Storm is Coming
2 participantes
Storm is Coming
Según la grandeza de las bestias de hielo en Thuren, muchos jugadores preferían alejarse de ahí. Sin embargo, Regina deseaba probar su destreza y fuerza contra dichas criaturas para aumentar su nivel y su pericia en batalla. Si no le temía a su propia madre enojada, ¿por qué debería temerle a simples criaturas? Caminó en contra de una leve ventisca, sirviéndose de su abrigo de piel blanca y unos lentes de sol que bloqueaban la corriente gélida. A pesar del mal clima, nada parecía detenerle, y mucho menos congelarle la expresión desafiante y perseverante de su rostro caucásico.
Para poder alcanzar a los gigantes de hielo, la subcategoría conocida como los sin cabeza, debía cruzar varios kilómetros y muchas criaturas. Enfrentarse a ellos era su objetivo, simplemente porque no muchos se mostraban capaces de poder detenerlos. En su camino aparecieron dos lobos Wendigo, criaturas feroces e incluso caníbales, pero que cuando su territorio se veía afectada por un intruso, actuaban en conjunto para acabar con la amenaza —Qué molestia —emitió con voz sedosa, desenvainando su espada.
Se mantuvo de pie, sin moverse, a la par que el par de Wendigos se acercaban a ella a toda velocidad. Una vez que esgrimía Armageddon, esta brilló intensamente, liberando varios aguijones voladores contra las criaturas. Dos chillidos dolorosos eran el preámbulo a la muerte, resonando contra los glaciares de Thuren. «Falta poco», pensó mirando las coordenadas que le suministraba la lente interna de sus anteojos contra la luz, envainando la espada y echándose el cabello ondulado color fuego hacia atrás.
Se enfrentó a más lobos y otras criaturas menores y para cuando caminó otro poco más hasta alcanzar el territorio de los gigantes de Hielo, mejor conocidos como Jötnar, la suave ventisca ya había terminado. Lentamente inspeccionó el lugar, en un intento por no ser emboscada. No había nada, o eso creía; aún así, estaba alerta. «Posiblemente fueron a cazar». Observando lo que parecía ser una cueva, la guarida de los Jötnar, Regina olvidó prestar atención al territorio que se desplegaba a su espalda, de donde había venido. Rápidamente se acercó un Jötnar, que posiblemente estaba asechando por los alrededores y sintió la presencia de la intrusa. Este desplegó su espada contra el aire, generando un silbido molesto que activó los sentidos de Regina. La fémina se agachó, esquivando el ataque vertical por mero instinto.
La Knight extrajo su espada, ejecutando su famoso ataque de aguijones mortales contra el Jötnar. Esto ralentizó a la criatura, sin envenenarla; aún así, sirvió para que ella diera un salto hacia atrás, acercándose más a la cueva, y ganando terreno. Por desgracia, de entre las sombras del escondite surgió otro Jötnar que capturó en un abrazo mortal a Regina —¡Bestia asquerosa! —dijo impresionada, cayéndosele los lentes y la espada cerca de sus pies flotantes. Intentó liberarse sin poder hacerlo. ¿Sería su fin? ¡Imposible!
Para poder alcanzar a los gigantes de hielo, la subcategoría conocida como los sin cabeza, debía cruzar varios kilómetros y muchas criaturas. Enfrentarse a ellos era su objetivo, simplemente porque no muchos se mostraban capaces de poder detenerlos. En su camino aparecieron dos lobos Wendigo, criaturas feroces e incluso caníbales, pero que cuando su territorio se veía afectada por un intruso, actuaban en conjunto para acabar con la amenaza —Qué molestia —emitió con voz sedosa, desenvainando su espada.
Se mantuvo de pie, sin moverse, a la par que el par de Wendigos se acercaban a ella a toda velocidad. Una vez que esgrimía Armageddon, esta brilló intensamente, liberando varios aguijones voladores contra las criaturas. Dos chillidos dolorosos eran el preámbulo a la muerte, resonando contra los glaciares de Thuren. «Falta poco», pensó mirando las coordenadas que le suministraba la lente interna de sus anteojos contra la luz, envainando la espada y echándose el cabello ondulado color fuego hacia atrás.
Se enfrentó a más lobos y otras criaturas menores y para cuando caminó otro poco más hasta alcanzar el territorio de los gigantes de Hielo, mejor conocidos como Jötnar, la suave ventisca ya había terminado. Lentamente inspeccionó el lugar, en un intento por no ser emboscada. No había nada, o eso creía; aún así, estaba alerta. «Posiblemente fueron a cazar». Observando lo que parecía ser una cueva, la guarida de los Jötnar, Regina olvidó prestar atención al territorio que se desplegaba a su espalda, de donde había venido. Rápidamente se acercó un Jötnar, que posiblemente estaba asechando por los alrededores y sintió la presencia de la intrusa. Este desplegó su espada contra el aire, generando un silbido molesto que activó los sentidos de Regina. La fémina se agachó, esquivando el ataque vertical por mero instinto.
La Knight extrajo su espada, ejecutando su famoso ataque de aguijones mortales contra el Jötnar. Esto ralentizó a la criatura, sin envenenarla; aún así, sirvió para que ella diera un salto hacia atrás, acercándose más a la cueva, y ganando terreno. Por desgracia, de entre las sombras del escondite surgió otro Jötnar que capturó en un abrazo mortal a Regina —¡Bestia asquerosa! —dijo impresionada, cayéndosele los lentes y la espada cerca de sus pies flotantes. Intentó liberarse sin poder hacerlo. ¿Sería su fin? ¡Imposible!
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Sin lugar a dudas, una de sus diversiones era la de enfrentarse a los Jötnar en su propio territorio, era una buena manera de entretenerse y de mantener pulidas sus habilidades en todo momento, además de que no tenía que preocuparse por misiones o por algún otro deber. La estrategia era sencilla, los iba a buscar a sus cuevas, los alteraba, y se encargaba de sacarlos de su lugar para pelear con ellos con un poco mas de libertad. En este caso se había encargado de tomar un vehículo con el cual se transporto al punto donde estaban esas criaturas, se trataba de una motocicleta tipo hover que tenía tecnología de camuflaje, por lo cual llego a tal lugar sin problema, eso si, la dejo a una buena distancia de la cueva, en caso de que la necesitara o hubiera alguien mas, no sabrían que estaba presente.
Un problema usual, era la de llegar a ese lugar y encontrarse con alguien que estaba peleando con esos gigantes, mayormente eran novatos que querían hacerse "hombres" a la mala y terminaban lamentando eso, incluso a veces era divertido que le ofrecieran cosas para salvarles, bueno, en muchos casos no se negaba, después de todo, enfrentarse a esos seres era su objetivo en primer lugar, que mejor que tener un beneficio en ello. Ahora ya había llegado a ese lugar, no había mucho movimiento pero al acercarse a la cueva, todo eso cambio, un par de gigantes ya se encontraba afuera, por lo que una vez que lo vieron, se colocaron en posición de ataque, ellos eran conocidos por ser bastante territoriales.
Sacando las armas de sus fundas, las apunto en dirección de esos seres, liberando solo una carga de disparos, estas impactaron en ellos y emitieron un ruido, lanzandose a buena velocidad hacía el. El albino en respuesta se movió con agilidad para esquivar sus ataques, eran dos, pero aún así se aprovechaba del tamaño que estos tenían, además de que ya había activado su beast mode y su resistencia se aumentaba por lo que los golpes que no pudiera evitar, estaban canalizando energía para su beneficio. Ya después de ganar una buena distancia con la cueva, vio hacía ese par de seres y sacudió sus manos por un momento.
— Es hora de terminar esto — Cambiando la forma en que afrontaba la batalla, se lanzó hacía estos seres y comenzó a intercambiar ataques, su velocidad se reducía un poco, permitiendo que estos seres le impactaran ataques, para con ellos alimentar a otra de sus habilidades, aunque sentía que no iba a ser necesario usar esta, pues no parecía ser que eran Jötnar de bajo nivel. Por esto, mejor dejo de gastar tiempo y activo su Gun Revolution, pero en lugar de usar sus pistolas, enfundo estas, solo para tomar de su espalda un par de largas escopetas, las cuales descargó contra estos seres a gran velocidad, notandose como estas parecían estar cubiertas por un resplandor rojizo. Gracias a esta habilidad, no necesitaba hacer una recarga y la cantidad de disparos que efectuaba sumado a la velocidad, hacía que en cosa de nada los seres terminaran colapsando, una victoria por ahora.
No iba a dejar esto solo así, claro que no, había una cueva llena de esos seres y que le podrían dar mucha diversión, por lo que a un buen paso regreso hacía ese lugar, ahora no había nada en la entrada, por lo que tendría que entrar, algo que no le emocionaba mucho. Cuando ya la distancia con la cueva era corta, escucho un grito femenino, por lo que afilo la mirada, descubriendo que una mujer pelirroja parecía estar recibiendo un "cariñoso" abrazo de uno de esos gigantes, aunque una vez que enfocó bien su mirar, descubrió quien era la victima, nada mas y nada menos que la Bloody Queen, claro que había escuchado hablar de ella, aunque no tenía el "gusto" de tratar con una persona tan reconocida en Aeon.
— Once In a Life time — Levantaba los hombros solo un poco y a paso rápido se dirigía hacía ese lugar, viendo como un Jötnar se ponía delante para evitar que hiciera algo para ayudar a la mujer, pero ante eso, su sonrisa se hizo mucho mas amplia que antes, lanzandose en dirección de este ser y extendiendo hacía este el brazo diestro el cual aun tenía enfundada una de las escopetas. — Jackpot — Con un tono burlón de voz jalaba el gatillo pero en lugar de disparar una bala, liberaba toda la energía que concentró en su beast mode en un solo disparo, el cual salió con un potente rugido del arma y como una bala de energía rojiza, atravesó al enorme ser, dejando un enorme hueco en su vientre, mas no era todo, el ataque había sido preparado de tal modo que ese disparo fue lo suficientemente potente como para no solo atravesar a ese ser, si no para también afectar los brazos del ser que estaba abrazando a la mujer, claro, no iba a encargarse de hacer todo el trabajo, ahora ella tenía que aprovechar esa ventaja y que le había "suavizado" al oponente.
Un problema usual, era la de llegar a ese lugar y encontrarse con alguien que estaba peleando con esos gigantes, mayormente eran novatos que querían hacerse "hombres" a la mala y terminaban lamentando eso, incluso a veces era divertido que le ofrecieran cosas para salvarles, bueno, en muchos casos no se negaba, después de todo, enfrentarse a esos seres era su objetivo en primer lugar, que mejor que tener un beneficio en ello. Ahora ya había llegado a ese lugar, no había mucho movimiento pero al acercarse a la cueva, todo eso cambio, un par de gigantes ya se encontraba afuera, por lo que una vez que lo vieron, se colocaron en posición de ataque, ellos eran conocidos por ser bastante territoriales.
Sacando las armas de sus fundas, las apunto en dirección de esos seres, liberando solo una carga de disparos, estas impactaron en ellos y emitieron un ruido, lanzandose a buena velocidad hacía el. El albino en respuesta se movió con agilidad para esquivar sus ataques, eran dos, pero aún así se aprovechaba del tamaño que estos tenían, además de que ya había activado su beast mode y su resistencia se aumentaba por lo que los golpes que no pudiera evitar, estaban canalizando energía para su beneficio. Ya después de ganar una buena distancia con la cueva, vio hacía ese par de seres y sacudió sus manos por un momento.
— Es hora de terminar esto — Cambiando la forma en que afrontaba la batalla, se lanzó hacía estos seres y comenzó a intercambiar ataques, su velocidad se reducía un poco, permitiendo que estos seres le impactaran ataques, para con ellos alimentar a otra de sus habilidades, aunque sentía que no iba a ser necesario usar esta, pues no parecía ser que eran Jötnar de bajo nivel. Por esto, mejor dejo de gastar tiempo y activo su Gun Revolution, pero en lugar de usar sus pistolas, enfundo estas, solo para tomar de su espalda un par de largas escopetas, las cuales descargó contra estos seres a gran velocidad, notandose como estas parecían estar cubiertas por un resplandor rojizo. Gracias a esta habilidad, no necesitaba hacer una recarga y la cantidad de disparos que efectuaba sumado a la velocidad, hacía que en cosa de nada los seres terminaran colapsando, una victoria por ahora.
No iba a dejar esto solo así, claro que no, había una cueva llena de esos seres y que le podrían dar mucha diversión, por lo que a un buen paso regreso hacía ese lugar, ahora no había nada en la entrada, por lo que tendría que entrar, algo que no le emocionaba mucho. Cuando ya la distancia con la cueva era corta, escucho un grito femenino, por lo que afilo la mirada, descubriendo que una mujer pelirroja parecía estar recibiendo un "cariñoso" abrazo de uno de esos gigantes, aunque una vez que enfocó bien su mirar, descubrió quien era la victima, nada mas y nada menos que la Bloody Queen, claro que había escuchado hablar de ella, aunque no tenía el "gusto" de tratar con una persona tan reconocida en Aeon.
— Once In a Life time — Levantaba los hombros solo un poco y a paso rápido se dirigía hacía ese lugar, viendo como un Jötnar se ponía delante para evitar que hiciera algo para ayudar a la mujer, pero ante eso, su sonrisa se hizo mucho mas amplia que antes, lanzandose en dirección de este ser y extendiendo hacía este el brazo diestro el cual aun tenía enfundada una de las escopetas. — Jackpot — Con un tono burlón de voz jalaba el gatillo pero en lugar de disparar una bala, liberaba toda la energía que concentró en su beast mode en un solo disparo, el cual salió con un potente rugido del arma y como una bala de energía rojiza, atravesó al enorme ser, dejando un enorme hueco en su vientre, mas no era todo, el ataque había sido preparado de tal modo que ese disparo fue lo suficientemente potente como para no solo atravesar a ese ser, si no para también afectar los brazos del ser que estaba abrazando a la mujer, claro, no iba a encargarse de hacer todo el trabajo, ahora ella tenía que aprovechar esa ventaja y que le había "suavizado" al oponente.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Apretó fuertemente los dientes, demostrando su gran descontento con lo sucedido. Estaba a punto de ser llevada al interior de la cueva, en donde posiblemente le “devorarían”. Pero, más que el riesgo de eso, le enojaba sumamente que le hubiesen tomado tan desprevenida. Entonces, cuando pensó que era inminente que le secuestraran —porque jamás iba a rendirse y ser devorada tan fácilmente— escuchó un fuerte estruendo proveniente del Jötnar que le había atacado primero. Se impresionó ligeramente, depositando su mirada en la figura gélida y lejana de en frente; e inmediatamente una fuerte energía o algo lo suficientemente potente perforó a la criatura. Dicho sea de paso, en fracción de segundos, ese ataque también inmovilizó los brazos de la bestia de hielo que le capturó, la cual ahora le soltó.
