The Pretender
The Pretender
Si había un lugar mas reconocido que las oficinas de Infinity en Destiny, eran las de Wayland Industries en Wyvern, este grupo era uno enfocado a la tecnología, la gente conocía bien como se encargaba de dar las mayores comodidades tanto dentro como fuera de Aeon, aunque muchos otros rumoraban que su verdadero fin era la de adquirir los derechos del juego para dar un cambio completo a este, obteniendo ganancias multimillonarias, cobrando cuotas por el servicio, entre muchas otras mas, pero eso solo eran rumores, sus acciones eran bastante reconocidas en el juego y obviamente, vanagloriadas por quienes consumían sus productos.
Ahora ese lugar estaba en alerta roja, el motivo era la intrusión de un personaje, una sola persona, un albino bastante reconocido dentro de ese mundo virtual, K. Los motivos de este para entrar eran algo que guardaba, una información que no había comentado con nadie mas, un trabajo de una sola persona, como a el le gustaba hacerlos, ahora las alertas resonaban por los enormes pasillos mientras la figura de larga capa rojiza y cabellera gris clara se paseaba a gran velocidad. en los radios de la seguridad se escuchaban distintos movimientos, unidades de seguridad que habían sido borradas por el hábil jugador, un solo hombre estaba alterando toda una base bien resguardada. Al llegar al punto mas alto de esa enorme torre, su paso fue bloqueado por dos grandes seres con una apariencia aberrante parecida a monstruos, uno de estos le golpeo con tanta fuerza que terminó tirando al albino contra el muro y haciendo que azotara fuertemente contra la pared hasta aterrizar en el suelo. Este intento contrarrestar tales acciones pero era imposible dañar a las criaturas, quienes con dos golpes mas lo terminaron haciendo quedar en el suelo y lo sujetaron, tomando ambos brazos del albino además de pisar sus piernas para evitar que se levantara.
Pasos al final del pasillo dieron en cuenta que había alguien mas en ese lugar, una silueta que fue apareciendo a la distancia, se trataba del presidente de Wayland Industries, William Wayland, un hombre en sus 30 años, con una vestimenta hasta cierto punto elegante pero juvenil, con un pantalon y un saco de color gris, además de una camiseta blanca, con las mangas dobladas enseñando sus brazos, además de un reloj de bolsillo brillante pendiendo del lado derecho.
— Pero miren quien esta aquí— Al estar frente a el albino, los seres hicieron que este levantara la cabeza, para que observara al hombre quien solo le dedico una amplia sonrisa y con el revés de su mano soltó una fuera bofetada sobre la mejilla de este, haciendo que volteara el rostro por el impacto — ¿como era que te habían llamado? ¿ El Chico del milagro ? — Expresaba el hombre con un notable tono de burla y sarcasmo en sus palabras, aunque sin darse cuenta que aquello había hecho que el albino recordara algo.
Antes del Coliseo de PVP en la mitad del Steam, existió otro ubicado en una ciudad que buscaba emular el imperio romano, en ese lugar grandes eventos se hacían en el ese tiempo "nuevo" juego de Aeon, donde muchos entraban y participaban. Para atraer a mas gente y terminar de afianzar esta novedosa idea con aquellos que jugaban otras cosas, decidieron hacer un gran torneo en donde el ganador obtendría un premio de 5 millones de dolares, además de el permiso para vivir en Victoria, obviamente dando un departamento de regalo, pero lo mas importante, el ganador tendría el placer de conocer al mismo creador de Aeon, Howard Flynn, o mejor dicho a su avatar, Stark.
Solo había pasado un año desde el estreno de Aeon, muchos aún dudaban a entrar, pero a partir de ese torneo, mundialmente el juego se hizo conocido, muchos jugadores migraron de los "arcaicos" mmorpgs de esos tiempos para ir a Aeon, pronto estos fueron absorbidos por Infinity para llenar todo tipo de necesidades, pero ese torneo fue el inicio de la era dorada que haría que ese mundo virtual explotara en popularidad y sus números aumentaran drasticamente. El albino en ese tiempo era solo un novato que sin ninguna experiencia previa en torneos había superado a sujetos que vivían de ese tipo de torneos, fue una noticia que dio la vuelta en ese mundo virtual, fue su inicio, pronto ese nombre fue escuchado dentro del circulo de aquellos que jugaban PVP, era el rival a vencer y cada que superaba un nuevo reto, el lo enfrentaba de manera directa y lo superaba.
