Just Bring It

" Tengo un trabajo para ti, te veo en Destiny, en el mensaje esta el mapa.

PD. Trae todo tu equipo. "

Había mandado ese mansaje un par de días atras para SUN, a quien conocía desde hace algún tiempo y esta le ayudaba de mecanica en algunas de sus competencias, además de que también era la encargada de hacer las mejoras para sus armas y arreglar estas cuando terminaran dañadas, por eso es que le veía de manera común, incluso mas de lo que quisiera, no sabía donde iba a estar, por eso es que rento un lugar donde pudiera hacer el trabajo que le iba a pedir, además que eso le ahorraría mucho en transporte, pues no quería tener que llevar todas las cosas a otro servidor solo para la compostura. Tenía una gran e importante carrera en Neon Canyon en unos cuantos días y tenía que tener la maquina puesta a punto, por ello lo llevó con la mejor mecanica que conocía, la cual era esa chica.

Era una enorme cochera, con todo tipo de refacciones, le había costado una buena cantidad de creditos el poder comprar todo, pero era necesario, si lograba ganar la carrera como lo tenía pensado, iba a tener 10 veces mas de lo que había gastado, pero sin tener las mejoras que la chica podría hacer, sería difícil poder enfrentar a tipos que gastaban el triple de lo que el y tenían autos preparados para todo tipo de situación.

— Creo que vamos a estar un rato mas solos Marianne — Hablando al Camaro SS modificado que ya estaba puesto en el centro de la cochera, sin mas echando el cuerpo hacia atras hasta quedar acostado sobre el capó de este auto poniendo las manos sobre la nuca para usarlos como almohada, quedando bastante comodo, solo moviendo un poco el cuerpo hasta estar bien comodo boca arriba, esperando que la chica se presentara a la cita.

Estaba concentrada tanto en el armado de un prototipo que el infernal sonidito de la llegada de un mensaje, hizo que se sobresaltara, golpeándose la cabeza contra uno de los fierros. —  ¡Ay ay ay! ¡Maldito seas! — Exclamo casi gruñendo, mientras se hizo hacia atrás, frotándose la cabeza con una de las manos.  Algo le decía que sabia quien era el remitente de ese mensaje,  ¡Y vaya que estaba en lo cierto!  — Genial, Brockoli al asecho  — Rodo los ojos, mientras esbozo una maliciosa sonrisa. Adoraba decirle asi, entre otras cosas claro, porque al momento de discutir con él, surgían los mil y un apodo.  Si estaba mandándole un mensaje era obvio que necesitaba de sus habilidades, lo cual significaba que iba a sacarle una buena suma de crédito.  De solo imaginar eso, sus ojos destellaron de manera interesada.

Camino por aquel lugar, el cual no era espacioso, tenía las dimensiones de una habitación chica, pero al menos, era suficiente para guardar cosas que iba recolectando y pudiera serle de utilidad, como herramientas y repuestos.  Tomo un bolso, y comenzó a guardar lo que sería necesario para trabajar, ya podía imaginarse de que se trataba todo, por lo cual no le fue difícil elegir, y después de todo, si algo faltaba, mandaría a Brooklyn a buscarlo.  — I'm going to Kill,Kill,Kill ♪  — Canturreo bastante divertida, mientras tomo el bolso y salió del lugar, encaminándose hacia el encuentro.

Realmente no sabía cuánto había demorado en llegar, puesto que se tildaba dentro de su propio mundo e ignoraba el entorno, pero en un abrir y cerrar de ojos, tras chequear el mapa un par de veces, llego al lugar.  Entro sin anunciarse, ni nada por el estilo, encontrándose con aquel sujeto sobre el capo.  Solto un bufido de fastidio, y arrojo aquel pesado bolso a un lado, haciendo bastante ruido.  Tras eso, solo se encamino hasta el, alargando el brazo, para así tomarlo por la parte del cuello de los ropajes superiores, dándole un tirón para que se reincorpore y verlo cara a cara. — Siempre holgazaneando ¿Verdad?  — Enarco una ceja, mientras sobre aquellos rosados labios se formaba una picara y algo demencial sonrisa.  

Lo soltó, y comenzó a caminar alrededor del Camaro.  Sus gestos se suavizaron al admirar semejante maquina.  Llevo su mano diestra hasta este y comenzó a deslizarla apenas rozando el material con las yemas de sus dedos, a medida que caminaba, admirando cada detalle. — Es mucha máquina para alguien como tu —  Mascullo con aquel tinte de voz irónico, que era más para fastidiarlo que para otra cosa.  Aunque rápidamente añadió, mientras se inclino un poco, para observar de cerca una de las llantas delanteras. — ¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres que haga básicamente?   —  Alzo un poco su cabeza, para así observar a su compañero, con algo de curiosidad reflejada en su mirar. — ¿Reparación? ¿O quizás buscas que haga una mejora completa? —

Estaba sumamente tranquilo acostado sobre el auto, pensando en sus cosas hasta que escuchó el golpe de algo pesado contra el suelo, eso era mas que señal de que la chica había llegado, ya que había dejado la seguridad de ese lugar para permitir solo que una persona invitada pudiera acceder, pero ni siquiera a su llegada hizo algo para recibir esta, hasta que le tomo de la vestimenta, haciendo que sonriera a medio labio viendo hacía los ojos de la joven. — ¿ Como esta mi loli favorita ? — Al ella soltarla se movió un poco para irse reincorporando quedando sentado sobre el capó del vehículo, apreciando la mirada que la joven daba a todo este, obviamente el conocía las capacidades que la chica tenía y que sabía que era la mejor en su trabajo, además de que a pesar de la relación tan extraña que ambos mantenían, la quimica entre ambos era bastante singular.