Una vez liberada, cayó sobre la rodilla derecha encima de la nieve. Como su espada estaba prácticamente a la mano, no le costó tomar la empuñadura de esta. Viró en su propio eje, lanzando directamente la punta de Armageddon contra el corazón de la criatura, atravesándolo violentamente. A medida que la hoja brillaba, Regina se levantó con rapidez y clavó más y más la espada sangrienta, la cual absorbió casi en un instante la vitalidad de la criatura, eliminándola. Después de eso, perfectamente sintió cómo su experiencia aumentaba considerablemente. Sin lugar a dudas esas criaturas eran para players con alto nivel, porque amigables no eran y mucho menos cariñosas.
Envainó a la espada ropera, se agachó un poco para recuperar sus lentes y guardarlos en un compartimiento dentro de su cintón. Luego se acomodó el abrigo, limpiándose la suciedad y la nieve, hasta dejarlo impecable muy fácilmente. Una vez hecho esto, se volvió para observar de quién o qué se trataba el ser que le salvó. Aguzó la mirada, clavando los ojos carmesí en la figura del hombre albino, aparentemente un player. «Qué cosas. Tratando de deberle nada a nadie, y aquí me encuentro a punto de extenderle la mano a ese hombre», pensó completamente decepcionada de sí misma —¿Cuál es—¡! —trató de inquirir, apenas elevando la voz. Repentinamente el viento gélido ululó y anunció la llegada de una fortísima ventisca —¡Ven! —aunque detestara deberle algo a alguien, cumplía sus promesas —a pesar de que no le ha dicho nada al hombre— así que tenía clara intenciones de ayudarle y pagarle el favor. Le hizo una seña con la mano, internándose en la cueva cercana. Posiblemente aparecerían más Jötnar, sin embargo, era mejor acabar con las criaturas y evitar que un monstruo más poderoso que los gigantes de hielo apareciera entre la ventisca —o trajera esta— y los acabara en un santiamén.
Una vez liberada, cayó sobre la rodilla derecha encima de la nieve. Como su espada estaba prácticamente a la mano, no le costó tomar la empuñadura de esta. Viró en su propio eje, lanzando directamente la punta de Armageddon contra el corazón de la criatura, atravesándolo violentamente. A medida que la hoja brillaba, Regina se levantó con rapidez y clavó más y más la espada sangrienta, la cual absorbió casi en un instante la vitalidad de la criatura, eliminándola. Después de eso, perfectamente sintió cómo su experiencia aumentaba considerablemente. Sin lugar a dudas esas criaturas eran para players con alto nivel, porque amigables no eran y mucho menos cariñosas.
Envainó a la espada ropera, se agachó un poco para recuperar sus lentes y guardarlos en un compartimiento dentro de su cintón. Luego se acomodó el abrigo, limpiándose la suciedad y la nieve, hasta dejarlo impecable muy fácilmente. Una vez hecho esto, se volvió para observar de quién o qué se trataba el ser que le salvó. Aguzó la mirada, clavando los ojos carmesí en la figura del hombre albino, aparentemente un player. «Qué cosas. Tratando de deberle nada a nadie, y aquí me encuentro a punto de extenderle la mano a ese hombre», pensó completamente decepcionada de sí misma —¿Cuál es—¡! —trató de inquirir, apenas elevando la voz. Repentinamente el viento gélido ululó y anunció la llegada de una fortísima ventisca —¡Ven! —aunque detestara deberle algo a alguien, cumplía sus promesas —a pesar de que no le ha dicho nada al hombre— así que tenía clara intenciones de ayudarle y pagarle el favor. Le hizo una seña con la mano, internándose en la cueva cercana. Posiblemente aparecerían más Jötnar, sin embargo, era mejor acabar con las criaturas y evitar que un monstruo más poderoso que los gigantes de hielo apareciera entre la ventisca —o trajera esta— y los acabara en un santiamén.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
El plan había salido pedido a boca, ella se soltó eliminando a la criatura con gran facilidad, mientras el solo colocaba e nuevo las escopetas en la posición original, tras su espalda, sujetadas por un par de correas que las mantenían puestas en ese lugar, el peligro se había terminado, aunque eso no quitaba el hecho de que quisiera encargarse de unos cuantos mas de esos gigantes, mas ahora tenía a una "estrella" frente a el, que bien conocía su fama alrededor de Aeon y especialmente del grupo al que pertenecía, donde jugadores como el, eran hechos menos y en la mayoría de los casos eran cazados por sus conductas "salvajes", tampoco era algo sorpresivo el hecho de que ya varias veces hubieran ido a buscar pelea, obviamente, terminaron sucumbiendo, muchos de ellos solo derrotados, mientras los mas necios, tuvieron que sufrir el Game Over.
Las palabras de ella le sacaron de su momento de reflexión e hicieron que avanzara un tanto mas, adentrándose a la cueva, ya había entrado muchas veces antes a ella, pero tampoco era como si fuera experto y conociera todo su interior, no, no había llegado tan profundo y muchas historias existían sobre monstruos de gran nivel o de un rey Jötnar que solo podía ser enfrentado con una party de varios jugadores de los mas altos niveles. Ahora, tendría el "gusto" de saber cuantas de esas leyendas urbanas entre jugadores y programas eran ciertas, pues el exterior parecía ser que estaba siendo alterado por una muy fuerte tormenta, que seguro sería capaz de hacer que con solo dar un paso fuera de la cueva, perdieran su ubicación o peor aún, fueran atacados por algún enemigo.
— Mas adelante habrán mas, pero si no nos movemos, corremos el riesgo que haya un respawn masivo y nos superen por número — Era señalar lo obvio, si, pero había que tener bien clara la situación en la que estaban, lo mejor era empezar a moverse para buscar otra salida mientras pasaba la tormenta, pues muchas veces se daba el caso que en estos lugares en que hay seres de nivel alto, el respawn es algo que puede variar, o solo pueden crearse una cantidad igual a los monstruos que fueron vencidos, o una cantidad mayor, esto para hacer que sea mas divertido, además que los tiempos en que se hacía esto no eran conocidos, asi evitaban que hubieran usuarios que vivieran solo cazando de forma "programada".
Con pasos lentos comenzó a caminar mas hacía el interior de la cueva, tampoco era que la forzara a seguir, si ella quería esperar, era libre de hacerlo, pero por su cuenta, iba a buscar otra salida, además, tenía sabido que había un pequeño pueblo cerca de su localización, quizá existía un modo en que alguna otra salida de la cueva llevara a este lugar de forma mas segura, ahora solo era cuestión de especular e intentar.
Las palabras de ella le sacaron de su momento de reflexión e hicieron que avanzara un tanto mas, adentrándose a la cueva, ya había entrado muchas veces antes a ella, pero tampoco era como si fuera experto y conociera todo su interior, no, no había llegado tan profundo y muchas historias existían sobre monstruos de gran nivel o de un rey Jötnar que solo podía ser enfrentado con una party de varios jugadores de los mas altos niveles. Ahora, tendría el "gusto" de saber cuantas de esas leyendas urbanas entre jugadores y programas eran ciertas, pues el exterior parecía ser que estaba siendo alterado por una muy fuerte tormenta, que seguro sería capaz de hacer que con solo dar un paso fuera de la cueva, perdieran su ubicación o peor aún, fueran atacados por algún enemigo.
— Mas adelante habrán mas, pero si no nos movemos, corremos el riesgo que haya un respawn masivo y nos superen por número — Era señalar lo obvio, si, pero había que tener bien clara la situación en la que estaban, lo mejor era empezar a moverse para buscar otra salida mientras pasaba la tormenta, pues muchas veces se daba el caso que en estos lugares en que hay seres de nivel alto, el respawn es algo que puede variar, o solo pueden crearse una cantidad igual a los monstruos que fueron vencidos, o una cantidad mayor, esto para hacer que sea mas divertido, además que los tiempos en que se hacía esto no eran conocidos, asi evitaban que hubieran usuarios que vivieran solo cazando de forma "programada".
Con pasos lentos comenzó a caminar mas hacía el interior de la cueva, tampoco era que la forzara a seguir, si ella quería esperar, era libre de hacerlo, pero por su cuenta, iba a buscar otra salida, además, tenía sabido que había un pequeño pueblo cerca de su localización, quizá existía un modo en que alguna otra salida de la cueva llevara a este lugar de forma mas segura, ahora solo era cuestión de especular e intentar.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Dentro de la cueva, un pensamiento familiar le azotó. Sentía que ya había visto a ese hombre en alguna parte. Curiosamente, nunca olvidaba un rostro; pero esta vez la incertidumbre revoloteaba en su mente, como un espejo que refleja la fisonomía de alguien y no revela en realidad quién es esa persona. ¿Solo lo estaba asociando con rumores y palabras de boca de un tercero? Era lo más cercano a decir debido a su especie de laguna mental. Sin embargo, existía esa posibilidad. En fin. En ese instante lo mejor era sobrevivir que estar de pedante o caprichosa. Es lo correcto.
Claramente escuchó lo que él dijo, por lo que solo le dedicó una mirada por encima del hombro. Asimismo, se dispuso a caminar, atravesando esa cueva desconocida —estaba más que claro que no iba a detenerse en plena entrada—. Así fue como accedió a acompañarle. Mientras sus pies se movían, escuchando el resonar de los zapatos ajenos, pensó porqué él remarcó lo obvio. Esa zona era peligrosa, especialmente porque los Jötnar no eran un asunto del cual bromear. Si ellos eran horripilantes, más aún se apreciaba el sistema de spawn de aeon que era algo diferente al de otros juegos, casi como si tuviese vida propia. Y fue por ello que no apuntó nada en contra de él o dijo algún pero. Era simple el asunto, de cuidado.
Inhaló, percibiendo que el pútrido olor de esa cueva era molesto, asqueroso. Sin lugar a dudas esas criaturas sin cabezas no se bañaban para nada o, en cuanto a la limpieza, sus habilidades eran cero —¿Cuál es vuestro nombre? —inquirió educadamente, siempre utilizando un dialecto sostenido, a la par que aún caminaba y miraba al frente, pendiente de la más mínima señal de monstruos. Bueno, a fin de cuentas le debía algo y esa sería una minúscula razón —de las tantas— por la cual también le preguntaba su nombre de dicha manera. Si iban a salir juntos, o a buscar una salida, incluso pelear espalda contra espalda dentro de esa cueva, al menos hablar un poco y conocer al fugaz compañero no estaba mal.
Claramente escuchó lo que él dijo, por lo que solo le dedicó una mirada por encima del hombro. Asimismo, se dispuso a caminar, atravesando esa cueva desconocida —estaba más que claro que no iba a detenerse en plena entrada—. Así fue como accedió a acompañarle. Mientras sus pies se movían, escuchando el resonar de los zapatos ajenos, pensó porqué él remarcó lo obvio. Esa zona era peligrosa, especialmente porque los Jötnar no eran un asunto del cual bromear. Si ellos eran horripilantes, más aún se apreciaba el sistema de spawn de aeon que era algo diferente al de otros juegos, casi como si tuviese vida propia. Y fue por ello que no apuntó nada en contra de él o dijo algún pero. Era simple el asunto, de cuidado.
Inhaló, percibiendo que el pútrido olor de esa cueva era molesto, asqueroso. Sin lugar a dudas esas criaturas sin cabezas no se bañaban para nada o, en cuanto a la limpieza, sus habilidades eran cero —¿Cuál es vuestro nombre? —inquirió educadamente, siempre utilizando un dialecto sostenido, a la par que aún caminaba y miraba al frente, pendiente de la más mínima señal de monstruos. Bueno, a fin de cuentas le debía algo y esa sería una minúscula razón —de las tantas— por la cual también le preguntaba su nombre de dicha manera. Si iban a salir juntos, o a buscar una salida, incluso pelear espalda contra espalda dentro de esa cueva, al menos hablar un poco y conocer al fugaz compañero no estaba mal.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Ni siquiera volteo su cabeza, ya estaba escuchando los pasos de la mujer detrás, por lo que continuo a un buen paso, mirando a su alrededor, había de todo en los muros de la cueva, partes golpeadas, rasgadas, incluso algunos "dibujos" que parecía que habían sido hechos por un infante, pero que fueron hecho por esas "bestias" , cosa que era bastante sorpresiva, el ver el panorama y pensar en todo esto le hacía ignorar el horrible aroma que había en el lugar, incluso pudo sentir que su estomago se revolvía un tanto pues había lugares donde el olor era pestilente y simplemente nauseabundo.
Aunque después de una distancia, el aroma había pasado, ¿acaso en este lugar ya no habían mas Jötnar ? Quizá, lo cual le parecía extraño pues hasta ahora no han encontrado mas y ese aroma había desaparecido, no quería pensar en mucho sobre esto, aunque fue inevitable pensar en que quizá la entrada era algo así como el baño, pero... mejor evitar eso y mejor responder a la pregunta de ella, que había dejado por un momento en el aire, pues no iba a abrir la boca justo cuando estaba pasando por la parte en que el aroma era mas asqueroso.
— Creí que lo sabrías, la mayoría de los hombres de tu grupo lo saben — La manera en que decía estas palabras no eran agresivas, ni rencorosas, era un tono tranquilo, incluso bromista, sin ninguna seña de mala sangre en sus palabras, pues después de todo, era una verdad, varias veces había sido atacado por hombres de tal grupo y en todas había terminado venciendo, algunas con mas facilidad que otras, por ello se le hacía bastante extraño que ella no supiera tal información. — K ... supongo que no hay mas quien tenga un nombre así por aquí, o eso es lo que quiere creer — Giro un poco la mirada, de cierto modo el estar en una zona en que no había PvP le hacía estar un tanto mas tranquilo, pues no había modo de que pudiera hacerle daño de modo directo a menos de que entraran en un duelo y para ello, el tendría que ser notificado de eso, por tal razón no tenía que preocuparse por ataques a traición o por sorpresa, pero tampoco era como si fuera a quitar un ojo de su compañia, pues ya había tenido una mala relación con los suyos.
Aunque después de una distancia, el aroma había pasado, ¿acaso en este lugar ya no habían mas Jötnar ? Quizá, lo cual le parecía extraño pues hasta ahora no han encontrado mas y ese aroma había desaparecido, no quería pensar en mucho sobre esto, aunque fue inevitable pensar en que quizá la entrada era algo así como el baño, pero... mejor evitar eso y mejor responder a la pregunta de ella, que había dejado por un momento en el aire, pues no iba a abrir la boca justo cuando estaba pasando por la parte en que el aroma era mas asqueroso.