Pero antes de ser esa figura, fue solo un chico, que estaba nervioso de haber ganado algo tan grande en su primera oportunidad, de que el premio había sido que lo llevaran a ese lugar que mas parecía el cielo, aunque mas bien lo era, después de su victoria un carruaje con pegasos lo elevó a la gran construcción que se elevaba sobre la ciudad y estaba oculta entre las nubes, el lugar donde Stark, el avatar del creador de Aeon estaba, era un sueño hecho realidad, a pesar de que su apariencia en el juego era la de un hombre mayor, detrás de el había un chico de 14 años que no podía creer lo que había pasado y donde estaba. Elegantes pasillos con elementos dorados y de mármol daban paso al lugar de residencia, algo que parecía la representación de un enorme salón del trono, un ambiente silencioso, donde no había nada, mas que una enorme silla al fondo, al ir avanzando, el albino fue juntando mas valor hasta que llegaba frente a esta, se encontraba vacia, incluso pensó que todo había sido una broma.
— No te recomendaría tomar asiento en ese lugar, llega a ser bastante incomodo después de un rato — La voz sorprendió al albino quien solo movió el cuerpo un poco y girando la mirada intento ver de donde provenía, hasta que descubría que estaba detrás suyo, un sujeto con una apariencia de 30 o 40 años, con cabello negro bien peinado, ojos cafés y una vestimenta digna de un rey, este sin mas, camino hacía el trono, tomando asiento en este, ese era Stark, una copia idéntica del hombre que había creado ese mundo llamado Aeon. — Fue muy inteligente lo que hiciste, dar la apariencia de que eras un Gunner y que todos estuvieran al pendiente de tus habilidades con las armas, para que descuidaran que con cada golpe que te daban, te hacían mas fuerte porque en verdad eres un Warrior. — Había explicado en grandes rasgos su estrategia de victoria, tanto que dejó que temblara un poco por eso, ¿en verdad era el genio que tanto decían? Parecía ser eso, nadie mas había identificado lo que había pasado hasta que paso, después de estudiar muchas estrategias, pudo llegar a una, todos se confiarían de clases agresivas, directas, pero pocos se preocuparían de que alguien se hiciera mas fuerte con cada ataque y que pudiera descargar esto de manera brutal, todos los de la arena pensaron que su million dollar shot era un disparo cargado, cuando en realidad era una acumulación de la energía que perdía al ser atacado.
— Si señor, tiene razón — Antes de esa actitud relajada, incluso arrogante, pero ciertamente seguro de si mismo, estaba ese tipo de muestras de nerviosismo, afirmando con la cabeza un par de veces, era notable porque estaba así, no siempre se puede estar frente al creador de todo un mundo virtual. — Tu nombre es Scott, Scott Weilder ¿no? — El albino abrió por un momento los ojos, al principio se sorprendió porque había dicho su nombre, pero luego, entendió que era claro que para el "Dios" de ese mundo, lo mas fácil que podía hacer era la de identificar el nombre verdadero de cada uno de sus usuarios. — Así es… espero que no sea un problema — Había una larga historia detrás de el, su padre los había abandonado y su madre murió de cáncer, estaba junto a su hermana al cuidado de su tía en un campo de remolques a las afueras de Chicago, un lugar donde era común que estuviera la denominada white trash, el recibió la unidad de inversión de Aeon gracias a que el propio Flynn se encargó de abrir un programa bajo su fundación que daría la oportunidad a jóvenes de escasos recursos de asistir a la escuela gracias a Aeon, era la mas grande visión de su creador, tener un juego, pero que también hubiera la oportunidad de que sirviera para la vida diaria. Internamente, el estaba agradecido con ello, si había podido conocer ese fantástico mundo, había sido gracias a la ayuda que Flynn les daba.