— Mas bien acepta que quieres que te regale a Marianne — Deslizando el cuerpo por el capó para quedar de pie y caminando un poco siguiendo el camino siguió, notando como se inclinaba para revisar las llantas — No sabia que usaras pantaletas a rayas — Que aquello no lo decía enserio, era mas como una broma por la posición en la que ella estaba y que quizá por esta terminara enseñando de más, jugando con la cabeza de la chica esperando que reaccionara ante eso, aunque no era nada de eso cierto. — Necesito que hagas una mejora, sabes que esos niños mimados no tienen problema en gastar millones en sus autos, se que eres capaz de superarlos sin necesidad de gastar eso, solo necesito que le adaptes la posibilidad de quemar 5 balas de impulso en lugar de 3 — Recargo el cuerpo contra la puerta del auto, a escasos centimetros de donde estaba la chica, cruzando los brazos a la altura del pecho, mirando a esta mientras agachaba la vista para poder observar hacía ella de modo directo con sus ojos dorados.

Todo lo que ella podría necesitar estaba al alcance de sus manos, incluso cualquier otra cosa que le pidiera, sería capaz de pedirla al momento, sabía que todo lo que había dicho y pedido estaba al alcance de la joven y principalmente, ella podría entender bien a que se refería, pues si al hablar de autos alguien podría entenderlo, se trataba de Sun, esa era la razón por la cual no confiaba en otros mecanicos, solo mas que en ella, claro, intentando mantener una buena relación con esta respetando bien su trabajo dandole la paga correspondiente por hacer los trabajos que necesitaba, además de hacerlos en un buen tiempo.

Se encontraba tan compenetrada en admirar el Camaro, que aquel primer comentario sobre Loli,  había pasado desapercibido, pero lo de las pantaletas, era obvio que iba hacerla reaccionar.  Sus mejillas adquirieron una tonalidad rojiza, y su rostro se crispo como el de una cría enfurecida. — ¿Qué sucede Fuckie?  ¿Acaso todas tus mujeres no logran satisfacerte del todo?, seguro que es por eso que te dedicas a mirar pantaletas ajenas — Ahí salía un bueno apodo, y tras eso, un comentario punzante, pero no malicioso, mas bien, iba cargado de esa chispa tan común en la relación de ellos, como perro y gato.   Se llevo las manos hacia atrás, sacudiendo su falda un poco, mientras tosía, intentando recuperar un poco de seriedad.  — Estas pidiendo algo complicado ¿Sabes? — Obviamente eso era mentira, nadie en ese lugar amaba mas la mecánica que ella, nada era complicado, y si lo era, se convertía en un reto delicioso para esta joven.  Un reto en el que obviamente, iba a triunfar.  Pero con esas palabras, solo quería juguetear un poco, y por qué no, abusar de Brooklyn en el sentido financiero.

Fijo su mirada en el por unos instantes, pero luego camino hacia el frente del automóvil, inclinándose un poco hacia adelante, lo suficiente para apoyar sus manos sobre el capo, y así comenzar un rápido y superficial escaneo de la maquina. — ¿Para cuándo lo necesitas terminado?  —  Mascullo con seriedad, mientras su mirada se encontraba perdida en aquel escaneo, lo cual demoro unos segundos.  Tras terminar, se sacudió las manos, teniendo ya una lista de cosas en la cabeza que iba a necesitar.

Aparto las manos, y volvió hacia el sujeto, deteniéndose delante de este, mientras de atrás de su cintura, sacaba una pinza.  — Se me olvidaba… —  Tras estar cerca, volvió a tomarlo con su mano libre de los ropajes superiores, y lo tironeo para que alcanzara su altura y verlo de cerca de manera bastante amenazante. —  No hace falta que me regales a ‘’Marianne’’, ya que algún día, tus apodos y comentarios harán que se me vuele la paciencia y agarre a mi amiga … — Desvió apenas su mirada hacia la pinza que sostenía con la otra mano, y ahora la había colocado a la altura de ambas cabezas, enseñándosela — Tome con ella a tu amigo …  —Ahora dio un rápido vistazo hacia abajo, marcándole la entrepierna, antes de regresarla a la ajena —  Y voy a tironearlo con tanta fuerza, que voy a desprenderlo, y mientras estés agonizando en el suelo, voy a llevarme este Camaro  — Sello aquello con una dulce y tierna sonrisa, para luego soltarlo y guardar la herramienta.  A veces parecían críos discutiendo, pero no podía negar que le divertía bastante aquella extraña química que mantenía con el sujeto.

Mantuvo la posición y con ello la tranquilidad en lo que estaba hablando, necesitaba el trabajo para pronto, porque en cosa de nada se venía encima una competencia bastante importante. — El S4 Prix de Neon Canyon va a ser en 15 días, así que ya sabrás, cuando gane, además de la paga de hoy te dare el 20% — Que el 20% del premio que hay, era una buena cantidad para cualquiera persona, empezando con que se trataba fácilmente de una cifra de 6 dígitos, obviamente conocía que la urgencia iba a incrementar el costo y que quizá su compañera aprovecha para ganar un poco mas de dinero, pero no le importaba mucho, lo que el tenía en mente era ganar por las buenas y mostrar que era el mejor de ese estilo de carreras.