— Creí que lo sabrías, la mayoría de los hombres de tu grupo lo saben — La manera en que decía estas palabras no eran agresivas, ni rencorosas, era un tono tranquilo, incluso bromista, sin ninguna seña de mala sangre en sus palabras, pues después de todo, era una verdad, varias veces había sido atacado por hombres de tal grupo y en todas había terminado venciendo, algunas con mas facilidad que otras, por ello se le hacía bastante extraño que ella no supiera tal información. — K ... supongo que no hay mas quien tenga un nombre así por aquí, o eso es lo que quiere creer — Giro un poco la mirada, de cierto modo el estar en una zona en que no había PvP le hacía estar un tanto mas tranquilo, pues no había modo de que pudiera hacerle daño de modo directo a menos de que entraran en un duelo y para ello, el tendría que ser notificado de eso, por tal razón no tenía que preocuparse por ataques a traición o por sorpresa, pero tampoco era como si fuera a quitar un ojo de su compañia, pues ya había tenido una mala relación con los suyos.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
«Para no tener cabeza, ya han desarrollado una especie de lenguaje», pensó al dedicarle una que otra mirada a las mugrientas paredes, apreciando los grabados dislocados que parecían sombras proyectadas por la luz o entidades congeladas contra las paredes rocosas. Entonces, ¿en dónde tenían el cerebro? En fin. Solo fue una pregunta pasajera, a la cual no iba a dedicarle una investigación o escribir un libro por muy interesante que fuera el asunto. Había cosas más importantes, como salir y/o acabar a los Jötnar que se les atravesara en el camino.
Las palabras curiosas de aquel hombre despertaron sus responsabilidades dentro del Sanctum; tampoco era de extrañarse que muchos le conociera, ella como Knight de un gremio poderoso. ¿Por qué no le recordaba o conocía si el Sanctum sabía de él? ¿Exactamente quién era él? Y no tardó mucho en venir la respuesta. «K», un nombre simple y nada común, pero bastante conocido entre los de su gremio. Una simple letra que se pronunciaba qui, levantó de un ensueño a su curiosidad y orgullo. Sí, K. Era ese famoso K, al que nunca le dedicó un tiempo para ver su físico en aeon, para poder identificarlo, pues Nikolas le había prohibido enfrentarse a él —con la posibilidad de que el mismo líder quisiera cobrar la cabeza de K por gran guerrero que era, lo cual tampoco sería algo extraño— y porque, sí el líder le permitía ejecutar tal tarea o si lo veía, ella no iba a detenerse... No obstante, presentía que había algo más detrás de todo eso, especialmente porque otros integrantes se enfrentaban al guerrero. Ese Warrior cuyo nombre y proezas solamente conocía de rumores, pero convenciéndose después de la prohibición del líder que el Warrior no era su objetivo porque aún existían players más llamativos y difíciles de vencer que él —o eso alegaba ella porque nunca lo había visto pelear verdaderamente con otro player—. Aquel hombre con el cual no tuvo problemas personales desde que le rescató, hasta ahora... Justo al saber quién era realmente.
De repente se detuvo de lleno, deslizando sus dedos diestros enguantados sobre la empuñadura de Armagedon. Iba a hacer algo estúpido, sin embargo, él estaba en la lista de individuos bélicos y debía ponerle fin a sus actos caóticos. ¿Acaso era necesario desobedecer las órdenes de Nikolas y luchar contra K, para subir de rango o seguir al pie de la letra las reglas del Sanctum? Qué contradictorio. Aunque de seguro, si le invitaba a un duelo, le exiliarían. Finalmente llamó a la prudencia, alejando la mano de su espada ropera —Debo tener tan mala suerte como para ser salvada por ti —Su voz fue gélida. Entonces, volvió a caminar, dedicándole una mirada de desaprobación. No había necesidad de informarle cuál era su propio nombre, a sabiendas que él se había enfrentado millonésimas veces contra los integrantes del gremio sagrado.
Las palabras curiosas de aquel hombre despertaron sus responsabilidades dentro del Sanctum; tampoco era de extrañarse que muchos le conociera, ella como Knight de un gremio poderoso. ¿Por qué no le recordaba o conocía si el Sanctum sabía de él? ¿Exactamente quién era él? Y no tardó mucho en venir la respuesta. «K», un nombre simple y nada común, pero bastante conocido entre los de su gremio. Una simple letra que se pronunciaba qui, levantó de un ensueño a su curiosidad y orgullo. Sí, K. Era ese famoso K, al que nunca le dedicó un tiempo para ver su físico en aeon, para poder identificarlo, pues Nikolas le había prohibido enfrentarse a él —con la posibilidad de que el mismo líder quisiera cobrar la cabeza de K por gran guerrero que era, lo cual tampoco sería algo extraño— y porque, sí el líder le permitía ejecutar tal tarea o si lo veía, ella no iba a detenerse... No obstante, presentía que había algo más detrás de todo eso, especialmente porque otros integrantes se enfrentaban al guerrero. Ese Warrior cuyo nombre y proezas solamente conocía de rumores, pero convenciéndose después de la prohibición del líder que el Warrior no era su objetivo porque aún existían players más llamativos y difíciles de vencer que él —o eso alegaba ella porque nunca lo había visto pelear verdaderamente con otro player—. Aquel hombre con el cual no tuvo problemas personales desde que le rescató, hasta ahora... Justo al saber quién era realmente.
De repente se detuvo de lleno, deslizando sus dedos diestros enguantados sobre la empuñadura de Armagedon. Iba a hacer algo estúpido, sin embargo, él estaba en la lista de individuos bélicos y debía ponerle fin a sus actos caóticos. ¿Acaso era necesario desobedecer las órdenes de Nikolas y luchar contra K, para subir de rango o seguir al pie de la letra las reglas del Sanctum? Qué contradictorio. Aunque de seguro, si le invitaba a un duelo, le exiliarían. Finalmente llamó a la prudencia, alejando la mano de su espada ropera —Debo tener tan mala suerte como para ser salvada por ti —Su voz fue gélida. Entonces, volvió a caminar, dedicándole una mirada de desaprobación. No había necesidad de informarle cuál era su propio nombre, a sabiendas que él se había enfrentado millonésimas veces contra los integrantes del gremio sagrado.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Pronto los pasos le llevaron a lo que parecía ser un tunel de cristal, el cual había pasado periódicamente de ser solo piedra, a piedra con hielo y luego solamente a Cristal, toda la forma de este lugar era algo que claramente le estaba siendo bastante interesante, por lo que su mirada intentaba analizar todos los pequeños detalles que había en su entorno, incluso podía apreciar que algunos de esos cristales tenían una apariencia especial, única, que no era nueva para sus ojos, ya anteriormente había visto que algunos accesorios tenían algunas piedras iguales.
Claro que no bajo la guardia con tales acciones, de vez en cuando volteaba el rostro en dirección de la mujer de cabellos rojos para apreciar lo que hacía, hasta que entonces escucho que los pasos se detuvieron, volteando su mirar hacía adelante y llevando las manos hacía su propia nuca, continuando con su caminata, pero mas lenta, ubicando las manos cerca de las escopetas que cargaba en su espalda aunque sin hacer esto una acción notoria, si ella quería una pelea, se la iba a dar, sin importar que se encontraran en un lugar desconocido y peligroso, de cierto modo, la idea de tener un enfrentamiento con ella, en un lugar tan extraño, era algo que le llamaba bastante la atención.
— Tranquila, juro que esta situación no saldrá de aquí — Movía entonces una de las manos para elevar esta y dejarla extendida como si se tratara de un juramento, no era mucho que le gustara la idea de ir de bravucón a presumir que había salvado a la Bloody Queen, además, nunca sabía cuando iba a estar en una situación similar, al estar tan acostumbrado a las peleas, conocía bien los riesgos y que en algún momento pueden pasar cosas que no estaban dentro de lo planeado.
Bajo con lentitud su brazo para de vuelta poner esta junto a la otra, descansando en su nuca, continuando por ese tunel de cristal, hasta que de pronto se detuvo de golpe. — Fin del camino — Con un movimiento de talones se giraba para ver hacía ella y con un ademán de la mano enseñar que delante suyo había una caida de un buen tamaño, mostrándose como había restos de un puente, el cual parecía haber sido destruido.
Claro que no bajo la guardia con tales acciones, de vez en cuando volteaba el rostro en dirección de la mujer de cabellos rojos para apreciar lo que hacía, hasta que entonces escucho que los pasos se detuvieron, volteando su mirar hacía adelante y llevando las manos hacía su propia nuca, continuando con su caminata, pero mas lenta, ubicando las manos cerca de las escopetas que cargaba en su espalda aunque sin hacer esto una acción notoria, si ella quería una pelea, se la iba a dar, sin importar que se encontraran en un lugar desconocido y peligroso, de cierto modo, la idea de tener un enfrentamiento con ella, en un lugar tan extraño, era algo que le llamaba bastante la atención.
— Tranquila, juro que esta situación no saldrá de aquí — Movía entonces una de las manos para elevar esta y dejarla extendida como si se tratara de un juramento, no era mucho que le gustara la idea de ir de bravucón a presumir que había salvado a la Bloody Queen, además, nunca sabía cuando iba a estar en una situación similar, al estar tan acostumbrado a las peleas, conocía bien los riesgos y que en algún momento pueden pasar cosas que no estaban dentro de lo planeado.
Bajo con lentitud su brazo para de vuelta poner esta junto a la otra, descansando en su nuca, continuando por ese tunel de cristal, hasta que de pronto se detuvo de golpe. — Fin del camino — Con un movimiento de talones se giraba para ver hacía ella y con un ademán de la mano enseñar que delante suyo había una caida de un buen tamaño, mostrándose como había restos de un puente, el cual parecía haber sido destruido.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Imposible. No iba a luchar, porque a raíz de sus pensamientos, tomó la decisión de no iniciar un duelo. Precisamente era más sensato salir de aquel lugar con ayuda de K, aunque fuese un warrior; en vez de perecer y ser reiniciada. «Realmente no sé porqué me ayuda, si somos enemigos acérrimos», curiosamente no estuvo al tanto de las acciones de él, quien aparentemente se estaba cuidando. Estaba zanjando todo ese asunto de enemistad construida desde los inicios de aeon, para cooperar en la búsqueda de la salida.
El escenario cambió un poco, pareciendo la viva imagen de una esfera de cristal, y con aire de obviedad siendo ellos los objetos encerrados. Encontró interesante la familiaridad que le brindaba la imagen del cristal, evocando la posibilidad de que muchos Whitesmith experimentados se aventuraban a dicha cueva para crear objetos con aquel material transparente. Sí, eran la clase de objetos y armas que te drenaban la billetera y la cuenta en el banco de aeon.
De repente escuchó que los pasos ajenos cesaron de sonar, lo que provocó que ella también se detuviera, encarando al warrior. Le escuchó atentamente, con rostro casi ausente, a la par que se movió un poco a un lado para desviar los ojos carmesí de la fisonomía ajena y dedicarle una mirada al camino que se desplegaba detrás de él. Claro, si es que existiera algún camino. Los vestigios de un puente se asomaban y la distancia entre ambas elevaciones rocosas no era pronunciada, seguía siendo un peligro saltar hasta el otro lado.
Caminó con paso tranquilo hacia el borde, apreciando la caída. Era la boca de un lobo, prácticamente, por lo que no fue capaz de ver el fondo. Luego observó el otro lado, viendo cuerdas amarradas alrededor de dos rocas que servían para sostener el puente. Cuando viró el rostro, notó que detrás de unas rocas cercanas al borde habían varias cuerdas usadas, cadenas y una especie de gancho. No dudó en acercarse a los objetos, y tomarlos. Supuso que algún player o programa dejó eso ahí para la próxima —Creo que esto servirá —le dijo a K, acercándose de nueva cuenta al warrior y dejando los objetos a los pies de ambos. Primero, lo que tenían que hacer era armar una especie de cuerda larga con gacho y lo demás era más que evidente.
El escenario cambió un poco, pareciendo la viva imagen de una esfera de cristal, y con aire de obviedad siendo ellos los objetos encerrados. Encontró interesante la familiaridad que le brindaba la imagen del cristal, evocando la posibilidad de que muchos Whitesmith experimentados se aventuraban a dicha cueva para crear objetos con aquel material transparente. Sí, eran la clase de objetos y armas que te drenaban la billetera y la cuenta en el banco de aeon.
De repente escuchó que los pasos ajenos cesaron de sonar, lo que provocó que ella también se detuviera, encarando al warrior. Le escuchó atentamente, con rostro casi ausente, a la par que se movió un poco a un lado para desviar los ojos carmesí de la fisonomía ajena y dedicarle una mirada al camino que se desplegaba detrás de él. Claro, si es que existiera algún camino. Los vestigios de un puente se asomaban y la distancia entre ambas elevaciones rocosas no era pronunciada, seguía siendo un peligro saltar hasta el otro lado.
Caminó con paso tranquilo hacia el borde, apreciando la caída. Era la boca de un lobo, prácticamente, por lo que no fue capaz de ver el fondo. Luego observó el otro lado, viendo cuerdas amarradas alrededor de dos rocas que servían para sostener el puente. Cuando viró el rostro, notó que detrás de unas rocas cercanas al borde habían varias cuerdas usadas, cadenas y una especie de gancho. No dudó en acercarse a los objetos, y tomarlos. Supuso que algún player o programa dejó eso ahí para la próxima —Creo que esto servirá —le dijo a K, acercándose de nueva cuenta al warrior y dejando los objetos a los pies de ambos. Primero, lo que tenían que hacer era armar una especie de cuerda larga con gacho y lo demás era más que evidente.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Analizo por un momento la situación, no podían llegar al otro lado por medio de un salto, lo que hacía de esto mas difícil, quizá ir por otro lado, pero eso sería un tanto arriesgado, lo mejor, en ese instante era buscar una forma de llegar a otro lado, aunque al poco tiempo ella parecía que encontraba una respuesta a ello con algunos cuantos artefactos, los cuales miro por un momento, colocándose de rodillas para poder revisar todo aquello y ver que pudiera ser útil y que no, fue cuestión de unos cuantos minutos para poder separar unas cuantas cadenas que se encontraban con eslabones rotos y algunas cuerdas que estaban un tanto desgastadas, al menos había una buena cantidad de material para poder elegir y no tendrían que arriesgarse con algo que pudiera estar maltrecho y que al momento de cargar con su peso, les haría caer.