— En lo mas mínimo, solo me da gusto saber que puedo refregarle en la cara a los inversionistas que tu eres la prueba de que todos, niños, jóvenes, mayores, incluso ancianos deben de disfrutar este mundo y que algo como dinero no tendría que ser una negación para que se aventuren en una experiencia mas allá de la vida que tienen en la realidad. — Esas palabras, esa actitud era algo que le iba a quedar marcado de por vida, pues escuchar que este era el fin de ese mundo, de boca de su mismo creador, era sorprendente y claro, algo que apoyaba y sin saberlo ahora, apoyaría a futuro. — Solo hare unos cuantos ajustes y tendrás tu cuenta de banco, el titulo del departamento a tu nombre y algunas cuantas sorpresas, aunque, creo que la mejor te la debo entregar personalmente — Aplaudió un par de veces y caminando por el salón aparecía una mujer con un vestido similar al de una aeromoza, de color azul, con cabello corto blanco y ojos dorados, era EVE, la cual cargaba un pequeño maletín de color negro en sus manos, extendiendo este hacía su creador. — Los ganadores no deben usar armas de una tienda de poca monta, estas son para ti
Al abrir el maletín, se veían dos pistolas, una brillante platinada y otra por igual brillante, pero negra, ambos mangos parecían ser personalizados para tener la apariencia de una cresta de un demonio, además que relucían brillantes cerca de la boca del cañon. — Es un premio especial, por haber hecho que recordara la razón por la que hice todo esto — El albino algo temeroso tomo ambas armas y giro estas en sus manos, quedaban como anillos a sus dedos, incluso EVE miró hacía el y le dedico una sonrisa, después de aquello, la plática fue breve, Flynn era un hombre ocupado.
Tiempo mas tarde, unos meses, Howard Flynn desapareció de manera misteriosa, dejando solo un video en que indicaba que EVE se haría cargo de todo, ella siendo el programa mas avanzado que se ha hecho, un código que el solo conocía y que había sido capaz de hacer que un ser hecho de manera digital fuera idéntico a uno verdadero. A partir de ese momento, la vida del chico detrás de K cambio de manera radical, parte de sus ganancias las dio a su hermana y su tía para que tuvieran una vida tranquila, el terminó en Victoria, donde la magia de Aeon se hacía, pronto el nombre de su personaje se hizo famoso, a tal punto que vivía de las victorias en los torneos, pero nunca olvido las palabras de ese hombre y jamás dejo de dar una cantidad de su dinero a que se apoyara a otras personas y Aeon estuviera al alcance de todos.
— ¿Te cansaste de ser el mejor jugador? El gran “soy mejor que cualquiera”. No puedo creer el nivel de estupidez que puede acumular tu cabeza para venir aquí — Wayland se divertía de ver tal situación, a tal punto que hacía que sus monstruos bajaran mas el cuerpo del albino a tal punto que le pudo poner la bota en la cara y pisotearla con esta. — Gente como tú me enferma y quería dejártelo bien claro, quieren hacer de Aeon un negocio solo para llenarse los bolsillos y joder a los que menos tienen — Al fin decía algo, riendo un poco, mirando retadoramente al sujeto que tenía delante, después de recordar su encuentro con la figura de Stark, era claro que iba a mostrar su odio a esa persona que tenía delante. — Después de todo lo que hiciste ¿crees que alguien no sumaría uno mas uno y encontraría la relación de Wayland con lo que ha pasado? La rebelión en Victoria, el ataque de robots en Wyvern y las bestias en Jairen — Esto provoco que por un momento la mirada de Wayland se llenara de rabia, aunque con un suspiro se relajaba y daba un par de aplausos lentos, sarcásticos.
Este camino de nuevo hacía el albino y con un agarre le azotaba de cara contra el suelo haciendo que un quejido sonoro fuera audible, además de sangre corriendo de la boca de este. — ¡ Bravo ¡ Pero una mente como tú, esta lejos de considerar todo lo que podríamos querer y vamos a hacer ahora, aunque de algo tienes que estar seguro, es que tienes que ponerte los pantalones de niño grande, porque viene una sacudida fuerte — Se notaba como el hombre disfrutaba esas palabras, como esa actitud segura y petulante era algo natural en el y que no le tenía miedo a cualquier cosa que fuera a hacer el albino.
Pero este no se iba a quedar quieto, elevando el rostro para mirar bien a Wayland, mostró una descomunal fuerza para soltarse del agarre de las dos criaturas y con un salto los superaba en altura, sujetando el cráneo de estos los enterro en el suelo provocando que estos terminaran vencidos, moviendo con velocidad las manos para tomar de su cintura sus armas, las mismas que le había dado años atrás el propio creador, no iba a permitir que ese sujeto se saliera con la suya, si lo eliminaba en ese mismo lugar, tendría la oportunidad de ir a su oficina y obtener toda la información para impedir que en su vida pudiera hacer algo mas en Aeon, solo tenía que hacer eso. Movió los brazos hacía adelante y preparo el disparo. — ¿Crees que todo se va arreglar con eso? Tch tch, ya tengo todo preparado, K… ¿o debo decir Scott? — Un movimiento de la mano de Wayland creaba una pantalla que mostraba un video, este era del departamento donde vivía, todo era idéntico, era algo al momento, moviéndose dentro, hasta que llegaba a donde estaba la esfera de inmersión.