Al ver la cercanía que ella tenía, emitió una sonrisa, ¿acaso su "charm" estaba funcionando? Bueno, eso no podía saberlo bien, pero poco a poco le estaba mostrando la verdadera razón de tal cercanía, viendo entonces la pinza, el punto que marcaba, esto no le cambiaba de ningún modo la actitud que el tenía, ampliando entonces la sonrisa, poniendo las manos sobre los hombros de la chica palmeando uno de estos. — ¿ Que te parece si hacemos un trato ? Si gano la carrera con 1 vuelta de ventaja o mas, además del pago del dinero, te quedas con Marianne — Levanto los hombros un poco y luego se aparto de la chica, había visto ya un par de veces las miradas que le daba al auto y sabía que le gustaba, además que ahora que lo había mostrado, sentía que no habría un problema si se lo daba, obviamente la ventaja la obtendría, por lo que era mas una manera de darle el auto sin que ella tuviera objeciones y pensara que no había posibilidad de esto.

— Esta todo lo que necesitas, igual si necesitas algo mas, avisa y ahora mismo lo pido, tengo gente que me puede conseguir todo en unas cuantas horas — Camino pasando de largo a la chica yendo hacía uno de los muros del lugar, abriendo un pequeño refrigerador, sacando de dentro un par de latas, lanzando una de ellas hacía la joven, dejando una en su posesión y abriendo la tapa de esta. — Aprovecha que estoy de buen humor porque la loli de mis sueños hoy esta mas cariñosa que de costumbre — Haciendo referencia a la forma en como le había tomado y amenazado antes, obvio que sabía que eso provocaría que ella de nuevo se colocara a la ofensiva pero ¿ le molestaba eso ? en lo mas minimo, al contrario, le gustaba jugar con ella de ese modo.

Tras el separarse, y ella igual, solo volvió a la posición que tenia momentos atrás, junto delante del camaro.  Lo observo una última vez.  —  ¿El 20%? —  Enarco una ceja, mientras giro su cuerpo, apoyando el trasero sobre el capo, apenas apoyándose, ya que era bastante cuidadosa con esas cosas. —  Debes estar loco.  No me matare trabajando como una maldita esclava solo por el 20% —  Jugueteo con una de sus coletas cobrizas, mientras aquel mirar verdosos se afilaba hasta el punto donde se mostraban amenazantes. —  Que sean 50% y 50% —  Añadió con ese tonito de voz determinante pero infantil, mientras giro su rostro apenas, viendo el camaro —   ¿Tan fácil vas a darme a Marianne? —  Esbozo una tenue sonrisa, mientras su diestra daba una sutil caricia aquel capo, como si intentara consolar aquel automóvil por las palabras de su dueño. —  Supongo que ya te aburriste de ella, como pasa con todas tus mujeres —  Sabia que Brooklyn era todo un Casanova, y se le daba bien las conquistas, así que cualquier cosa que supiera de él, servía para fastidiarlo.

Sus reflejos le permitieron atrapar perfectamente esa lata, la cual observo por unos instantes, antes de abrirla, y darle un sorbo largo.  Se encamino  hasta la puerta del lado del conductor, y la abrió, para poder sentarse, recorriendo cada detalle del panel principal.  Recordaba perfectamente cada arreglo que le había hecho, le tenía bastante aprecio. — La tendré lista en 48hs  —  Estaba muy segura que no iba a demorar más que eso en equipar y refaccionar el automóvil de la forma que el quería y que ella se imaginaba.  

Tras escuchar lo último, un tic nervioso se reflejo en su rostro. —  ¿Loli de tus sueños? —  Se acomodo sobre la butaca, llevándose las manos tras la nuca . — Ya estas bastante viejo para intentar coquetear conmigo, así que evítate el rechazo —  Canturreo aquello ultimo bastante divertida.    Estar dentro de aquella maquina, le generaba una paz absoluta, que relajaba sus instintos de agresividad, aunque con tanta provocación continua, sin duda iba a terminar por detonar el carácter de la chica en cualquier momento.  Sin embargo, no iba a tratar al sujeto como lo hubiera hecho con otra persona, ya que por el momento, aquella relación le servía, además que claro, aunque no lo admitiera, no le desagradaba en lo absoluto.

Frunció un poco el ceño cuando escucho el trato que ella quería hacer, solo negando con la cabeza, al mismo tiempo que hacía un movimiento similar con el dedo indice el cual había elevado y extendido junto a su brazo en dirección de donde la chica estaba. — No no, estas mal de la cabeza, si sumo lo que te pagare hoy, mas el 50% yo terminaría casi sin nada, a lo mucho que puedo llegar es al 30% — Que a pesar de tener urgencia por el auto, tampoco iba a permitir que ella abusara de esa manera de el, quizá había olvidado que le iba a pagar una parte por adelantado, pero según sus cálculos si hacía tales gastos, sería como si solo ganara el 20% de las ganancias, cosa que no le ayudaba, menos cuando había realizado gastos suficientes para poder comprar todo lo necesario. — Nunca me cansare de Marianne, pero la ves tan amorosamente, que quizá piense que tu le darías un buen trato — Abrió la lata de refresco para beber del contenido hasta que terminaba con el liquido, apretando la lata para lanzar esta en dirección del bote de basura, haciendo que encestara casi perfectamente, volteando en dirección de la chica y lo que estaba haciendo. No tenía problemas con regalar ese auto, después de todo, sabe que estaría en unas muy buenas manos, pues Sun había sido la que había modificado gran cantidad de lo que era ese Camaro en el momento, si había alguien quien mereciera tenerlo, era ella.