Lamentablemente solo había un gancho en esa situación, por lo que no seria posible la de crear un puente de cuerdas para poder salir de ese lugar, igual había que analizar un poco el entorno, no existía un punto donde poder lanzar ese gancho mas que el otro lado, no podía lanzar este hacía arriba y golpear este para ponerlo en el techo y pasar el lugar haciendo un péndulo, no, la situación era un poco mas complicada que eso.
Comenzó a pensar en algo, tomando un trozo de cuerda corto y amarrando una parte del gancho a una cadena corta para hacer peso, luego en el último de los enlaces de metal de esta, amarro una cuerda larga, terminando esta con un amarre con una cadena un poco mas larga, era un verdadero experimento, pues no era experto en ese tipo de cosas. Reincorporándose, movió un poco la cadena en su mano.— Iré primero, si esto falla y caigo, regresa por donde viniste, si la tormenta ya pasó, al norte, 200 metros esta el vehículo con el que llegue aquí... — Sujeto por la parte baja el gancho y con un movimiento de brazo lanzó este con potencia directo a un punto sobre la entrada con suma potencia, haciendo que este se enterrara en la piedra que componía el muro.
— Diría que me desearas suerte, pero se que preferirías que terminara en el agujero — Giro el rostro y le guiño el ojo en forma rápida, moviendo entonces la cuerda para probar que estuviera bien puesta y una vez hecho eso, daba un potente salto con el cual empujaba el cuerpo hacía adelante para ayudar a moverse mas, hasta que termino cruzando ese abismo, aterrizando justo al borde aun con la cuerda sujetada, una vez hecho esto, giro el rostro de vuelta hacía la pelirroja y aprovechando que había puesto un peso al final de la cuerda, lanzó esta de vuelta en dirección de ella, esperando que fuera su turno para cruzar por esto.
Lamentablemente solo había un gancho en esa situación, por lo que no seria posible la de crear un puente de cuerdas para poder salir de ese lugar, igual había que analizar un poco el entorno, no existía un punto donde poder lanzar ese gancho mas que el otro lado, no podía lanzar este hacía arriba y golpear este para ponerlo en el techo y pasar el lugar haciendo un péndulo, no, la situación era un poco mas complicada que eso.
Comenzó a pensar en algo, tomando un trozo de cuerda corto y amarrando una parte del gancho a una cadena corta para hacer peso, luego en el último de los enlaces de metal de esta, amarro una cuerda larga, terminando esta con un amarre con una cadena un poco mas larga, era un verdadero experimento, pues no era experto en ese tipo de cosas. Reincorporándose, movió un poco la cadena en su mano.— Iré primero, si esto falla y caigo, regresa por donde viniste, si la tormenta ya pasó, al norte, 200 metros esta el vehículo con el que llegue aquí... — Sujeto por la parte baja el gancho y con un movimiento de brazo lanzó este con potencia directo a un punto sobre la entrada con suma potencia, haciendo que este se enterrara en la piedra que componía el muro.
— Diría que me desearas suerte, pero se que preferirías que terminara en el agujero — Giro el rostro y le guiño el ojo en forma rápida, moviendo entonces la cuerda para probar que estuviera bien puesta y una vez hecho eso, daba un potente salto con el cual empujaba el cuerpo hacía adelante para ayudar a moverse mas, hasta que termino cruzando ese abismo, aterrizando justo al borde aun con la cuerda sujetada, una vez hecho esto, giro el rostro de vuelta hacía la pelirroja y aprovechando que había puesto un peso al final de la cuerda, lanzó esta de vuelta en dirección de ella, esperando que fuera su turno para cruzar por esto.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Mantuvo los ojos fuego sobre la figura de K, prestando atención a la ingeniosa herramienta que creaba para usarla en el proceso de cruzar al otro lado. Si bien no discriminaba a los players, aunque eliminase a los más bélicos, se recriminó el hecho de haber pensando tan bajo de todos los warriors. Y es que ahí mismo pudo apreciar algo ingenioso. Pensar que opinó sobre todos los warriors de la misma manera, como simple salvajes sin cerebros, dejaba mucho qué decir de ella misma. Claro, no iba a confesar tal cosa. «Me pregunto hasta qué punto soy una bestia, realmente», pensó con rostro neutral —Esperemos que no falle. De eso depende nuestra salida. Además, vamos a salir sí porque sí —ladeó el rostro, arrugando un poco el entrecejo. Dudaba mucho que la tormenta cesara tan rápido, además, es como él dijo: mejor salir rápido de ahí antes que más Jötnar aparecieran o el respawn tomara acción.
La expresión de su propio rostro cambió, volviéndose en la viva imagen de un jugador de póquer. No fue precisamente por lo que él dijo, sino por el guiño tan fuera de lugar que, por obviedad, fue solo para sacarle de quicio —Me leíste la mente —sonrió ampliamente, con aire cínico de por medio, de aquí para allá en cada directriz de su rostro, sin intenciones claras de ocultar el leve desprecio para los de su clase. Aún así, le debía algo al hombre, y no iba a echarse atrás por ese tipo de problemas. Era mujer de palabra.
En efecto, el esfuerzo de K en crear aquella especie de puente para cruzar hacia el otro camino surtió para bien. Él cruzó sano y salvo, para luego lanzarle la cuerda, la cual atrapó con la mano zurda —su mano prominente—, sosteniéndola firmemente después. Apenas se echó hacia atrás y, corriendo unos pocos centímetros, saltó en dirección al otro lado. Cayó de pie, justo al lado de K —Quizá deberíamos llevar la cuerda, por si se presenta otro caso así —le extendió la cuerda al warrior, lanzándole el peso muerto a él.
Inmediatamente se adelantó un poco, extrayendo de entre sus ropajes los lentes de sol que había traído. Mirando la cara interna de los lentes, se dio cuenta que no había señales de un mapa; prácticamente era como si la brújula estuviese dañaba, pero suponía que se trataba de la interferencia generada por la tormenta o porque no existían registros de esa parte de la cueva en la base de datos de mapas que el Sanctum. «Mala suerte, ¿eh?».
Sin más, siguió caminando por ese nuevo sendero. Con cautela pisaba los lugares que parecían más blando o frágiles de lo normal, mas, fue solo su excesiva precaución hablando. De repente se detuvo, tras escuchar un fuerte sonido metálico cercano que hizo eco —¿Qué es eso? —inquirió para con K, solamente queriendo saber si él tenía alguna idea sobre aquello.
La expresión de su propio rostro cambió, volviéndose en la viva imagen de un jugador de póquer. No fue precisamente por lo que él dijo, sino por el guiño tan fuera de lugar que, por obviedad, fue solo para sacarle de quicio —Me leíste la mente —sonrió ampliamente, con aire cínico de por medio, de aquí para allá en cada directriz de su rostro, sin intenciones claras de ocultar el leve desprecio para los de su clase. Aún así, le debía algo al hombre, y no iba a echarse atrás por ese tipo de problemas. Era mujer de palabra.
En efecto, el esfuerzo de K en crear aquella especie de puente para cruzar hacia el otro camino surtió para bien. Él cruzó sano y salvo, para luego lanzarle la cuerda, la cual atrapó con la mano zurda —su mano prominente—, sosteniéndola firmemente después. Apenas se echó hacia atrás y, corriendo unos pocos centímetros, saltó en dirección al otro lado. Cayó de pie, justo al lado de K —Quizá deberíamos llevar la cuerda, por si se presenta otro caso así —le extendió la cuerda al warrior, lanzándole el peso muerto a él.
Inmediatamente se adelantó un poco, extrayendo de entre sus ropajes los lentes de sol que había traído. Mirando la cara interna de los lentes, se dio cuenta que no había señales de un mapa; prácticamente era como si la brújula estuviese dañaba, pero suponía que se trataba de la interferencia generada por la tormenta o porque no existían registros de esa parte de la cueva en la base de datos de mapas que el Sanctum. «Mala suerte, ¿eh?».
Sin más, siguió caminando por ese nuevo sendero. Con cautela pisaba los lugares que parecían más blando o frágiles de lo normal, mas, fue solo su excesiva precaución hablando. De repente se detuvo, tras escuchar un fuerte sonido metálico cercano que hizo eco —¿Qué es eso? —inquirió para con K, solamente queriendo saber si él tenía alguna idea sobre aquello.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Estuvo espectante de las acciones de la mujer, al ver que ella daba el salto, se movía hacia un lado para permitir que tuviera un mejor espacio para poder aterrizar, bueno, el plan había salido mejor que lo hubiera pensado, cuando la pelirroja le dirigió la cuerda por el peso muerto, tomo esta y le dio un tiron para que el gancho se soltara del muro, empezando a enredar la cuerda alrededor de su hombro para poder llevar esta con facilidad en el resto de la travesía, siguiendo a la mujer una vez que había hecho esta labor.
Avanzó unos cuantos pasos y notó la acción que ella tenía, claro, no le era sorpresa que tuviera ese tipo de artefactos que podían servir de guía y en algunos casos, comunicación, seguro era algo que usaba en su guild, por lo que la idea de que apenas salieran de ese lugar, habría todo un grupo de Sanctum esperando por el, no era algo tan descabellado, pero si querían pelea, pelea tendrían, tampoco era alguien conocido por dar un paso atrás al momento de tener que enfrentar algún enemigo, menos a uno como todo ese grupo.
Aunque ese sonido que de pronto se hacía presente, hizo que mirara a su alrededor por un momento y apresara sus pasos un tanto más, había una luz al final de ese camino, llegando a este, descubriendo una nueva salida a otra parte de la cueva, solo que ahora parecía ser que era una entrada y lo que había en el interior, era algo que podría sorprender a cualquiera, los Jötnar se encontraban en esa área, eran muchos, cientos quizá, pero ese no era el gran problema, no, claro que no, al centro del lugar, en un gran trono, con una lanza en mano se encontraba lo que parecía ser el "rey" de los de esta raza, un movimiento en falso y aquello sería peligroso, muy peligroso.
Avanzó unos cuantos pasos y notó la acción que ella tenía, claro, no le era sorpresa que tuviera ese tipo de artefactos que podían servir de guía y en algunos casos, comunicación, seguro era algo que usaba en su guild, por lo que la idea de que apenas salieran de ese lugar, habría todo un grupo de Sanctum esperando por el, no era algo tan descabellado, pero si querían pelea, pelea tendrían, tampoco era alguien conocido por dar un paso atrás al momento de tener que enfrentar algún enemigo, menos a uno como todo ese grupo.
Aunque ese sonido que de pronto se hacía presente, hizo que mirara a su alrededor por un momento y apresara sus pasos un tanto más, había una luz al final de ese camino, llegando a este, descubriendo una nueva salida a otra parte de la cueva, solo que ahora parecía ser que era una entrada y lo que había en el interior, era algo que podría sorprender a cualquiera, los Jötnar se encontraban en esa área, eran muchos, cientos quizá, pero ese no era el gran problema, no, claro que no, al centro del lugar, en un gran trono, con una lanza en mano se encontraba lo que parecía ser el "rey" de los de esta raza, un movimiento en falso y aquello sería peligroso, muy peligroso.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Aunque sorprendida por el extraño sonido, sus palabras de asombros se enredaron en su garganta, pues no deseaba llamar la atención de ese algo o alguien... Sin embargo, existía la posibilidad de que ya supiera que ellos dos estaban ahí, invadiendo territorio. Lentamente guardó los lentes otra vez en el compartimiento especial de su cintón, mientras posaba la mano —la misma que utilizó para sostener el artefacto para la visión— sobre la empuñadura de su espada.
Si bien K apresuró el paso debido al singular sonido que entraba en escena, ella caminó con cautela, observando hacia atrás por alguna razón. Obviamente el sonido no le inspiraba ningún tipo de confianza, poniéndola alerta, pero algo no cuadraba bien. Sentía que les vigilaban. O, posiblemente, solo era su imaginación debido a la inquietud que le causó el extraño estrépito. Finalmente, tras seguir al warrior, llegó a un nuevo lugar que resaltaba la furia de los Jötnar: el Rey. Arrugó el entrecejo, demostrando una genuina preocupación y no aquella que expresó porque venía una tormenta o el respawn podría acabar con ellos. Esto, sin lugar a dudas, era muchísimo peor.
—¿Nos lanzamos a la suerte? —inquirió en un susurro, a un lado de él. Sabía que era una pregunta estúpida, aún así, deseaba saber qué pensaba el warrior... Porque ahora, realmente, sí eran aliados.
Si bien K apresuró el paso debido al singular sonido que entraba en escena, ella caminó con cautela, observando hacia atrás por alguna razón. Obviamente el sonido no le inspiraba ningún tipo de confianza, poniéndola alerta, pero algo no cuadraba bien. Sentía que les vigilaban. O, posiblemente, solo era su imaginación debido a la inquietud que le causó el extraño estrépito. Finalmente, tras seguir al warrior, llegó a un nuevo lugar que resaltaba la furia de los Jötnar: el Rey. Arrugó el entrecejo, demostrando una genuina preocupación y no aquella que expresó porque venía una tormenta o el respawn podría acabar con ellos. Esto, sin lugar a dudas, era muchísimo peor.
—¿Nos lanzamos a la suerte? —inquirió en un susurro, a un lado de él. Sabía que era una pregunta estúpida, aún así, deseaba saber qué pensaba el warrior... Porque ahora, realmente, sí eran aliados.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Analizó la situación, tenían mucho que perder, pero quizá la única manera de poder salir de ese lugar iba a ser tener que enfrentarse a aquel Rey Jötnar, unió las manos y estiro por completo los brazos haciendo que sus dedos tronaran, aquello iba a ser un reto y a el le gustaban mucho estos, a pesar de que sabía que no era del completo agrado de la pelirroja, estaban juntos en esto y quiera ella o no, tendrían que confiar el uno en el otro, por lo menos de su parte, lo haría y cubriría su espalda en caso de ser necesario, pues a pesar de la posible amenaza que esta podría ser para su "vida", no sería capaz de solamente llegar a traicionarla y dejarla sola en esta situación.