— Te dije que deberías ponerte tus pantalones de niño grande… si haces una estupidez mas, entenderás que este mundo va mas allá de las lindas promesas de Flynn, este mundo lo creamos los poderosos y el mayor poder que hay, es el dinero, escoria como tu no comprendería — Se notaba como en la mano derecha, el tenía una especie de control, estaba jugando un riesgo en ese momento, era increíble para el que Wayland necesitara adueñarse de Aeon tanto que tomara medidas tan drásticas como la de eliminar en la vida real a aquellos que se oponían.
Una amplia sonrisa se encontraba en los labios del albino, era claro que eso le enfermaba, que la avaricia del otro le enfermaba, a tal punto que no podía aguantar mas estar frente a esa cara, por lo que levanto sus ojos azules y los encontró con los del otro. — Todos cometen el error de golpearme hasta el cansancio — La expresión de Wayland cambiaba poco a poco, no parecía entender lo que el otro estaba diciendo, hasta que este jalo ambos gatillos de sus armas. — Jackpot — Un fuerte rugido emano de ambas armas, al momento en que era liberado un disparo de energía que viajaba al aire a gran velocidad, hasta que impactaba de lleno en la cabeza a William Wayland, haciendo que el cuerpo inerte de ese avatar cayera al suelo.
Una explosión cimbreaba el edificio por completo, esta provenía de uno de los departamentos, las llamas arrasaron con todo destruyendo lo que hubiera a su paso, los informes posteriores de la policia indicaron que ese era el lugar donde vivía un chico llamado Scott Weilder, no había una clara causa del siniestro, consideraban que había sido una explosión de gas, pero lamentaban la perdida de una vida en esa noche.
Ahora ese lugar estaba en alerta roja, el motivo era la intrusión de un personaje, una sola persona, un albino bastante reconocido dentro de ese mundo virtual, K. Los motivos de este para entrar eran algo que guardaba, una información que no había comentado con nadie mas, un trabajo de una sola persona, como a el le gustaba hacerlos, ahora las alertas resonaban por los enormes pasillos mientras la figura de larga capa rojiza y cabellera gris clara se paseaba a gran velocidad. en los radios de la seguridad se escuchaban distintos movimientos, unidades de seguridad que habían sido borradas por el hábil jugador, un solo hombre estaba alterando toda una base bien resguardada. Al llegar al punto mas alto de esa enorme torre, su paso fue bloqueado por dos grandes seres con una apariencia aberrante parecida a monstruos, uno de estos le golpeo con tanta fuerza que terminó tirando al albino contra el muro y haciendo que azotara fuertemente contra la pared hasta aterrizar en el suelo. Este intento contrarrestar tales acciones pero era imposible dañar a las criaturas, quienes con dos golpes mas lo terminaron haciendo quedar en el suelo y lo sujetaron, tomando ambos brazos del albino además de pisar sus piernas para evitar que se levantara.
Pasos al final del pasillo dieron en cuenta que había alguien mas en ese lugar, una silueta que fue apareciendo a la distancia, se trataba del presidente de Wayland Industries, William Wayland, un hombre en sus 30 años, con una vestimenta hasta cierto punto elegante pero juvenil, con un pantalon y un saco de color gris, además de una camiseta blanca, con las mangas dobladas enseñando sus brazos, además de un reloj de bolsillo brillante pendiendo del lado derecho.
— Pero miren quien esta aquí— Al estar frente a el albino, los seres hicieron que este levantara la cabeza, para que observara al hombre quien solo le dedico una amplia sonrisa y con el revés de su mano soltó una fuera bofetada sobre la mejilla de este, haciendo que volteara el rostro por el impacto — ¿como era que te habían llamado? ¿ El Chico del milagro ? — Expresaba el hombre con un notable tono de burla y sarcasmo en sus palabras, aunque sin darse cuenta que aquello había hecho que el albino recordara algo.