— Además, si uso mucho el mismo auto, ya empezaran a analizarlo y a pesar de las modificaciones que hagas, sabrán cuales son sus débilidades — En el ambiente donde estaba, había gente que gustaba de usar todo tipo de mañas para terminar victoriosos, la cantidad de dinero que se corría era bastante y por eso corrían todo tipo de riesgos para ganar, el que analicen un auto, era lo mas lógico que se le podía ocurrir, pero no por ello era lo peor que se le podría ocurrir a la gente. — No hay prisa — Hizo un ademán con el mano, aún tenía bastante tiempo, incluso para realizar mas modificaciones, este no era algo que le tuviera presionado, pues conocía bien la habilidad de la joven y lo rápido que esta trabajaba.

Cambiando su actitud para fingir una expresión de tristeza, movió la cabeza hacía la izquierda. — ¿ Segura de eso ? Si tu eres la única loli que me gusta — Diciendo todo aquello en un tono meloso, obviamente aún bromeando sobre todo esto, aunque conocía bien el humor de ella, sabía que le gustaba bromear de este modo, además de que no podía negar que entre ellos hubiera una buena quimica entre ambos.

La negación por parte de él en cuanto el 50%, hizo que el semblante de la chica, formara un leve mote de tristeza, algo similar a un puchero, mientras hizo su cuerpo un poco hacia adelante, recostando su cabeza sobre el volante del Camaro.  — Owww, eres un tacañoooo, Fickieeee — Alargo las palabras, con una voz aniñada llena de lamento, obviamente fingido.  Entrecerró los ojos, y froto apenas su mejilla contra aquel volante.  —  Obviamente que sí, mi trato sería mucho mejor que el que le puede dar un bruto como tu  — Su tono se volvió meloso como enamorado, algo que le provoco aquel roce.  Las maquinas despertaban cierto sentimiento en ella que los humanos no.

Se bajo del automóvil, quedando de pie a un lado de este, mientras daba con su mano, unas palmaditas sobre el techo.  — Sabes que la apariencia de Marianne puede cambiar, no es muy difícil para mí rediseñar y realizar una nueva carrocería —   Hizo una leve pausa, y se encogió de hombros, si bien eso le parecía muy divertido de realizar, no podía aplicarlo en aquel Camaro.  Le gustaba tal cual así, además de que ya se había acostumbrado a ese diseño. — Pero no creo que a Marianne le guste la idea  —  Tras eso, se despego de allí, para caminar hacia su bolso, hincándose en el suelo para revisar todo lo que había traído.  
Cuando oyó lo de Loli una vez más, su rostro se crispo, y tomo lo primero que sujeto dentro del bolso (Una llave Inglesa) , y se coloco de pie, arrojándolo con violencia hacia su compañero.  Sabía que él iba a esquivarla, no había problema con eso.  Chasqueo la lengua, y se sacudió las manos, adoptando una postura altanera y desafiante.  — ¿Desde cuándo te gustan las menores? — Se llevo ambas manos detrás de su propia espalda, entrelazando los dedos, mientras que inclino el torso un poco hacia adelante, adoptando un gesto y tono picado. — ¿Acaso las mujeres mayores con las cuales te relacionas no te satisfacen ya? —  Soltó una carcajada, y luego movió un poco su mano, restándole importancia, fingiendo un gesto compasivo —  Oh pobre Fuckie, si quieres puedo presentarte a una amiga — Aquellos comentarios cargados de burlas parecían no ceder de ningún lado.  Pero, era bastante divertido, era como un sentimiento de alto voltaje , pero sin tener la intención de dañarse.

Giro el cuerpo y volvió al refrigerador para tomar del interior otra botella, solo que esta vez era una de cerveza, al estar distraido al hacerlo, no pudo apreciar la acción que tuvo la chica de aquel cabello cobrizo, por lo que la llave la vio hasta que estaba casi en su cara, impactando esta de lleno en su frente, rebotando para caer al suelo de modo pesado emitiendo un sonido al tocar el piso. Con la mano sujeto bien la botella que tenia para evitar que esta terminara cayendo, pero tal golpe hizo que su vista se nublara por un momento, obvio que esto no trajo un daño en su HP debido a que este lugar tenía el PvP bloqueado, aunque solo tal golpe provoco que terminara sacudido un poco, emitiendo un leve ruido de molestia, maldiciendo por lo bajo ese deseo de hacer que los jugadores sientan todo lo que experimentan en aeon, algo que seguro se convertiría en una fuerte jaqueca para el.