— Es lo único que nos queda, ¿no? — Exclamó abiertamente con una enorme tranquilidad, mirando directo hacía el lugar, hasta que lograba encontrar un punto en donde la cantidad de Jötnar era menor al resto. — Creare una distracción, seguro eso es suficiente para que puedas ir hacía el Rey y acabarlo mientras esta confundido — Sin esperar respuesta alguna por parte de ella, fue caminando con las manos en la nuca hasta que llegaba al punto que había visto anteriormente, ampliando enormemente su sonrisa, abajo había un par de Jotnar nada mas, como si estuvieran haciendo guardia, mentalmente llevó una cuenta y con un salto bajaba de la posición, cayendo directo sobre uno de esos gigantes, aterrizando con todo su peso sobre este haciendo que quedara en el suelo. — Time to Party — Colocó una mano directo sobre el mango de su escopeta y aprovecho que estaba sobre el cuerpo del enemigo, apuntando el arma y disparando un par de ocasiones sobre el cuerpo, terminando aniquilando a este.
Colocándose de pie no perdió tiempo y giro el arma en dirección del otro de los gigantes, liberando un par mas de disparos después de que había recargado su arma, haciendo que este cayera por igual fulminado al suelo; la reacción de los otros no se hizo esperar pues un gran grupo de ellos, conformado por 8 gigantes se dirigieron en su dirección, dejando una apertura que iba directa hacía el Rey, quien solo estaba cubierto por un par de esos seres que solo estaban atentos a lo que el albino fuera a hacer y tomar medidas precautorias en caso de que se dirigiera a su rey.
— Es lo único que nos queda, ¿no? — Exclamó abiertamente con una enorme tranquilidad, mirando directo hacía el lugar, hasta que lograba encontrar un punto en donde la cantidad de Jötnar era menor al resto. — Creare una distracción, seguro eso es suficiente para que puedas ir hacía el Rey y acabarlo mientras esta confundido — Sin esperar respuesta alguna por parte de ella, fue caminando con las manos en la nuca hasta que llegaba al punto que había visto anteriormente, ampliando enormemente su sonrisa, abajo había un par de Jotnar nada mas, como si estuvieran haciendo guardia, mentalmente llevó una cuenta y con un salto bajaba de la posición, cayendo directo sobre uno de esos gigantes, aterrizando con todo su peso sobre este haciendo que quedara en el suelo. — Time to Party — Colocó una mano directo sobre el mango de su escopeta y aprovecho que estaba sobre el cuerpo del enemigo, apuntando el arma y disparando un par de ocasiones sobre el cuerpo, terminando aniquilando a este.
Colocándose de pie no perdió tiempo y giro el arma en dirección del otro de los gigantes, liberando un par mas de disparos después de que había recargado su arma, haciendo que este cayera por igual fulminado al suelo; la reacción de los otros no se hizo esperar pues un gran grupo de ellos, conformado por 8 gigantes se dirigieron en su dirección, dejando una apertura que iba directa hacía el Rey, quien solo estaba cubierto por un par de esos seres que solo estaban atentos a lo que el albino fuera a hacer y tomar medidas precautorias en caso de que se dirigiera a su rey.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Observó el lugar con detenimiento. Aparentemente era un espacio gigantesco circular, con el trono del Rey y los demás Jötnar ahí. Simplemente eso. Iba a ser algo difícil poder acabar con todos, así que uno de los dos debía ser un conejillo de Indias para captar la atención de todos y luego, el otro, hacerse con el Rey; así la partida terminaría... Pero, ciertamente, lo dudaba. Sin embargo, deshacerse del Rey sería una ventaja, pues éste era capaz de brindar bonus a los Jötnar cercanos a él. Ante esto, no tardó K en decir lo mismo que ella misma estuvo pensando, solo que el warrior decidió de una vez quién haría qué. En ese punto, no le molesta, de hecho encontró interesante cómo estaban a punto de colaborar para derrotar al boss, y cómo pensaba tan igual.
Sonrió ampliamente, soltando un pequeño bufido de resignación. Sin lugar a palabras, sino a la acción, Regina solo siguió el plan. Había que actuar cuanto antes. Entonces, a medida que K hacia de las suyas, ella le observó por unos segundos, esperando que el warrior captara la atención de varios Jötnar para así poder avanzar a la derecha y bajar de donde se encontraba con sumo silencio. Afortunadamente había una gigantesca apretura que le serviría para acceder al plano en donde se encontraba el Rey.
Moviéndose lentamente entre la penumbra del lugar, Regina extrajo de su vaina a la espada Armageddon con la mano zurda y Peony Star, su pistola también ubicada en su cintón, con la mano diestra. Entonces, la Knight alzó la pistola y disparó al par de Jötnar que protegían al Rey, paralizándolos por completo. Esto provocó una gran confusión en el Rey, quien se levantó del trono y emitió un rugido ensordecedor. Viendo que una especie de pánico dominaba a la criatura, quien ejecuto una especie de bendición en los Jötnar restantes, Regina aprovechó esto y con la espada sangrienta, se abalanzó contra el Rey.
Pensando que el plan no caminarían debido a la corpulencia del enemigo, para su sorpresa fue diferente. Su espada ropera pudo perforar el corazón de la criatura, y ejecutando la habilidad especial del arma, drenó la vida del Rey Jötnar. Cuando él sucumbió, cayendo al suelo, la habitación se iluminó de un intenso rojo carmesí.
Había sido demasiado fácil, o ese boss era demasiado débil; aunque en cierto modo falló cuando los Jötnar recibieron la bendición del caído. El problema fue que, con los Jötnar restantes que habían recibido la bendición del Rey, iban a ser difíciles de acabar y sería complicado salir de ahí. No obstante, eso no fue todo. Lo que parecía una residencia circular de espejos, servían para otra cosa y no solo el hecho de reflejar la silueta del Rey en el trono, donde todos lo podían alabar. No. Se abrieron compartimientos secretos, es decir, tres puertas-espejos, sujetas a las paredes de cristal, y de ahí salieron varios Jötnar más.
Sonrió ampliamente, soltando un pequeño bufido de resignación. Sin lugar a palabras, sino a la acción, Regina solo siguió el plan. Había que actuar cuanto antes. Entonces, a medida que K hacia de las suyas, ella le observó por unos segundos, esperando que el warrior captara la atención de varios Jötnar para así poder avanzar a la derecha y bajar de donde se encontraba con sumo silencio. Afortunadamente había una gigantesca apretura que le serviría para acceder al plano en donde se encontraba el Rey.
Moviéndose lentamente entre la penumbra del lugar, Regina extrajo de su vaina a la espada Armageddon con la mano zurda y Peony Star, su pistola también ubicada en su cintón, con la mano diestra. Entonces, la Knight alzó la pistola y disparó al par de Jötnar que protegían al Rey, paralizándolos por completo. Esto provocó una gran confusión en el Rey, quien se levantó del trono y emitió un rugido ensordecedor. Viendo que una especie de pánico dominaba a la criatura, quien ejecuto una especie de bendición en los Jötnar restantes, Regina aprovechó esto y con la espada sangrienta, se abalanzó contra el Rey.
Pensando que el plan no caminarían debido a la corpulencia del enemigo, para su sorpresa fue diferente. Su espada ropera pudo perforar el corazón de la criatura, y ejecutando la habilidad especial del arma, drenó la vida del Rey Jötnar. Cuando él sucumbió, cayendo al suelo, la habitación se iluminó de un intenso rojo carmesí.
Había sido demasiado fácil, o ese boss era demasiado débil; aunque en cierto modo falló cuando los Jötnar recibieron la bendición del caído. El problema fue que, con los Jötnar restantes que habían recibido la bendición del Rey, iban a ser difíciles de acabar y sería complicado salir de ahí. No obstante, eso no fue todo. Lo que parecía una residencia circular de espejos, servían para otra cosa y no solo el hecho de reflejar la silueta del Rey en el trono, donde todos lo podían alabar. No. Se abrieron compartimientos secretos, es decir, tres puertas-espejos, sujetas a las paredes de cristal, y de ahí salieron varios Jötnar más.
Regina observó a su alrededor, chasqueando los labios. Era de esperarse, ahora estaban un poco jodidos.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Al menos había cargado una buena cantidad de munición en caso de que fuera a necesitarla, pero viendo el número de los Jötnar que venían hacía el, por lo que nuevamente activo una de sus habilidades, la cual le hacía aumentar su velocidad de disparo y le quitaba el gasto de tiempo que sería el tener que recargar sus armas, esto le daría una ventaja al enfrentarse a tantos enemigos como lo eran esos gigantes de hielo, pues no eran uno o dos los que venían hacía el, si no fácilmente 6 eran los cuerpos que podía contar a primera vista, pero esto era parte del plan que tenía con la mujer, mientras el se encargaba de ellos, esta podría aprovechar la situación y atacar al Rey para acabar con este y seguramente, terminar con su problema para poder salir de ahí sin problemas.
— Creo que pronto quedaran rendidos — Burlandose de aquellos seres, pues al estar cerca se movía a gran velocidad y de forma sumamente gracil para disparar hacía estos sin parar, una tras otra, haciendo que esas escopetas mas parecieran un par de metrallas por la forma tan rápida con la cual estaba disparando, incluso aunque estos fueran Jötnar mas fuertes que los anteriores, cada uno de los disparos les hacía retroceder, con ello obteniendo distancia para continuar con su ataque sin parar contra los 6 sin dar espacio a que estos acortaran la distancia y le atacaran, los tenía bien mantenidos a raya, hasta que estos empezaron a colapsar. Una vez que acabó con ellos, casi al unisono una pequeña fanfarria se escucho, parecía ser que al vencer al Rey, habían vencido a uno de los Bosses del juego y este sonido era la manera que te felicitaba por tal "hazaña". — Fue mas fácil de lo que ... — Antes de poder concluir con sus palabras, todo se tornaba con un brillo rojizo y compuertas se abrían, liberando a casi un ejercito de estos seres, curiosamente, era lo que ellos querían evitar antes, pero ahora, tendrían que hacerlo, sea como sea, si es que por lo menos pensaban en salir con "vida" de tal lugar.
Una horda de esos seres se venía hacía ellos, por lo que apresuro el paso para dirigirse hacía donde estaba la pelirroja, si estaban separados, la situación podría ser mas peligrosa para ellos, por lo que buscaba acortar distancia, pero el montón de esos seres se colocaba como una cortina entre ambos, cosa que provocó que chascara sonoramente sus labios. — Me estoy hartando de ustedes — Aún tenía tiempo en el uso de su habilidad, por lo que apuntaba sus brazos con las escopetas hacía ese muro, disparando sin parar hacía todos estos seres, haciendo que poco a poco colapsaran, aunque, esperaba que el tiempo que había tardado en eso no hubiera sido algo que los enemigos tomaran ventaja para atacar al a mujer.
— Creo que pronto quedaran rendidos — Burlandose de aquellos seres, pues al estar cerca se movía a gran velocidad y de forma sumamente gracil para disparar hacía estos sin parar, una tras otra, haciendo que esas escopetas mas parecieran un par de metrallas por la forma tan rápida con la cual estaba disparando, incluso aunque estos fueran Jötnar mas fuertes que los anteriores, cada uno de los disparos les hacía retroceder, con ello obteniendo distancia para continuar con su ataque sin parar contra los 6 sin dar espacio a que estos acortaran la distancia y le atacaran, los tenía bien mantenidos a raya, hasta que estos empezaron a colapsar. Una vez que acabó con ellos, casi al unisono una pequeña fanfarria se escucho, parecía ser que al vencer al Rey, habían vencido a uno de los Bosses del juego y este sonido era la manera que te felicitaba por tal "hazaña". — Fue mas fácil de lo que ... — Antes de poder concluir con sus palabras, todo se tornaba con un brillo rojizo y compuertas se abrían, liberando a casi un ejercito de estos seres, curiosamente, era lo que ellos querían evitar antes, pero ahora, tendrían que hacerlo, sea como sea, si es que por lo menos pensaban en salir con "vida" de tal lugar.
Una horda de esos seres se venía hacía ellos, por lo que apresuro el paso para dirigirse hacía donde estaba la pelirroja, si estaban separados, la situación podría ser mas peligrosa para ellos, por lo que buscaba acortar distancia, pero el montón de esos seres se colocaba como una cortina entre ambos, cosa que provocó que chascara sonoramente sus labios. — Me estoy hartando de ustedes — Aún tenía tiempo en el uso de su habilidad, por lo que apuntaba sus brazos con las escopetas hacía ese muro, disparando sin parar hacía todos estos seres, haciendo que poco a poco colapsaran, aunque, esperaba que el tiempo que había tardado en eso no hubiera sido algo que los enemigos tomaran ventaja para atacar al a mujer.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
«Esto sí es un problema», agazapó sus dedos contra la empuñadura de Armageddon, tanto que podría convertirse esa espada en su brazo. Desde un principio trató de evitar llamar la atención de los Jötnar para que llamaran a otros más cuando su Rey se vio amenazado, sin embargo, parecía que desde el principio todo era una trampa: derrotar al Rey catapultaba a la aparición de un ejército sediento de Jötnar más poderosos que aquellos con los que se enfrentó K en solitario.
Volvió su mirada carmesí al alrededor, barriendo el perímetro. Ellos se acercaban peligrosamente, a paso seguro, con sed de cobrarse la vida de quien osó asesinar a su Rey e infiltrarse en su territorio. A pesar de que la situación era apretada, Regina no mostró miedo ni titubeó. Los había puesto en un gran lío, a K —especialmente a él— y a ella misma, así que no iba a echarse atrás. Incluso, en ese tipo de situaciones siempre se mostraba serena, porque la desesperación, la ansiedad o el miedo serían los peores enemigos, y le enviarían a un reinicio.
Incapaz de reunirse con K, pues la horda de Jötnar se interponía majestuosamente entre ellos, hizo su parte del trabajo. Con Armageddon en mano, fuertemente empuñada, repentinamente su velocidad aumentó en 150%. Cuando las criaturas se cernieron tan cerca de ella, Regina lanzaba estocadas a diestra y siniestra, logrando absorber la vida de esos seres justo cuando la espada ropera brillaba de un intenso carmesí. No supo con cuántos acabó, solo veía cuerpo tras cuerpo encima de cada uno. Prácticamente giraba en su propio eje, como una danza de la muerte, mientras perforaba abdómenes, vientres y corazones. Esquivaba ataques que, generalmente, estaba enfocados en su propia cabeza. Podían ser más fuertes que los anteriores Jötnar, aún así, no eran completamente astutos —¿Cómo vas? —elevó la voz, esperando que K le oyera entre tantos gritos de angustia y dolor; y el sonido de la espada deslizarse contra armas, las cuales terminaba apartando bruscamente.
Volvió su mirada carmesí al alrededor, barriendo el perímetro. Ellos se acercaban peligrosamente, a paso seguro, con sed de cobrarse la vida de quien osó asesinar a su Rey e infiltrarse en su territorio. A pesar de que la situación era apretada, Regina no mostró miedo ni titubeó. Los había puesto en un gran lío, a K —especialmente a él— y a ella misma, así que no iba a echarse atrás. Incluso, en ese tipo de situaciones siempre se mostraba serena, porque la desesperación, la ansiedad o el miedo serían los peores enemigos, y le enviarían a un reinicio.