9 Años Atrás
Antiguo Coliseo
Antiguo Coliseo
" Es increíble lo que estamos viendo en este lugar Max, este chico acaba de hacer un milagro "
Antes del Coliseo de PVP en la mitad del Steam, existió otro ubicado en una ciudad que buscaba emular el imperio romano, en ese lugar grandes eventos se hacían en el ese tiempo "nuevo" juego de Aeon, donde muchos entraban y participaban. Para atraer a mas gente y terminar de afianzar esta novedosa idea con aquellos que jugaban otras cosas, decidieron hacer un gran torneo en donde el ganador obtendría un premio de 5 millones de dolares, además de el permiso para vivir en Victoria, obviamente dando un departamento de regalo, pero lo mas importante, el ganador tendría el placer de conocer al mismo creador de Aeon, Howard Flynn, o mejor dicho a su avatar, Stark.
" Este chico desconocido entro en primer lugar, y logró aguantar a 50 de los mas aguerridos guerreros de Aeon participando en una batalla real, donde el terminó siendo el ganador, recuerden su nombre, porque el día de hoy hemos visto hacerse historia. K, ha ganado el torneo y tendrá la oportunidad de conocer a Stark directamente ¿quien no envidiaría su lugar? "
Solo había pasado un año desde el estreno de Aeon, muchos aún dudaban a entrar, pero a partir de ese torneo, mundialmente el juego se hizo conocido, muchos jugadores migraron de los "arcaicos" mmorpgs de esos tiempos para ir a Aeon, pronto estos fueron absorbidos por Infinity para llenar todo tipo de necesidades, pero ese torneo fue el inicio de la era dorada que haría que ese mundo virtual explotara en popularidad y sus números aumentaran drasticamente. El albino en ese tiempo era solo un novato que sin ninguna experiencia previa en torneos había superado a sujetos que vivían de ese tipo de torneos, fue una noticia que dio la vuelta en ese mundo virtual, fue su inicio, pronto ese nombre fue escuchado dentro del circulo de aquellos que jugaban PVP, era el rival a vencer y cada que superaba un nuevo reto, el lo enfrentaba de manera directa y lo superaba.
Pero antes de ser esa figura, fue solo un chico, que estaba nervioso de haber ganado algo tan grande en su primera oportunidad, de que el premio había sido que lo llevaran a ese lugar que mas parecía el cielo, aunque mas bien lo era, después de su victoria un carruaje con pegasos lo elevó a la gran construcción que se elevaba sobre la ciudad y estaba oculta entre las nubes, el lugar donde Stark, el avatar del creador de Aeon estaba, era un sueño hecho realidad, a pesar de que su apariencia en el juego era la de un hombre mayor, detrás de el había un chico de 14 años que no podía creer lo que había pasado y donde estaba. Elegantes pasillos con elementos dorados y de mármol daban paso al lugar de residencia, algo que parecía la representación de un enorme salón del trono, un ambiente silencioso, donde no había nada, mas que una enorme silla al fondo, al ir avanzando, el albino fue juntando mas valor hasta que llegaba frente a esta, se encontraba vacia, incluso pensó que todo había sido una broma.
— No te recomendaría tomar asiento en ese lugar, llega a ser bastante incomodo después de un rato — La voz sorprendió al albino quien solo movió el cuerpo un poco y girando la mirada intento ver de donde provenía, hasta que descubría que estaba detrás suyo, un sujeto con una apariencia de 30 o 40 años, con cabello negro bien peinado, ojos cafés y una vestimenta digna de un rey, este sin mas, camino hacía el trono, tomando asiento en este, ese era Stark, una copia idéntica del hombre que había creado ese mundo llamado Aeon. — Fue muy inteligente lo que hiciste, dar la apariencia de que eras un Gunner y que todos estuvieran al pendiente de tus habilidades con las armas, para que descuidaran que con cada golpe que te daban, te hacían mas fuerte porque en verdad eres un Warrior. — Había explicado en grandes rasgos su estrategia de victoria, tanto que dejó que temblara un poco por eso, ¿en verdad era el genio que tanto decían? Parecía ser eso, nadie mas había identificado lo que había pasado hasta que paso, después de estudiar muchas estrategias, pudo llegar a una, todos se confiarían de clases agresivas, directas, pero pocos se preocuparían de que alguien se hiciera mas fuerte con cada ataque y que pudiera descargar esto de manera brutal, todos los de la arena pensaron que su million dollar shot era un disparo cargado, cuando en realidad era una acumulación de la energía que perdía al ser atacado.