— Desde siempre me han gustado las menores, especialmente como tu, con esos lindos pechos talla B — Emitiendo un suspiro casi encantado, poniendo la botella de cerveza sobre su cabeza, para hacer que la frialdad de esta pudiera ayudar a que no tuviera una inflamación, además de evitar la posible jaqueca, aunque había maldecido al que se le ocurrió agregar tanto realismo, ahora que la sensación de la fría botella era perceptible, le agradecía montones por aquello. — Claro que me satisfacen, pero, nunca esta de mas probar una deliciosa loli como tu de vez en cuando — Una vez pasado el dolor por el golpe, tomo la botella para quitar la tapa, bebiendo de su contenido de forma lenta, pudiendo degustar de buen modo la cerveza.

Estaba pensando por un momento, revisando con la vista los distintos componentes que tenía a su alrededor. — El Prix pasado intentaron usar armas para llamar mas la atención, era un sistema extraño en que cada competidor debía pasar por una cresta para poder hacer uso de armas o defensas, no participe en esa ocasión porque tenía que hacer algunas cosas pero... — Dijo en una pausa, esa vez se había encargado de dar un concierto en otro país y para su mala fortuna, estos eran al mismo tiempo, pero se había enterado que esa carrera se había convertido en toda una carniceria. — Según algunos conocidos que tengo, eso lo avisaron un día antes, aún no dicen nada sobre eso, pero, creo que hay que tener un plan de contingencia en caso de que vayan a hacer algo parecido ¿no crees? — Regreso hacia el camaro y ubico las manos sobre el toldo de este, dando un par de suaves palmadas, pensar en aquello no era algo que le agradara mucho, al ponerle un nombre, para el era como un ser vivo y no podría permitir que llegaran a hacerle daño. —No me gusta mucho esa idea pero, no puedo dejar pasar otro Prix

El que el no haya esquivado la llave realmente le tomo por sorpresa.  Incluso sus ojos se entreabrieron como platos cuando vio aquella herramienta golpear en seco la frente ajena. Obviamente, una leve sensación de preocupación y querer acercarse para ver la herida la invadió.  Pero su orgullo era mucho mas grande que cualquier cosa, así que formo un semblante lleno de indiferencia fingida, girando su rostro, para enfocarse en el bolso lleno de elementos, para tomarlo y caminar hasta el frente del Camaro, dejándolo allí, nuevamente en el suelo.  Al parecer, el no iba a dejar aquellos comentarios de lado, lo que significaba que ella tampoco.  Cuando oyó lo de talla B, casi de manera inconsciente se llevo las manos hasta sus propios senos; Por suerte, estaba de espaldas al sujeto, justo delante del capo del automóvil.  Un leve gesto infantil de tristeza se formo en su rostro, pero rápidamente se difumino cuando escucho lo siguiente. — Pues deberías saber que jamas dejare que un degenerado como tu toque este cuerpito dulce y virginal  — Adopto un tinte de voz malicioso y picaro, pero por sobretodo, muy segura de sus palabras.  Tomo el borde del capo, y lo abrió, para examinarlo por dentro.

Alzo su mano diestra a la altura de su torso, y la deslizo en el aire generando que una tabla holografica apareciera, la cual tenia dibujado el esquema del motor del Automóvil. Lo que escuchaba sobre esa carrera, ya lo había oído de otras fuentes, pero realmente no se imaginaba que el iba a participar en algo así, Incluso, aunque no lo admitiera, se sentía algo inquieta. — Se de lo que hablas, pude investigar un poco al respecto —  Mantuvo aquella postura seria, como si eso no le afectara en lo absoluto. —  Los automóviles ya vienen equipado por sus usuarios, solo que al momento de entrar a la carrera, un sistema bloquea el uso de las armas y mecanismos de defensa.  La única forma de utilizarlos es activarlos mediante esas crestas, cuando ellos dan la señal  — Trago saliva, mientras tocaba aquella pantalla y proyecto el motor de manera tridimensional. —  Sabes que eso es mucho del azar y también de favoritismo.  No duraran en activar las crestas a favor de sus corredores elegidos  — En esos momentos mantuvo su mirada fija en aquel motor, tratando de acomodar las ideas sobre diversas modificaciones pensadas. — Puedo equipar a Marianne con un sistema que te permita duplicar el utilizado por ellos, para que puedas desbloquearlas... — A pesar de eso, no estaba muy convencida, realmente eso era una verdadera matanza.

Fijo su mirada en el, y añadió  —  Aun así, solo podrás hacer uso como mucho, dos veces de eso, y en caso de urgencia — Gruño por lo bajo, y apoyo ambas manos sobre el borde del capo, emitiendo tras eso un largo suspiro cansino. —  Juro que si algo le pasa a Marianne, voy hacerte la vida imposible de por vida, Fuckie. — Lo observo de reojo, de una manera bastante amenazadora — Así que si se te ocurre otra idea, este es el momento de hablar

Estaba pensando en unas cuantas opciones, pero no llegaba a una conclusión, hasta que incluso llegó a desesperarse y sacudir sus cabellos con ambas manos. no quería terminar dañando a Marianne, pero no tenía otra opción, tenía que competir si o si en ese Prix o su rango no sería lo suficientemente alto como para competir en el resto de carreras importantes del año, no podía darse el lujo de perder la oportunidad de tener tales ganancias, tenía que buscar otra opción, por lo que al momento descubrió algo que podría servir y al momento, agacho la mirada, en ese modo pudo cambiar su modo de vista para poder revisar las distintas tiendas y subastas que había, la única forma de poder salir de todo este aprieto era teniendo que armar otro auto, conocía lo que ella podía hacer y casi sería el mismo trabajo preparar un auto, como iniciar con uno desde cero, además de que podría dar pie a que hiciera las modificaciones a su gusto, sin tener que cambiar a lo que era posible.