Incapaz de reunirse con K, pues la horda de Jötnar se interponía majestuosamente entre ellos, hizo su parte del trabajo. Con Armageddon en mano, fuertemente empuñada, repentinamente su velocidad aumentó en 150%. Cuando las criaturas se cernieron tan cerca de ella, Regina lanzaba estocadas a diestra y siniestra, logrando absorber la vida de esos seres justo cuando la espada ropera brillaba de un intenso carmesí. No supo con cuántos acabó, solo veía cuerpo tras cuerpo encima de cada uno. Prácticamente giraba en su propio eje, como una danza de la muerte, mientras perforaba abdómenes, vientres y corazones. Esquivaba ataques que, generalmente, estaba enfocados en su propia cabeza. Podían ser más fuertes que los anteriores Jötnar, aún así, no eran completamente astutos —¿Cómo vas? —elevó la voz, esperando que K le oyera entre tantos gritos de angustia y dolor; y el sonido de la espada deslizarse contra armas, las cuales terminaba apartando bruscamente.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
La pelea estaba tomando tintes caóticos, a tal punto que los gritos de los Jötnar resonaban por toda la sala, a pesar de ser seres fuertes, estos parecía ser que estaban cayendo como moscas, cosa que hizo que el albino estuviera con una sonrisa de oreja a oreja, era claro que le disfrutaba tener este tipo de peleas en las cuales le llevaban al máximo, cada ataque, cada disparo, cada esquive, todo aquello era algo que le gustaba y lo llevaba al límite de su adrenalina, la cual ya había superado el tope desde hacía un rato, aunque sabía que el hecho de estar en esta pelea podría ser un riesgo completo, lo disfrutaba, pues pocas veces estaba en una situación como esta, en la cual estaba en la delgada línea entre vivir y "morir". — Bastante bien — Exclamó aquello sin poner atención siquiera en ella, estaba aún demasiado enfocado en la pelea que estaba teniendo, atacando a los seres enemigos a diestra y siniestra sin parar, ni darse un respiro, uno tras otro iban cayendo, ¿acaso pensó que eso sería tan fácil?. No, por eso por un momento quedo un tanto extrañado por aquello.
No tenía que preocuparse por las armas, aún estaba con una buena cantidad de municiones, ni tampoco por su salud, hasta ahora, poco daño había tenido, casi nulo, estaba al tope del ritmo, suficiente para poder seguir enfrentando a esos seres sin desistir. — Parece que no tienen fin estas cosas — Con suficiente fuerza para poder hacer que ella le escuchara, moviendo los brazos para disparar hacía un par que se le iba acercando, de nuevo se le vino a la mente la idea de que aquello estaba siendo bastante fácil, demasiado, no se habían esforzado para nada, incluso aunque estuvieran siendo superados en cantidad.
De pronto varios rugidos provinieron del suelo de hielo, el cual se empezó a partir, de dentro escaparon cerca de 5 Jötnar, los cuales a diferencia de los otros, tenían un tamaño mayor y su piel parecía tener un tinte rojo en ella, algo que le llamó la atención, pero por la seguridad que tenía en tal momento, se lanzó sin miedo en su dirección. Al estar a buena distancia de uno de ellos disparo en su dirección, pero este solo se movió hacía atrás, como si aquello hubiera sido un mero juego, cosa que hizo que se detuviera de golpe y sin mas activara una de sus actividades, entrando al Beast Mode, Y para probar que había tenido suerte con aquello, ese mismo ser le lanzó un golpe el cual lo lanzó hacía atrás, pero eso no era todo, pues ya que pensaba girarse para poder aterrizar de pie y dar un contra ataque, sintió un potente golpe sobre su espalda, suficiente para hacerlo azotar con fuerza en el suelo, una vez que había caido, giro la vista, notando que detrás había otro mas ¿ acaso era que estos eran distintos y mas inteligentes ? Pues hasta ahora, solo habían mostrado ser una peor amenaza.
No tenía que preocuparse por las armas, aún estaba con una buena cantidad de municiones, ni tampoco por su salud, hasta ahora, poco daño había tenido, casi nulo, estaba al tope del ritmo, suficiente para poder seguir enfrentando a esos seres sin desistir. — Parece que no tienen fin estas cosas — Con suficiente fuerza para poder hacer que ella le escuchara, moviendo los brazos para disparar hacía un par que se le iba acercando, de nuevo se le vino a la mente la idea de que aquello estaba siendo bastante fácil, demasiado, no se habían esforzado para nada, incluso aunque estuvieran siendo superados en cantidad.
De pronto varios rugidos provinieron del suelo de hielo, el cual se empezó a partir, de dentro escaparon cerca de 5 Jötnar, los cuales a diferencia de los otros, tenían un tamaño mayor y su piel parecía tener un tinte rojo en ella, algo que le llamó la atención, pero por la seguridad que tenía en tal momento, se lanzó sin miedo en su dirección. Al estar a buena distancia de uno de ellos disparo en su dirección, pero este solo se movió hacía atrás, como si aquello hubiera sido un mero juego, cosa que hizo que se detuviera de golpe y sin mas activara una de sus actividades, entrando al Beast Mode, Y para probar que había tenido suerte con aquello, ese mismo ser le lanzó un golpe el cual lo lanzó hacía atrás, pero eso no era todo, pues ya que pensaba girarse para poder aterrizar de pie y dar un contra ataque, sintió un potente golpe sobre su espalda, suficiente para hacerlo azotar con fuerza en el suelo, una vez que había caido, giro la vista, notando que detrás había otro mas ¿ acaso era que estos eran distintos y mas inteligentes ? Pues hasta ahora, solo habían mostrado ser una peor amenaza.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Hasta ahora no había sudado, por así decirlo. Solo fue como el pinchazo de un mosquito, el cual siempre es fácil de eliminar con las manos. Sus puntos de vida podrían estar iguales o más altos que los de K, no lo podría adivinar y tampoco estaba prestándole atención a aquello. Solo deseaba cesar con la existencia de esas criaturas. Como si bailara algún frenético ballet de muerte, su espada sangrienta danzaba al unísono, rasgando las pieles verdosas de esos asquerosos seres. El suelo más rojo imposible podía estar. Sin embargo, ellos pasaron a ser un plato de segunda mesa cuando el suelo debajo de ellos que quebró y reveló la presencia de Jötnar, en un grupo de 5, que poseían piel de otro color.
Era una ventaja que ambos pertenecieran a clases donde el entrenamiento arduo siempre se trataba de algo necesario y clave, algo para poder avanzar y subir en la empinada escalera de los Warrior y los Knight para poder resistir batallas de ese tipo. Por desgracia, algo así no sería lo único que necesitarán. También precisaban un golpe de suerte, porque con lo que avecinó, la horda de Jötnar no serían un asunto caótico. Lo peor estaba por venir.
Con una violenta estocada vertical, Regina creó una especie de vendaval que apartó a los Jötnar verdosos que se amontonaban al frente suyo una vez que avistó a los nuevos gigantes. Con la impresión reflejada en su rostro, observó como un par azotaban a K. Aquellos Jötnar carmesí eran más inteligentes y fuertes, con obviedad, tanto que hasta un guerrero experimentado como él tendría problemas. Gruñendo, rebosante de molestia al presenciar tal escena, Regina ejecutó un ataque en forma de X contra el aire, justo en dirección a los Jötnar restantes de piel verdosa que estaban a su alrededor; así fue como, de esa ofensiva, surgió una lluvia de aguijones carmesí que destruyeron a sus enemigos.
Aumentando nuevamente su velocidad, fue directo como una saeta hacia el warrior; gracias a esto logró embestir al Jötnar que amenazaba la espalda de su aliado. En el proceso, la criatura inmunda tomó el abrigo blanco de la Knight, tirándolo tan fuerte que lo rasgó. Viendo que al ser arrastrada hacia el tambaleante Jötnar, esa prenda era un inconveniente aunque sirviera como armadura. Entonces, se deshizo de ella cortando las mangas con su espada ropera, así fue como se liberó y el colosal Jötnar cayó, quebrando un poco más el hielo. Estando de pie cerca de K, se arrodilló repentinamente tras apreciar que el Jötnar que atacó al guerrero se acercaba amenazantemente. Giró en su propio eje, evitando con la espada el rostro y el cuerpo de K; lo que hizo fue activar la habilidad especial de absorción de la espada y, una vez que giró a gran velocidad con la espada en forma horizontal, atacó los pies de la criatura y esquivó un puñetazo de éste. Esto logró que se echara atrás —¿Cómo se encuentra tu barra de vida? —inquirió con seriedad, deteniéndose en la misma posición anterior: aún de rodillas y esgrimiendo la espada. Sus ataques no lograron mermar las defensas de los nuevos gigantes, pero fue suficiente para mantenerlos a la raya y poder ganar terreno, reuniéndose con K.
Era una ventaja que ambos pertenecieran a clases donde el entrenamiento arduo siempre se trataba de algo necesario y clave, algo para poder avanzar y subir en la empinada escalera de los Warrior y los Knight para poder resistir batallas de ese tipo. Por desgracia, algo así no sería lo único que necesitarán. También precisaban un golpe de suerte, porque con lo que avecinó, la horda de Jötnar no serían un asunto caótico. Lo peor estaba por venir.
Con una violenta estocada vertical, Regina creó una especie de vendaval que apartó a los Jötnar verdosos que se amontonaban al frente suyo una vez que avistó a los nuevos gigantes. Con la impresión reflejada en su rostro, observó como un par azotaban a K. Aquellos Jötnar carmesí eran más inteligentes y fuertes, con obviedad, tanto que hasta un guerrero experimentado como él tendría problemas. Gruñendo, rebosante de molestia al presenciar tal escena, Regina ejecutó un ataque en forma de X contra el aire, justo en dirección a los Jötnar restantes de piel verdosa que estaban a su alrededor; así fue como, de esa ofensiva, surgió una lluvia de aguijones carmesí que destruyeron a sus enemigos.
Aumentando nuevamente su velocidad, fue directo como una saeta hacia el warrior; gracias a esto logró embestir al Jötnar que amenazaba la espalda de su aliado. En el proceso, la criatura inmunda tomó el abrigo blanco de la Knight, tirándolo tan fuerte que lo rasgó. Viendo que al ser arrastrada hacia el tambaleante Jötnar, esa prenda era un inconveniente aunque sirviera como armadura. Entonces, se deshizo de ella cortando las mangas con su espada ropera, así fue como se liberó y el colosal Jötnar cayó, quebrando un poco más el hielo. Estando de pie cerca de K, se arrodilló repentinamente tras apreciar que el Jötnar que atacó al guerrero se acercaba amenazantemente. Giró en su propio eje, evitando con la espada el rostro y el cuerpo de K; lo que hizo fue activar la habilidad especial de absorción de la espada y, una vez que giró a gran velocidad con la espada en forma horizontal, atacó los pies de la criatura y esquivó un puñetazo de éste. Esto logró que se echara atrás —¿Cómo se encuentra tu barra de vida? —inquirió con seriedad, deteniéndose en la misma posición anterior: aún de rodillas y esgrimiendo la espada. Sus ataques no lograron mermar las defensas de los nuevos gigantes, pero fue suficiente para mantenerlos a la raya y poder ganar terreno, reuniéndose con K.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Estos nuevos enemigos se trataban de algo sumamente especial, nunca había llegado a enfrentarse a seres como esos en el pasado, por lo que esto le iba a costar bastante e incluso con solo ver de soslayo lo que estaba ocurriendo a su alrededor hacía que se diera cuenta de esto, tenía vista de lo que estaba haciendo la pelirroja para ayudar a que no terminara en un game over, por lo que solo volteó al escuchar su voz y poco a poco irse reincorporando con un tanto de trabajo, un tanto adolorido por los golpes que había sentido antes producto del ataque de esos poderosos seres. — Aún estoy a una buena distancia del 0 — Obviamente no cambiaba en ningún momento la actitud que le caracterizaba, a pesar de que sabía que esta situación era bastante peligrosa para ambos y que incluso si cometían un error iban a terminar siendo eliminados por estos seres. Tenía aun tiempo para concentrar energía en el beast mode, por lo que sacudió un poco el cuerpo, tronando sus dedos, observando hacía esos poderosos seres que tenía delante, quería acumular suficiente energía para poder hacer uso de ella y acabar con estos, aunque era un riesgo que tendría que correr.
— Esperemos esto funcione — Sacudió un poco su ropa con un brazo y sin mediar palabra se lanzó en dirección de uno de estos seres, quien ya le esperaba, pues apenas el albino le lanzó un golpe directo al centro del cuerpo, este bloqueaba y movía el brazo con rapidez, lanzando un golpe directo al rostro del atacante, estampando este en el suelo, mas el gran Jötnar no iba a dejar esto así, pues dejaba caer todo su cuerpo sobre el oponente como si se tratara de una plancha, aprovechando el gran peso de este, cayendo de lleno sobre el cuerpo masculino. — Estupidas cosas, no me cansare hasta destruirlos — Ejerciendo fuerza con una de las piernas, lograba hacer una separación que fue suficiente para resbalar el cuerpo bajo el de la enorme criatura y así poder escapar de la plancha, reincorporandose con un movimiento de resorte, aunque era "bien recibido" por otro de los Jötnar quien le daba un rodillazo en el vientre y un golpe en el rostro con el puño entero, haciendo que fuera movido hacía atras, en dirección de aquel enemigo que antes le había planchado.
Ese era el riesgo que estaba corriendo, pues ahora su barra de HP estaba por debajo del 10%, por lo que un golpe siguiente se iba a encargar de sacarlo de combate por un buen rato, por lo que sus movimientos tenían que ser bastante calculados y era cuestión solo de segundos para poder reaccionar, pues ya la cercanía con el Jötnar — Time to party — Extendió entonces ambos brazos después de haber sujetado las escopetas que cargaba, apuntando estas en dirección de cada uno de los Jötnar, nunca había enfrentado a enemigos con tanto poder, ni tampoco había llegado a tener que correr el riesgo de ahora, por ello lo que fuera a pasar ahora era cuestión de mera suerte. Apunto ambas armas y jalo del gatillo liberando la energía que había concentrado en su beast mode, liberando un disparo sumamente potente que resonaba como una explosión, la cual volaba de lleno a estos seres, pero que había sido tan potente que lo había hecho sacudir y había destruido los cañones de sus armas, dejando al albino un tanto maltrecho, pero al voltear hacía los seres sonrió abiertamente al ver que estos se habían destruido.