— Si señor, tiene razón — Antes de esa actitud relajada, incluso arrogante, pero ciertamente seguro de si mismo, estaba ese tipo de muestras de nerviosismo, afirmando con la cabeza un par de veces, era notable porque estaba así, no siempre se puede estar frente al creador de todo un mundo virtual. — Tu nombre es Scott, Scott Weilder ¿no? — El albino abrió por un momento los ojos, al principio se sorprendió porque había dicho su nombre, pero luego, entendió que era claro que para el "Dios" de ese mundo, lo mas fácil que podía hacer era la de identificar el nombre verdadero de cada uno de sus usuarios. — Así es… espero que no sea un problema — Había una larga historia detrás de el, su padre los había abandonado y su madre murió de cáncer, estaba junto a su hermana al cuidado de su tía en un campo de remolques a las afueras de Chicago, un lugar donde era común que estuviera la denominada white trash, el recibió la unidad de inversión de Aeon gracias a que el propio Flynn se encargó de abrir un programa bajo su fundación que daría la oportunidad a jóvenes de escasos recursos de asistir a la escuela gracias a Aeon, era la mas grande visión de su creador, tener un juego, pero que también hubiera la oportunidad de que sirviera para la vida diaria. Internamente, el estaba agradecido con ello, si había podido conocer ese fantástico mundo, había sido gracias a la ayuda que Flynn les daba.
— En lo mas mínimo, solo me da gusto saber que puedo refregarle en la cara a los inversionistas que tu eres la prueba de que todos, niños, jóvenes, mayores, incluso ancianos deben de disfrutar este mundo y que algo como dinero no tendría que ser una negación para que se aventuren en una experiencia mas allá de la vida que tienen en la realidad. — Esas palabras, esa actitud era algo que le iba a quedar marcado de por vida, pues escuchar que este era el fin de ese mundo, de boca de su mismo creador, era sorprendente y claro, algo que apoyaba y sin saberlo ahora, apoyaría a futuro. — Solo hare unos cuantos ajustes y tendrás tu cuenta de banco, el titulo del departamento a tu nombre y algunas cuantas sorpresas, aunque, creo que la mejor te la debo entregar personalmente — Aplaudió un par de veces y caminando por el salón aparecía una mujer con un vestido similar al de una aeromoza, de color azul, con cabello corto blanco y ojos dorados, era EVE, la cual cargaba un pequeño maletín de color negro en sus manos, extendiendo este hacía su creador. — Los ganadores no deben usar armas de una tienda de poca monta, estas son para ti
Al abrir el maletín, se veían dos pistolas, una brillante platinada y otra por igual brillante, pero negra, ambos mangos parecían ser personalizados para tener la apariencia de una cresta de un demonio, además que relucían brillantes cerca de la boca del cañon. — Es un premio especial, por haber hecho que recordara la razón por la que hice todo esto — El albino algo temeroso tomo ambas armas y giro estas en sus manos, quedaban como anillos a sus dedos, incluso EVE miró hacía el y le dedico una sonrisa, después de aquello, la plática fue breve, Flynn era un hombre ocupado.
Tiempo mas tarde, unos meses, Howard Flynn desapareció de manera misteriosa, dejando solo un video en que indicaba que EVE se haría cargo de todo, ella siendo el programa mas avanzado que se ha hecho, un código que el solo conocía y que había sido capaz de hacer que un ser hecho de manera digital fuera idéntico a uno verdadero. A partir de ese momento, la vida del chico detrás de K cambio de manera radical, parte de sus ganancias las dio a su hermana y su tía para que tuvieran una vida tranquila, el terminó en Victoria, donde la magia de Aeon se hacía, pronto el nombre de su personaje se hizo famoso, a tal punto que vivía de las victorias en los torneos, pero nunca olvido las palabras de ese hombre y jamás dejo de dar una cantidad de su dinero a que se apoyara a otras personas y Aeon estuviera al alcance de todos.