Terminó encontrando una subasta que ya estaba por terminar, el precio era bastante bajo y por lo que decía la descripción, era un buen auto, por lo que sin perder tiempo, hizo el gasto directo para ganar tal subasta, dando sus dados, haciendo la transferencia de dinero y esperando. — Lo mejor es empezar de cero, así no es necesario que modifiques de manera drástica a Marianne y esta no termine recibiendo daños, además que de este modo, podrás tener un lienzo en blanco, que supongo, es algo que disfrutarías mas ¿no?  — Al terminar de hacer aquello, recibió la notificación de la transacción, al momento, a un lado de donde estaba Marianne, un brillo color azul apareció, empezando a formar otro auto, hasta que lo hacía por completo, enseñando que se trataba de un Mustang Fastback, aunque obviamente este palidecía a un lado del Camaro bien arreglado, pues para sorpresa del comprador, este en su exterior se encontraba un tanto dañado.

— Que mierda... DOSHHHIIIITEEEE !?!?  ¿ Acaso es legal vender este tipo de basura en Aeon ? — Que ahora entendía bien porque era que el precio era bastante bajo, pero pensandolo bien, las piezas que se veían que faltaban en el exterior, saldrían en cosa de nada, además de que como había dicho, esto se trataba de un lienzo en blanco, pues ella podría prepararlo a su antojo y además, considerando los gastos, no tendría que hacer tantos como si tuviera que hacer una modificación a Marianne, además, las piezas ya estaban. Resignandose a lo que ahora tenía, solo palmeo el cofre del auto. — De todos modos, ya tengo el nombre perfecto para el, aunque no sea mi estilo — Hizo una breve pausa, quizá este podría ser el inicio de una "buena amistad" con ese auto, mirando hacía la chica de cabellos cobrizos. — ¿Que te parece Frankenstein?

¿Comenzar de cero?, esa era una opción factible. Y por sobre todo, no se sentiría culpable de tener que modificar a Marianne hasta dejarla irreconocible.  Además, el hecho de trabajar en algo desde el inicio, era un desafío el cual disfrutaría mucho de realizar. — Eso es cierto, pero… — Miro al chico de manera inquisitiva.  ¿Qué era lo que el tramaba?, tenían tiempo aun, pero no para comenzar a dar mil vueltas sobre el asunto, así que esperaba que sea lo que fuera que estaba tramando, lo revelara lo más rápido posible.  Desactivo aquella pantalla holografica y se cruzo de brazos.

Cuando menos lo espero, allí estaba tomando forma un nuevo automóvil.  Sus ojos se entreabrieron como los de una cría delante de la juguetería más extravagante. Casi destellaban claramente aquellos verdosos iris de tanta emoción.  Ella ignoraba completamente los daños que el Mustang tenía, para ella era sencillamente hermoso, perfecto, estaba maravillada; Pero aquel rostro de embobamiento, se torcio al oir lo que él decía. Sin ningún reparo, se acerco al chico y le dio un fuerte empujón, quitándolo de su camino.  — ¿Acaso no tienes sentimientos? — Soltó algo molesta, pero rápidamente volvió al estado de enamoramiento cuando de acerco al automóvil.  Se inclino hacia adelante sobre el capo, recostándose sobre este para así poder abrazar la parte delantera. — ES PERFECTO! — Froto su mejilla contra el frio metal. — Un menso como tu jamás va poder apreciar la belleza verdadera, salvo que tenga una falda corta y dos par de delanteras bien formadas  — Alzo un poco el rostro, frunciendo el ceño y sacándole la lengua a Brook, bien en una actitud de cría berrinchuda.

Al oír el nombre del automóvil, su rostro se suavizo, incluso una tierna sonrisa se formo en sus labios. — Creo que ese nombre es perfecto para él, ¿Verdad, Frankie? — Ladeo el rostro, susurrando aquella última pregunta al Mustang y luego  depositando un pequeño beso en aquel capo, para terminar levantando nuevamente su cuerpo, alzando sus puños, de manera animada, efusiva. — ¡Bien, hora de trabajar!

La reacción que ella tenía era algo que de cierto modo esperaba, incluso dejo que hiciera tanto quisiera en tal momento, dando un buen espacio para que pudiera hacer esto, quedando a una distancia de unos cuantos pasos, bebiendo lentamente de la cerveza que desde hace un rato tenía, degustando lento el dulce sabor del alcohol. Observó por un momento el vehículo, verdaderamente tenía su encanto, una personalidad propia y singular, de cierto modo ahora que lo veía bien, le estaba recordando a como era el, usualmente señalado como algo distinto a lo que era y por ello, menospreciados, con el buen trabajo, seguramente esa máquina sería poderosa y capaz de dar reto a cualquiera, eso provoco que sonriera ampliamente, quizá ahora el auto había subido de puestos entre sus gustos.