— Creo que solo es cuestión de darles un golpe fuerte de modo directo — Con una sonrisa en los labios, pues a pesar del riesgo que había corrido, logró identificar una debilidad de esos seres, no era necesario el atacar de un modo con tal potencia como el que hizo ahora, pero el problema iba a ser el de llegar a encontrarse tan cerca como para lanzar un ataque devastador sobre el cuerpo de modo directo, aunque conociendo la reputación de la mujer, sabría que esto sería fácil para ella.
— Esperemos esto funcione — Sacudió un poco su ropa con un brazo y sin mediar palabra se lanzó en dirección de uno de estos seres, quien ya le esperaba, pues apenas el albino le lanzó un golpe directo al centro del cuerpo, este bloqueaba y movía el brazo con rapidez, lanzando un golpe directo al rostro del atacante, estampando este en el suelo, mas el gran Jötnar no iba a dejar esto así, pues dejaba caer todo su cuerpo sobre el oponente como si se tratara de una plancha, aprovechando el gran peso de este, cayendo de lleno sobre el cuerpo masculino. — Estupidas cosas, no me cansare hasta destruirlos — Ejerciendo fuerza con una de las piernas, lograba hacer una separación que fue suficiente para resbalar el cuerpo bajo el de la enorme criatura y así poder escapar de la plancha, reincorporandose con un movimiento de resorte, aunque era "bien recibido" por otro de los Jötnar quien le daba un rodillazo en el vientre y un golpe en el rostro con el puño entero, haciendo que fuera movido hacía atras, en dirección de aquel enemigo que antes le había planchado.
Ese era el riesgo que estaba corriendo, pues ahora su barra de HP estaba por debajo del 10%, por lo que un golpe siguiente se iba a encargar de sacarlo de combate por un buen rato, por lo que sus movimientos tenían que ser bastante calculados y era cuestión solo de segundos para poder reaccionar, pues ya la cercanía con el Jötnar — Time to party — Extendió entonces ambos brazos después de haber sujetado las escopetas que cargaba, apuntando estas en dirección de cada uno de los Jötnar, nunca había enfrentado a enemigos con tanto poder, ni tampoco había llegado a tener que correr el riesgo de ahora, por ello lo que fuera a pasar ahora era cuestión de mera suerte. Apunto ambas armas y jalo del gatillo liberando la energía que había concentrado en su beast mode, liberando un disparo sumamente potente que resonaba como una explosión, la cual volaba de lleno a estos seres, pero que había sido tan potente que lo había hecho sacudir y había destruido los cañones de sus armas, dejando al albino un tanto maltrecho, pero al voltear hacía los seres sonrió abiertamente al ver que estos se habían destruido.
— Creo que solo es cuestión de darles un golpe fuerte de modo directo — Con una sonrisa en los labios, pues a pesar del riesgo que había corrido, logró identificar una debilidad de esos seres, no era necesario el atacar de un modo con tal potencia como el que hizo ahora, pero el problema iba a ser el de llegar a encontrarse tan cerca como para lanzar un ataque devastador sobre el cuerpo de modo directo, aunque conociendo la reputación de la mujer, sabría que esto sería fácil para ella.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Suspiró ligeramente aliviada tras escuchar aquello. Si bien la barra de vida ajena podría estar alejada del final, seguía siendo un tema de preocupación que alguno de los dos —o ambos— terminara reiniciado. No iba a ser un enfrentamiento amistoso, o un PvP en el Coliseo, donde el game over no era un problema. Simplemente, se habían metido en un problemón que, si no jugaban bien las cartas adecuadas, la situación les podría más.
Lentamente se irguió, aún sosteniendo firmemente la espada fiel. Ahora la segunda parte del réquiem había comenzado. Un par de Jötnar evolucionados atacaron violentamente a K, quien se defendió de una manera increíble. Mientras, ella se enfrentaba a otro par de Jötnar carmesí. Aquel que le había arrebatado el abrigo se reunía rápidamente con otro. Si bien no eran tantos como para desquiciarse, ellos ameritaban un buen enfrentamiento y un incremento de su alerta. La adrenalina recorrió su cuerpo de manera instantánea cuando apreció que ambos venían hacia ella, corriendo a gran velocidad. Aumentando nuevamente su propia agilidad, empezó una maratón en dirección al par de bestias; estas, al estar suficientemente cerca de Regina, alzaron los puños en un intento por golpearla en un ataque dúo. Sin embargo, fallaron. Solo le golpearon al suelo, con la Knight pasando en barrida por entre las piernas de uno de los Jötnar. Cuando volvió a levantarse con la misma prisa que el esquive, su velocidad aumentada seguía en pie. Sosteniendo a Armageddon, Regina concentró suficiente energía en la espada sangrienta, para lanzar una estocada directa a la espalda—exactamente donde debería encontrarse el corazón— del Jötnar que utilizó como vía de escape. Y Voilà. Logró neutralizar a la criatura con su característico ataque de envenenamiento concentrado en un solo aguijón, que el Jötnar tembló un segundo después del ataque directo y al otro cayó sobre el suelo, pereciendo.
—Ahora veo —Dijo realizada. Pero eso solo fue suerte, saber que un ataque directo y fortísimo lograba eliminarlos. Para cuando se enteró de esto, ya K había derrotado a un par de ellos, anunciando lo que ella supuso en su propio ataque anterior. Con eso, tal vez se había confiado y olvidó algo más. El Jötnar que acompañó al eliminado se abalanzó contra ella. La Knight se percató, sin embargo, algo tarde y no cuando intentó atravesar la espada entre ambos, fue imposible bloquearlo. Él le propinó una fuerte envestida que provocó un choque de su espalda femenina contra una gruesa columna de cristal, la cual quebró debido al impacto. El pilar comenzó a ceder, justo a medida que el enemigo quiso seguir con su danza de ataques; y tras emitir un crujido molesto, terminó por caer directo contra el Jötnar, aturdiéndolo y aplastándolo contra el suelo níveo.
Obviamente su barra de vida bajó doblemente por el ataque y el choque. Tras escuchar gruñidos cerca de ella, se despabiló al sacudir la cabeza. Notó que el Jötnar estaba capturado, intentando limpiarse la cabeza y quitarse de encima el pilar, que pesaba considerablemente. La cercanía permitió que Regina acelerara el inminente final de la criatura, y al concentrar la misma cantidad de poder en su espada, la clavó entre las costillas del ente, eliminándolo también. K tenía razón —Bien, ¿cuántos quedan? —miró a K, luego viró el rostro hacia el recinto.
Lentamente se irguió, aún sosteniendo firmemente la espada fiel. Ahora la segunda parte del réquiem había comenzado. Un par de Jötnar evolucionados atacaron violentamente a K, quien se defendió de una manera increíble. Mientras, ella se enfrentaba a otro par de Jötnar carmesí. Aquel que le había arrebatado el abrigo se reunía rápidamente con otro. Si bien no eran tantos como para desquiciarse, ellos ameritaban un buen enfrentamiento y un incremento de su alerta. La adrenalina recorrió su cuerpo de manera instantánea cuando apreció que ambos venían hacia ella, corriendo a gran velocidad. Aumentando nuevamente su propia agilidad, empezó una maratón en dirección al par de bestias; estas, al estar suficientemente cerca de Regina, alzaron los puños en un intento por golpearla en un ataque dúo. Sin embargo, fallaron. Solo le golpearon al suelo, con la Knight pasando en barrida por entre las piernas de uno de los Jötnar. Cuando volvió a levantarse con la misma prisa que el esquive, su velocidad aumentada seguía en pie. Sosteniendo a Armageddon, Regina concentró suficiente energía en la espada sangrienta, para lanzar una estocada directa a la espalda—exactamente donde debería encontrarse el corazón— del Jötnar que utilizó como vía de escape. Y Voilà. Logró neutralizar a la criatura con su característico ataque de envenenamiento concentrado en un solo aguijón, que el Jötnar tembló un segundo después del ataque directo y al otro cayó sobre el suelo, pereciendo.
—Ahora veo —Dijo realizada. Pero eso solo fue suerte, saber que un ataque directo y fortísimo lograba eliminarlos. Para cuando se enteró de esto, ya K había derrotado a un par de ellos, anunciando lo que ella supuso en su propio ataque anterior. Con eso, tal vez se había confiado y olvidó algo más. El Jötnar que acompañó al eliminado se abalanzó contra ella. La Knight se percató, sin embargo, algo tarde y no cuando intentó atravesar la espada entre ambos, fue imposible bloquearlo. Él le propinó una fuerte envestida que provocó un choque de su espalda femenina contra una gruesa columna de cristal, la cual quebró debido al impacto. El pilar comenzó a ceder, justo a medida que el enemigo quiso seguir con su danza de ataques; y tras emitir un crujido molesto, terminó por caer directo contra el Jötnar, aturdiéndolo y aplastándolo contra el suelo níveo.
Obviamente su barra de vida bajó doblemente por el ataque y el choque. Tras escuchar gruñidos cerca de ella, se despabiló al sacudir la cabeza. Notó que el Jötnar estaba capturado, intentando limpiarse la cabeza y quitarse de encima el pilar, que pesaba considerablemente. La cercanía permitió que Regina acelerara el inminente final de la criatura, y al concentrar la misma cantidad de poder en su espada, la clavó entre las costillas del ente, eliminándolo también. K tenía razón —Bien, ¿cuántos quedan? —miró a K, luego viró el rostro hacia el recinto.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
Respiraba un tanto agitado producto del ataque que había hecho antes, volteando hacía sus propias manos, notando como habían terminado las escopetas después de ese liberación tan fuerte de energía, frunciendo el entrecejo un poco nada mas, tirando estas al suelo. — Eran mis favoritas — Una mueca de desagrado fue visible en su rostro, sacudiendo las manos las cuales estaban un tanto sucias por la forma en que explotaron entre sus palmas, al menos no le había terminado volando una extremidad o algo por el estilo, debía considerarse con suerte producto de esto, aunque no lo terminaría de creer hasta que terminara de salir de esa jodida cueva.
Observo como ella se encargaba de atacar a uno de los Jötnar, parecía ser que también por su propia cuenta había notado como superar a esos seres, al menos con eso logró superar a dos. Ante la pregunta que ella le hizo, pensó por un momento cuantos habían llegado al comienzo, tardo un momento en darse cuenta que aún faltaba uno, por lo que con la mirada lo buscó y aprecio que este se encontraba caminando de manera lenta hacía un gran pilar que estaba al fondo, fue cuestión de mover sus ojos para ver cual era su plan, pues ese pilar se encargaba de sostener gran parte del techo, el solo hecho de destruir este sería motivo de game over para ambos.
— No, no lo haras — Comenzó una carrera a buena velocidad en dirección de este oponente, debido a la diferencia de tamaños, fue cuestión de unos cuantos segundos para poder llegar a una corta distancia de este, pero la prisa hizo que olvidara el pensar en un plan para enfrentarlo, no teniendo armas en ese momento para poder acabar con este ser, mas, algo se le estaba ocurriendo, arriesgado claro. Al llegar a una buena distancia de este ser dio un salto hacía adelante, poniendo todo su peso en tal acción, tacleando al ser carmesí hasta lograr estamparlo en el pilar. — ¿A donde ibas? — La forma tan fuerte con la cual impacto el cuerpo del Jötnar contra la forma de cristal hizo que este mostrara algunas fracturas, pero que no fuera suficiente para destruirlo, por lo que lo mas difícil había pasado, ahora concentró toda la fuerza en su puño, lanzando un golpe directo a la zona del pecho del ser, rompiendo la dura piel de este hasta atravesarlo acabando con el.
Saco el brazo hasta que este mostraba como estaba manchado de un fluido pegajoso, quizá la "sangre" de esas bestias, pero al menos ahora ya había acabado tal amenaza, por lo que suspiro con tranquilidad, volteando el rostro en dirección de la pelirroja y solo afirmando con la cabeza como gesto de mostrar que habían salido triunfantes de aquella situación.
Observo como ella se encargaba de atacar a uno de los Jötnar, parecía ser que también por su propia cuenta había notado como superar a esos seres, al menos con eso logró superar a dos. Ante la pregunta que ella le hizo, pensó por un momento cuantos habían llegado al comienzo, tardo un momento en darse cuenta que aún faltaba uno, por lo que con la mirada lo buscó y aprecio que este se encontraba caminando de manera lenta hacía un gran pilar que estaba al fondo, fue cuestión de mover sus ojos para ver cual era su plan, pues ese pilar se encargaba de sostener gran parte del techo, el solo hecho de destruir este sería motivo de game over para ambos.
— No, no lo haras — Comenzó una carrera a buena velocidad en dirección de este oponente, debido a la diferencia de tamaños, fue cuestión de unos cuantos segundos para poder llegar a una corta distancia de este, pero la prisa hizo que olvidara el pensar en un plan para enfrentarlo, no teniendo armas en ese momento para poder acabar con este ser, mas, algo se le estaba ocurriendo, arriesgado claro. Al llegar a una buena distancia de este ser dio un salto hacía adelante, poniendo todo su peso en tal acción, tacleando al ser carmesí hasta lograr estamparlo en el pilar. — ¿A donde ibas? — La forma tan fuerte con la cual impacto el cuerpo del Jötnar contra la forma de cristal hizo que este mostrara algunas fracturas, pero que no fuera suficiente para destruirlo, por lo que lo mas difícil había pasado, ahora concentró toda la fuerza en su puño, lanzando un golpe directo a la zona del pecho del ser, rompiendo la dura piel de este hasta atravesarlo acabando con el.
Saco el brazo hasta que este mostraba como estaba manchado de un fluido pegajoso, quizá la "sangre" de esas bestias, pero al menos ahora ya había acabado tal amenaza, por lo que suspiro con tranquilidad, volteando el rostro en dirección de la pelirroja y solo afirmando con la cabeza como gesto de mostrar que habían salido triunfantes de aquella situación.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Vaya que esas criaturas golpeaban duro, tanto que podía reducir bastante la barra de vida. A pesar de ello, se sentía confiada de que podría derrotarlos, incluso, a todos los Jötnar se les ensimismaran después de acabar con el grupo de cinco. Quizás no iba a pasar mucho para que algo parecido sucediera cuando vio al último Jötnar carmesí acercarse lentamente a un pilar. Era evidente su objetivo, casi como si emulara lo que ella misma había ocasionado contra uno de los dos gigantes que eliminó.