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— ¿Te cansaste de ser el mejor jugador? El gran “soy mejor que cualquiera”. No puedo creer el nivel de estupidez que puede acumular tu cabeza para venir aquí — Wayland se divertía de ver tal situación, a tal punto que hacía que sus monstruos bajaran mas el cuerpo del albino a tal punto que le pudo poner la bota en la cara y pisotearla con esta. — Gente como tú me enferma y quería dejártelo bien claro, quieren hacer de Aeon un negocio solo para llenarse los bolsillos y joder a los que menos tienen — Al fin decía algo, riendo un poco, mirando retadoramente al sujeto que tenía delante, después de recordar su encuentro con la figura de Stark, era claro que iba a mostrar su odio a esa persona que tenía delante. — Después de todo lo que hiciste ¿crees que alguien no sumaría uno mas uno y encontraría la relación de Wayland con lo que ha pasado? La rebelión en Victoria, el ataque de robots en Wyvern y las bestias en Jairen — Esto provoco que por un momento la mirada de Wayland se llenara de rabia, aunque con un suspiro se relajaba y daba un par de aplausos lentos, sarcásticos.
Este camino de nuevo hacía el albino y con un agarre le azotaba de cara contra el suelo haciendo que un quejido sonoro fuera audible, además de sangre corriendo de la boca de este. — ¡ Bravo ¡ Pero una mente como tú, esta lejos de considerar todo lo que podríamos querer y vamos a hacer ahora, aunque de algo tienes que estar seguro, es que tienes que ponerte los pantalones de niño grande, porque viene una sacudida fuerte — Se notaba como el hombre disfrutaba esas palabras, como esa actitud segura y petulante era algo natural en el y que no le tenía miedo a cualquier cosa que fuera a hacer el albino.
Pero este no se iba a quedar quieto, elevando el rostro para mirar bien a Wayland, mostró una descomunal fuerza para soltarse del agarre de las dos criaturas y con un salto los superaba en altura, sujetando el cráneo de estos los enterro en el suelo provocando que estos terminaran vencidos, moviendo con velocidad las manos para tomar de su cintura sus armas, las mismas que le había dado años atrás el propio creador, no iba a permitir que ese sujeto se saliera con la suya, si lo eliminaba en ese mismo lugar, tendría la oportunidad de ir a su oficina y obtener toda la información para impedir que en su vida pudiera hacer algo mas en Aeon, solo tenía que hacer eso. Movió los brazos hacía adelante y preparo el disparo. — ¿Crees que todo se va arreglar con eso? Tch tch, ya tengo todo preparado, K… ¿o debo decir Scott? — Un movimiento de la mano de Wayland creaba una pantalla que mostraba un video, este era del departamento donde vivía, todo era idéntico, era algo al momento, moviéndose dentro, hasta que llegaba a donde estaba la esfera de inmersión.
— Te dije que deberías ponerte tus pantalones de niño grande… si haces una estupidez mas, entenderás que este mundo va mas allá de las lindas promesas de Flynn, este mundo lo creamos los poderosos y el mayor poder que hay, es el dinero, escoria como tu no comprendería — Se notaba como en la mano derecha, el tenía una especie de control, estaba jugando un riesgo en ese momento, era increíble para el que Wayland necesitara adueñarse de Aeon tanto que tomara medidas tan drásticas como la de eliminar en la vida real a aquellos que se oponían.
Una amplia sonrisa se encontraba en los labios del albino, era claro que eso le enfermaba, que la avaricia del otro le enfermaba, a tal punto que no podía aguantar mas estar frente a esa cara, por lo que levanto sus ojos azules y los encontró con los del otro. — Todos cometen el error de golpearme hasta el cansancio — La expresión de Wayland cambiaba poco a poco, no parecía entender lo que el otro estaba diciendo, hasta que este jalo ambos gatillos de sus armas. — Jackpot — Un fuerte rugido emano de ambas armas, al momento en que era liberado un disparo de energía que viajaba al aire a gran velocidad, hasta que impactaba de lleno en la cabeza a William Wayland, haciendo que el cuerpo inerte de ese avatar cayera al suelo.
Victoria, Canada
11: 02 PM
11: 02 PM
Una explosión cimbreaba el edificio por completo, esta provenía de uno de los departamentos, las llamas arrasaron con todo destruyendo lo que hubiera a su paso, los informes posteriores de la policia indicaron que ese era el lugar donde vivía un chico llamado Scott Weilder, no había una clara causa del siniestro, consideraban que había sido una explosión de gas, pero lamentaban la perdida de una vida en esa noche.
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