Con el hecho de que Sun dijera que iba a comenzar con el trabajo, el también tenía que hacer algo, con la mirada estaba revisando cada detalle del auto, viendo que era lo que faltaba, enmarcando todo en una lista mental la cual luego transcribió la información e hizo los pedidos correspondientes. Segundos pasaron, el cuarto se fue cubriendo de algunas luces azuladas las cuales iban formando las partes que estaba pidiendo, un nuevo cofre, un par de puertas, defensas y claro, trasmisión para ese modelo, todo aquello era una buena cantidad de cosas que estaban junto a las otras, cual si fuera navidad, todas ellas apiladas para que la joven cobriza se encargara de jugar con todos esos nuevos juguetes que le había dado.— ¿ Algo mas que falte ? — Termino regresando cerca del auto, posando la mano sobre el capó, por un momento dio un frote leve por este, ahora ya estaba comenzando a apreciar el vehículo y de cierto modo le recordó a Marianne, al comienzo no era tan despampanante como ahora se encontraba, fue necesario de mucho trabajo por parte de esa misma chica con hábiles manos para que terminara en la maravilla que era ahora.

— ¿ Que tanto crees que puedas agregar a comparación de lo que tenías pensado poner en Marianne ? — Esa era la pregunta clave, si las modificaciones que ella tenía en mente no podrían ser posibles en este auto, entonces su decisión había sido una equivocada, pero si todo se adaptaba, las cosas estarían a pedir de boca y no habría casi ningún límite que pudiera detener lo que Frankenstein podría hacer, ese nombre era adecuado, en algún momento esa creación se encargaría de ser la que diera pesadillas al resto de competidores.

Le era bastante difícil cruzarse con un automóvil así, tanto en aquel juego como en la vida real. Generalmente la gente prefería los coches más vistosos y novedosos, con los cuales lucirse y sentirse una diva en su máximo esplendor.  Eso sencillamente a ella le asqueaba.  Obviamente, tenía un amor enfermizo por todos los automóviles, pero los modelos viejos tenían ese algo que le despertaba cierta pasión intensa. Claramente eso se veía reflejado con el Camaro y ahora con el Mustang.  Se tomo su tiempo, para comenzar a examinar todos los rincones del automóvil.  Camino, rodeando el mismo, con una mirada entre analítica y enamorada. — Creo que puede salir un excelente coche capaz de pisotear a todos los de la carrera — Dijo completamente segura de sus palabras.  En esos momentos de distracción, comenzó a notar como diversas cajas comenzaban aparecer, por lo cual parpadeo con cierto gesto ingenuo y luego, asi como si nada, se desato aquel efusivo carácter una vez mas.  —  ¡Kyaah!, creo que estoy en el paraíso — Dio unos brinquitos, como toda una cria hasta las cajas, comenzando a revisarlas.  

¡Un Header! — Casi salió como un gritito lleno de emoción cuando encontró entre las cajas aquel repuesto de múltiples cilindros, el cual abrazo contra ella. — Creo que tengo todo lo que necesito aquí, al menos eso creo —  Deposito el repuesto donde estaba, y dio un rápido escaneo visual aquellas cajas, antes de comenzar a encaminarse nuevamente hacia el Mustang, abriendo la puerta del lado de manejo, para así, sentarse en aquella butaca rasgada y sumamente gastada, que parecía rechinar ante el peso de la joven, el cual no era mucho.  — Para ser sincera, a pesar de ser trabajo, me hubiera costado bastante modificar a Marianne hasta hacerla perder su esencia  — Mascullo con total sinceridad — La ventaja de los automóviles cuyos modelos son viejos, es que tienen una mayor resistencia, su coraza es mucho más dura y difícil de quebrar — Subió las manos hasta el volante, deslizando sus dedos por sobre este —  Creo que con un par de días de dedicación, podemos hacer muchos cambios, y hacer de este auto una gran bestia de combate  — Pensó en el sin fin de ideas posibles de realizar — Incluso podríamos intentar que queme más de cinco balas  — Formo una sonrisa desafiante y muy segura, adoraba superar los límites. Sin duda iba hacer de Frank una maquina muy temida dentro de aquel mundo de las carreras.

Las reacciones de ella no le tomaba por sorpresa, en lo mas minino, incluso era mas sorprendente para el que no lo hubiera hecho anteriormente, pero así es como era la joven, era algo que hacía su personalidad y la verdad, era una de las cosas que le agradaban tanto de la chica, ambos seguramente eran señalados como extraños pero entre ambos se podían entender, tener una buena relación, a pesar de las bromas, las agresiones y otras cosas que hacían de esto algo extraño, pero no por ello menos agradable. Observo al auto por un momento, sacando de su bolsillo un pequeño artefacto rectangular, con el cual empezó a tomar algunas cuantas fotos del Mustang, quería guardar todo lo que fuera a pasar durante el crecimiento de este, ahora era como un bebé, uno muy singular, pero aún había mucho trabajo que hacer. Igual no se sentía muy cómodo para dejar que ella hiciera todo el trabajo sola, por lo que fue a la mesa de trabajo donde ya estaban algunas herramientas.