Hizo un movimiento para salir corriendo, en un intento por detener a la criatura. Pero K se le adelantó. En un santiamén el warrior se deshizo del gigante, eliminándolo. Regina terminó por suspirar, realmente aliviada porque aparentemente toda esa cruda batalla con un grupo de cinco Jötnar carmesí de fuerza feroz había llegado a su fin. Decidió envainar a Armageddon, recoger su abrigo desgarrado —al que llevaría con un Whitesmith para repara, luego de salir de ahí— y vestirse con este, y luego se fue caminando hacia donde se encontraba K —No estuvo nada mal —fue un halago, con una pequeña sonrisa de por medio—. Lo que más temíamos, ocurrió. Ya qué. Salir por donde vinimos no estaría mal, si es que la tormenta ya ha terminado —le dio la espalda, buscando otro camino por donde continuar explorando la cueva. Si seguían haciéndolo, corrían con la posibilidad de encontrar más Jötnar. Quizás K también quisiera regresarse a la entrada, en una esperanza de que la tormenta hubiese cesado—. ¿Seguimos con la aventura o nos retiramos? —inquirió, volviendo su cabeza por encima del hombro derecho, mientras sonreía ampliamente. No tomó una decisión tirana, porque ambos estaban atrapados y eran aliados momentáneos, además, él se ganó su respeto... Muy a pesar de las reglas del Sanctum y su desprecio para con los warriors.
Hizo un movimiento para salir corriendo, en un intento por detener a la criatura. Pero K se le adelantó. En un santiamén el warrior se deshizo del gigante, eliminándolo. Regina terminó por suspirar, realmente aliviada porque aparentemente toda esa cruda batalla con un grupo de cinco Jötnar carmesí de fuerza feroz había llegado a su fin. Decidió envainar a Armageddon, recoger su abrigo desgarrado —al que llevaría con un Whitesmith para repara, luego de salir de ahí— y vestirse con este, y luego se fue caminando hacia donde se encontraba K —No estuvo nada mal —fue un halago, con una pequeña sonrisa de por medio—. Lo que más temíamos, ocurrió. Ya qué. Salir por donde vinimos no estaría mal, si es que la tormenta ya ha terminado —le dio la espalda, buscando otro camino por donde continuar explorando la cueva. Si seguían haciéndolo, corrían con la posibilidad de encontrar más Jötnar. Quizás K también quisiera regresarse a la entrada, en una esperanza de que la tormenta hubiese cesado—. ¿Seguimos con la aventura o nos retiramos? —inquirió, volviendo su cabeza por encima del hombro derecho, mientras sonreía ampliamente. No tomó una decisión tirana, porque ambos estaban atrapados y eran aliados momentáneos, además, él se ganó su respeto... Muy a pesar de las reglas del Sanctum y su desprecio para con los warriors.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Re: Storm is Coming
No esperaba que terminaran en esa situación eso era claro, pero mucho menos pudo esperar que ella mostrara ya hasta cierto punto un tanto de respeto por el, a pesar de que se trataba de un warrior y era reconocida por estar en un clan que los odiaba, además de que ya tenía también fama por tener una mayor saña con ese tipo de jugadores, por lo que las actitudes de la pelirroja eran algo que tomaba de manera grata.— No creo que lo mejor sea regresar — Porque recordar al gran vació y como apenas pudieron pasar, hacía que la idea no fuera muy grata para el, mejor continuar buscando, por ello le indicaba con la mano se continuaran con la búsqueda, ese lugar parecía ser que estaba cerrado, era como un solo salón que servía nada mas para que se encontrara el rey y aquellos Jötnar de gran fuerza, pero nada mas, por eso lo lógico era regresar por el mismo lugar por donde vinieron.
— Creo que de todos modos tenemos que regre... — El suelo empezaba a temblar de manera fuerte, algunos trozos de hielo se separaban del domo, azotando contra el piso de manera fuerte, era como si todo ese salón se estuviera sacudiendo, por lo que al momento pensó que aquello iba a provocar que todo esto se viniera abajo y acabara con ambos, verdaderamente, temía que ya había llegado el momento de caer en el game over, algo que no había experimentado nunca en todos los años que llevaba jugando. Segundos fueron suficientes para que aquel temblor cesara por completo, dejando ver como al fondo se había abierto una puerta, ¿acaso eso se había abierto ahora que derrotaron al rey de los Jötnar? Si, eso parecía, no había conocido algo similar en otros lugares, pero como estaba ahora mismo, con casi nada de HP, termino aceptandolo. — Creo que tenemos nuestra salida — Era raro que aceptara tan de pronto esa ayuda que se les había dado, normalmente desconfiaria de esto por un momento, pensaría bien si era lo correcto, pero, ahora situaciones drásticas merecían acciones drásticas.
Camino por esa entrada, este era un gran pasillo que se extendía por alrededor de 200 metros, hecho totalmente en hielo, con un brillo blanco que podía alumbrar este paso, una vez que llegó al exterior, abrió los ojos con sorpresa, apreciando que habían llegado a un buen lugar, se trataba de un lugar cercano a Voldaran, un pueblo muy cerca de donde entraron, con algunas cuantas pequeñas casas de estilo rustico, hotel y además de unas cuantas tiendas, un lugar perfecto. Aunque por lo menos para el no era tan perfecto, pues sentía que algo no había bien en el ambiente, Detuvo por un momento sus pasos una vez saliendo de la cueva, ya que funcionaba su mapa, pudo apreciar que su incomodidad estaba bien infundada. — Tu guild esta aquí... — No tenía armas mas que sus pistolas para defenderse y con el HP tan bajo, sabía que aquello podría ser un problema, a pesar de ser una zona sin PVP, sabia que guilds como la de ella tenían algunos pequeños tratos oscuros y manejaban a virus o corrompidos para hacer el trabajo sucio, por ello considero que lo mejor sería mantenerse alejado de ese lugar.
— Fue bueno mientras duro — Con un movimiento se giraba, caminando hacia la izquierda, en dirección del punto donde habían entrado en primer lugar, que era donde estaba su vehiculo, ahora que tenía su mapa de nuevo, podía llegar a este punto sin problema, además que el clima ya había mejorado bastante, por lo que no tendría ningún problema en llegar, haciendo solo un ademán a manera de despedida de la mujer pelirroja, que igual sabía que si su guild le veía con el, tendría que dar muchas explicaciones que obviamente, iba a hacer que se evitara de ello, no iba a negar que esa alianza había sido divertido, pero seguramente, aún tenía un blanco grande en la espalda para el Sanctum.
— Creo que de todos modos tenemos que regre... — El suelo empezaba a temblar de manera fuerte, algunos trozos de hielo se separaban del domo, azotando contra el piso de manera fuerte, era como si todo ese salón se estuviera sacudiendo, por lo que al momento pensó que aquello iba a provocar que todo esto se viniera abajo y acabara con ambos, verdaderamente, temía que ya había llegado el momento de caer en el game over, algo que no había experimentado nunca en todos los años que llevaba jugando. Segundos fueron suficientes para que aquel temblor cesara por completo, dejando ver como al fondo se había abierto una puerta, ¿acaso eso se había abierto ahora que derrotaron al rey de los Jötnar? Si, eso parecía, no había conocido algo similar en otros lugares, pero como estaba ahora mismo, con casi nada de HP, termino aceptandolo. — Creo que tenemos nuestra salida — Era raro que aceptara tan de pronto esa ayuda que se les había dado, normalmente desconfiaria de esto por un momento, pensaría bien si era lo correcto, pero, ahora situaciones drásticas merecían acciones drásticas.
Camino por esa entrada, este era un gran pasillo que se extendía por alrededor de 200 metros, hecho totalmente en hielo, con un brillo blanco que podía alumbrar este paso, una vez que llegó al exterior, abrió los ojos con sorpresa, apreciando que habían llegado a un buen lugar, se trataba de un lugar cercano a Voldaran, un pueblo muy cerca de donde entraron, con algunas cuantas pequeñas casas de estilo rustico, hotel y además de unas cuantas tiendas, un lugar perfecto. Aunque por lo menos para el no era tan perfecto, pues sentía que algo no había bien en el ambiente, Detuvo por un momento sus pasos una vez saliendo de la cueva, ya que funcionaba su mapa, pudo apreciar que su incomodidad estaba bien infundada. — Tu guild esta aquí... — No tenía armas mas que sus pistolas para defenderse y con el HP tan bajo, sabía que aquello podría ser un problema, a pesar de ser una zona sin PVP, sabia que guilds como la de ella tenían algunos pequeños tratos oscuros y manejaban a virus o corrompidos para hacer el trabajo sucio, por ello considero que lo mejor sería mantenerse alejado de ese lugar.
— Fue bueno mientras duro — Con un movimiento se giraba, caminando hacia la izquierda, en dirección del punto donde habían entrado en primer lugar, que era donde estaba su vehiculo, ahora que tenía su mapa de nuevo, podía llegar a este punto sin problema, además que el clima ya había mejorado bastante, por lo que no tendría ningún problema en llegar, haciendo solo un ademán a manera de despedida de la mujer pelirroja, que igual sabía que si su guild le veía con el, tendría que dar muchas explicaciones que obviamente, iba a hacer que se evitara de ello, no iba a negar que esa alianza había sido divertido, pero seguramente, aún tenía un blanco grande en la espalda para el Sanctum.
K- Player
- Mensajes : 95
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3220/4213)
Re: Storm is Coming
Envolvió apenas lo que era su mentón con la mano zurda, meditando la situación. Como no dispuso volver porque sí, sin pedir opiniones y mucho menos escuchar las excusas de K, mostraba, claramente, que ese era un trabajo de dos. Y no estaba renuente a la idea, en realidad, porque aquel warrior había conseguido lo que pocos lograron. El detalle de todo el asunto —o mejor dicho un problemón para Regina— sería si alguien de Sanctum, e incluso aquellos que recurrían al gremio, se enteraba que formó alianza con un warrior, especialmente K. No tendría pretexto alguno, si el líder le preguntaba en son detectivesco. Su menor desafío sería salir, en realidad, sino aquel —Cierto —secundó a K.
Iba a comenzar la marcha cuando el suelo se desquebrajó, desnivelándose y mostrando lo que parecía ser una puerta. Levemente impresionada, admitía que esa sería la primera vez en apreciar una puerta de retorno en todo su tiempo dentro de aeon. Nunca antes había tenido el privilegio de cruzar una para volver al pueblo más cercano o a la entrada del dungeon. Quizás ese tipo de portal solo aparecía en ciertas condiciones, o aquel Rey Jötnar era un monstruo tan básico que nadie se había enterado de ello, y por eso facilitaban una puerta de retorno. Bah, ya no interesaba. Ahí estaba la salida, frente a sus ojos —No nos queda de otra, entonces —arrugó el entrecejo, algo desconfiada, realmente. Pero así como él terminó resignándose, ella también. Era aprovechar esa oportunidad, o terminar peor.
Se puso en marchar, casi al unísono que K. Caminaba por ese largo pasillo al lado del warrior —simplemente detestaba estar detrás o delante de alguien, tal vez por seguridad—. Repentinamente ya se encontraban cerca de un pueblo, siendo esto, sin lugar a dudas, un gran alivio. No tuvo tiempo de detectar si su mapa funcionaba perfectamente, para así chequear un punto de transporte cuando... —Mier... —susurró cuando escuchó aquel comentario de K. ¿Blanctorche se encontraría ahí? Que no se acercaran más, porque si no ambos serían la cena de algún Boss. Posiblemente su transmisor en forma de lentes de sol envió una señal cuando Regina se perdió en el mapa de Thuren, avisándole al Sanctum.
Extrajo los lentes de sus ropajes y, efectivamente: ahí estaban, con el líder del gremio. Por fortuna de ambos, K decidió que lo mejor era retirarse rápidamente. Sin tener la oportunidad de despedirse, porque sabía que otra vez se conseguirían, le observó marcharse en su vehículo —Tal vez no sea mal tipo, después de todo —comentó para sí misma, mirando al cielo. Se encogió de hombros, dejando atrás las diferencias por un acontecimiento inusual: eran enemigos declarados, aún así, cooperaron. Y ahí se encontraba ella, desafiando los principios del Sanctum cuando Blanctorche se acercó desesperadamente, estrechándole entre los brazos.
Una experiencia memorable, sin dudas.
Iba a comenzar la marcha cuando el suelo se desquebrajó, desnivelándose y mostrando lo que parecía ser una puerta. Levemente impresionada, admitía que esa sería la primera vez en apreciar una puerta de retorno en todo su tiempo dentro de aeon. Nunca antes había tenido el privilegio de cruzar una para volver al pueblo más cercano o a la entrada del dungeon. Quizás ese tipo de portal solo aparecía en ciertas condiciones, o aquel Rey Jötnar era un monstruo tan básico que nadie se había enterado de ello, y por eso facilitaban una puerta de retorno. Bah, ya no interesaba. Ahí estaba la salida, frente a sus ojos —No nos queda de otra, entonces —arrugó el entrecejo, algo desconfiada, realmente. Pero así como él terminó resignándose, ella también. Era aprovechar esa oportunidad, o terminar peor.
Se puso en marchar, casi al unísono que K. Caminaba por ese largo pasillo al lado del warrior —simplemente detestaba estar detrás o delante de alguien, tal vez por seguridad—. Repentinamente ya se encontraban cerca de un pueblo, siendo esto, sin lugar a dudas, un gran alivio. No tuvo tiempo de detectar si su mapa funcionaba perfectamente, para así chequear un punto de transporte cuando... —Mier... —susurró cuando escuchó aquel comentario de K. ¿Blanctorche se encontraría ahí? Que no se acercaran más, porque si no ambos serían la cena de algún Boss. Posiblemente su transmisor en forma de lentes de sol envió una señal cuando Regina se perdió en el mapa de Thuren, avisándole al Sanctum.
Extrajo los lentes de sus ropajes y, efectivamente: ahí estaban, con el líder del gremio. Por fortuna de ambos, K decidió que lo mejor era retirarse rápidamente. Sin tener la oportunidad de despedirse, porque sabía que otra vez se conseguirían, le observó marcharse en su vehículo —Tal vez no sea mal tipo, después de todo —comentó para sí misma, mirando al cielo. Se encogió de hombros, dejando atrás las diferencias por un acontecimiento inusual: eran enemigos declarados, aún así, cooperaron. Y ahí se encontraba ella, desafiando los principios del Sanctum cuando Blanctorche se acercó desesperadamente, estrechándole entre los brazos.
Una experiencia memorable, sin dudas.
Regina- Player
- Mensajes : 34
Character Info
Nivel: 8
Experiencia:
(3260/4213)
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.