otra situación que esperaba que no le molestara a Spitfire, por alguna razón tenia cierto miedo sobre la personalidad de esa mujer o como podría reaccionar ante esta situación.
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Re: [-Gimme a Hand?-]
Perfecto. La construcción avanzaba, podría ser lenta, pero iba como ambos deseaban.
Prestó atención al siguiente paso ejecutado por él. ¿Impresionante? ¿Esa fue la única palabra que le escuchó decir luego de ver los guantes? Podría jactarse y ahora era el momento: cuando creaba cosas ella se consideraba épica. Ahora podrían proseguir con otras piezas, claro, si un sonido de un transmisor no le hubiese interrumpido la determinación. Repentinamente al frente de sus ojos, tras un extraño diálogo por parte del alterado hombre, apareció un niño. Eso provocó que frunciera el ceño. Detallándolo fugazmente, a ese niño distorsionado y siendo proyectado por la tal Azula, no había duda de que fuera hijo del hombre presente.
Aquella pregunta la atajó de improvisto. No se lo esperaba. Además de cuidar a un hombre, para el cual estaba creando una armadura, ¿debía cuidar de un niñato de 12 años, y el colmo era que también se trataba de su hijo? Qué alguien le librase de eso, porque si no tendría que darles unos buenos zapes. Nuevamente arrugó el entrecejo con el siguiente diálogo por parte de ambos. ¿Estafadora? Si a duras penas se lograba entrar a las hazañas de Wyvern, ¿y lo era? Para rematar, una venita brotó de su sien diestra. Estaba enojada, por ello los haría sufrir.
—¿Venir y quedarte sentado? —Spitfire sonrió siniestramente, dirigiéndole una mirada sombría al chico—. Harás todo lo que te diga, niñato. Desde pulir el piso con tu lengua, hasta hacerme el té por culpa de tu padre y por decirme estafadora. —Su tono de voz, además sus palabras y actitud sin tacto, ilustraban por qué no tenía tantos amigos. A ella le importaba un bledo que fuese un niño y que ahí, en ese mismo taller, estuviese el hombre para el cual estaba trabajando—. ¿Aún quieres venir?
¿Algún día terminarían esa armadura? ¿O el niño sería el mismo infierno?
Prestó atención al siguiente paso ejecutado por él. ¿Impresionante? ¿Esa fue la única palabra que le escuchó decir luego de ver los guantes? Podría jactarse y ahora era el momento: cuando creaba cosas ella se consideraba épica. Ahora podrían proseguir con otras piezas, claro, si un sonido de un transmisor no le hubiese interrumpido la determinación. Repentinamente al frente de sus ojos, tras un extraño diálogo por parte del alterado hombre, apareció un niño. Eso provocó que frunciera el ceño. Detallándolo fugazmente, a ese niño distorsionado y siendo proyectado por la tal Azula, no había duda de que fuera hijo del hombre presente.
Aquella pregunta la atajó de improvisto. No se lo esperaba. Además de cuidar a un hombre, para el cual estaba creando una armadura, ¿debía cuidar de un niñato de 12 años, y el colmo era que también se trataba de su hijo? Qué alguien le librase de eso, porque si no tendría que darles unos buenos zapes. Nuevamente arrugó el entrecejo con el siguiente diálogo por parte de ambos. ¿Estafadora? Si a duras penas se lograba entrar a las hazañas de Wyvern, ¿y lo era? Para rematar, una venita brotó de su sien diestra. Estaba enojada, por ello los haría sufrir.
—¿Venir y quedarte sentado? —Spitfire sonrió siniestramente, dirigiéndole una mirada sombría al chico—. Harás todo lo que te diga, niñato. Desde pulir el piso con tu lengua, hasta hacerme el té por culpa de tu padre y por decirme estafadora. —Su tono de voz, además sus palabras y actitud sin tacto, ilustraban por qué no tenía tantos amigos. A ella le importaba un bledo que fuese un niño y que ahí, en ese mismo taller, estuviese el hombre para el cual estaba trabajando—. ¿Aún quieres venir?
¿Algún día terminarían esa armadura? ¿O el niño sería el mismo infierno?
- Spoiler:
- Disculpa lo corto. Realmente he tenido un bloqueo con Spit, y también no podía opinar mucho porque el tema importante de estos últimos dos posts es el hijo de Jayce. Así que por eso mi respuesta tan corta.
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