Anya Schneider

Primera regla de convivencia básica con Anya: no seas un imbécil.

A menos que quieras tener un cuchillo en la garganta, claro.

Por que Anya es eso: una máquina de guerra. Su personalidad va de la mano con su actitud sombría y totalmente carente de amabilidad. Es una mujer que impone respeto aunque no lo intente. Una mirada te bastará para querer huir con el rabo entre las patas. Es respetuosa, responsable y se toma su papel de soldado muy en serio. Es una mujer independiente, pero al mismo tiempo se encuentra atada a los compromisos invisibles con algunos usuarios. Algunas veces no entiende el carácter del demonio que tiene, pero no cree que el juego tenga la culpa. Silenciosa y pacífica -al menos, la mayor parte del tiempo- es leal con aquellos que han entregado su corazón a los campos de batalla, y daría su vida por las personas que ama.

Aunque todavía no exista una.

Estratega nata e inteligente por naturaleza, Anya es funcional en cualquier ámbito de Aeon. Su habilidad nata para el control de emociones en situaciones increíblemente peligrosas le ha salvado la vida a más de uno. Tal cual, es toda una guerrera. No se da por vencido fácilmente, y una vez que tiene una idea en su cabeza, nadie puede decirle lo contrario. No le gusta matar -a menos que sea realmente necesario- y siempre prefiere dejar a sus enemigos a su suerte en algún lugar abandonado. Sin embargo, últimamente ha sentido que las cosas han cambiado. Tiene lapsos de tiempo en donde su cabeza es un rompecabezas imposible de descifrar; con jaquecas frecuentes y problemas de ansiedad. No sabe qué es lo que causa su cambio tan repentino, pero sí sabe que una vez que empieza, no termina.

Tiene a alejar a las personas. Es un lobo solitario, y no le gusta depender de nadie. Las probabilidades de que puedas hablarle sin recibir una respuesta cortante son mínimas. Si intentas algo con ella, probablemente te arrepientas mucho. Puede llegar a ser arrogante y pesimista en algunas ocasiones, pero nunca le faltará el espíritu de todo guerrero.

Limpiar y re-organizar su armamento, las peleas de entrenamiento, las misiones en solitario, los barcos pirata, Aeon, la comida del mundo humano, los escudos y las espadas, las estrategias y la valentía de las personas, el sonido de la lluvian al impactar con la tierra y los pasteles de fresa.

La gente en general. Los débiles. Las niñas ricas y tontas.

Anya es una chica atractiva.

Su rostro en forma de "V" contiene sus facciones delicadas, tal como una muñeca. Nariz pequeña, labios finos, pómulos marcados y ojos ligeramente rasgados. Éstos últimos, rodeados por una fila de pestañas largas y enchinadas. No expresan mucho, pero cuando lo hacen es como atravesar el alma del soldado. Su tez es pálida, sin llegar a ser un fantasma. No posee ninguna cicatriz de guerra o imperfección sobre su piel, y su cabello azabache enmarca su rostro a la perfección. Lo lleva corto, excusándose con la idea de que es un poco molesto para hacer maniobras o en lucha cuerpo a cuerpo.

Sobre éste, podemos decir que es toda una mujer.

Curvas que resaltan a distancia, cintura pequeña, piernas largas y torneadas. Aunque la mayor parte del tiempo utilice su uniforme, es muy atractiva. Su uniforme entonces, está conformado por unos pantalones blancos, así como una blusa ceñida del mismo color; una gran cantidad de cinturones que ajustan a la base del uniforme, sus pistoleras, una chaqueta de color bronce con la insignia de su cuadrilla, Shadow Gears, y los dos artefactos que lleva consigo, a cada lado de sus muslos.

Utiliza botas antiderrapantes, y una bufanda roja.