Al estar frente a las herramientas, retiro su cinturón en el cual colgaba Sylvia, su espada laser, colocando esta en un lugar seguro, cambiando este por un cinto de herramientas, revisando antes que todo estuviera en su lugar, aunque también agregando algunas cuantas cosas, después de esto procedió a retirarse su chaqueta y dejar esta sobre una silla, quedando nada mas con su camiseta negra y el pantalón de mezclilla, si se iba a ensuciar, iba a intentar que el "daño" fuera mínimo — Entonces a trabajar — Avanzó hasta el auto y abrió el capo con cuidado, colocando la barra de metal para sostener, No era un experto en el tema, pero conocía que se tenía que hacer para desarmar las cosas, conociendo a la chica, seguro era que quería que todo se retirara para hacer todos los cambios que deseaba. Saco un par de llaves del cinto y se inclino hacía el motor, con unos cuantos movimientos comenzó a soltar algunas entradas para ir sacando algunos cables y mangueras, separandose para colocar estas en grupo, sabía que esto era lo primero que hacer antes de empezar a sacar otras partes, obvio que de vez en cuando volteaba en dirección de la chica, esperando por una indicación de su parte.

Se quedo allí sentada, meditando unas cuantas posibilidades de mejora sobre aquel automóvil. Estaba sumergida por completo en sus ideas, que casi ignoraba su entorno, pero cuando de repente, su mirada se desvió hacia el sujeto, lo vio tomar aquel dispositivo para tomar alguna que otra foto, es por eso, se que bajo de aquel carro, y se hizo a un lado, para dejarle total libertad.  Aprovecho esos momentos, para ubicarse cerca de su bolso, y desplego, con el movimiento sutil de su mano diestra, una pantalla holográfica, y tras unas cuantas selecciones, su atuendo comenzó a cambiar, quedando con unos pantalones similar a los militares pero en color negro, y una remera corta  sin mangas blanca.
Entendía perfectamente aquel sentimiento que él sentía, incluso al verlo tomar las fotos, una tranquila sonrisa se asomo en su rostro, mientras negaba apenas con la cabeza.  Ella era exactamente igual, y esa era la razón por la cual a pesar de las agresiones, bromas, peleas y demás, insistía en mantener a Brooklyn cerca.  Porque a pesar de que eran muy diferentes entre ellos, sus personalidades, tenían muchas pasiones en común.

¿Tú también vas a trabajar en el automóvil? — Enarco una ceja, mientras se ajustaba unos guantes de cuerina marrones. — Intenta no ser un estorbo, Fuckie  —  Soltó en un tono de juego, mientras mantenía aquel tinte divertido de voz.  Tomo cuatro dispositivos de su bolso, y se encamino hacia el Mustang.  Una vez delante, se acostó en el suelo, para asi deslizarse bajo el auto, comenzando a poner cada uno de esos dispositivos en cada esquina.  Como pudo, se giro quedando boca abajo, y desplego nuevamente la pantalla táctil holográfica, seleccionando y activando estos, los cuales se convirtieron en una especie de solidas columnas que alzaron unos centímetros del suelo al automóvil.  — Bien,  así podemos trabajar mejor — Se movió, saliendo de allí abajo, encontrándose con el chico desarmando  parte del motor.  Se sacudió un poco el pantalón tras ponerse de pie, y se ubico a un lado, examinando lo que hacía. — Debemos sacar el motor y trabajar en el fuera del Mustang — Mascullo, mientras se paso el dedo índice por la punta de la nariz, frotándola, y dejando una sutil mancha de grasa allí.

Estaba demasiado concentrado en las acciones con el motor, soltando tanto pudiera, que no aprecio lo que la chica hacía hasta que estaba a un lado suyo, pero a pesar de tal cercanía continuaba con las acciones, afirmando con la cabeza a lo que había dicho, retirando cosas una tras otra poniendo todas estas de manera bastante ordenada en el suelo, no sabía cuanto de ello podría usarse de nevo, por lo cual mejor mantener todo bien ordenado. — Claro, me encargo de eso si quieres — Ubico las manos en los costados de la cintura, frente a el un par de pantallas aparecían, de color azulado, mostrando unas cuantas cosas, detalles sobre el motor, extendía la mano diestra para tocar una de estas pantallas, materializándose del aire mismo una pequeña grúa la cual se encargaría de ayudar a retirar el motor.

Primero se movió para los costados del auto, soltando el capó del auto, retirando este con cuidado, cargándolo para poner este a un lado, dejando espacio para que la grúa pudiera trabajar, acomodando las correas en las partes del motor, asegurándose de que estas se encuentren bien fijas, poniendo una en cada costado, haciendo una señal con la mano diestra, moviéndose la grúa de manera automática retirando el motor con una gran facilidad, bajando este a un costado de donde estaba el auto, revisando bien que todo se hubiera retirado de manera correcta. Era sorprendente como la gente tenía tanto deseo de emular la vida real que el mas infinito detalle de los vehículos del mundo real era reflejado en este mundo virtual, a tal punto que una falla en alguna de las partes es la diferencia entre tener un vehículo que puede ser superior o tener una tortuga.

Ya sus manos, ropa, brazos y rostro estaban bastante manchados por la grasa, la verdad eso era lo de menos, le gustaba hacer eso a pesar de no tener los completos conocimientos como lo era la joven que le acompañaba, una vez que había terminado con la parte del motor, guardo las llaves que había usado en el cinto que portaba, ahora tomando de un costado una llave neumática, dirigiéndose a una de las llantas, ahora iba a hacer una de las labores que mas le entretenía de trabajar con los autos, aprovechando que ya la chica había hecho que este quedara levantado.

Mientras que el estaba ocupado sacando el motor, ella se quedo a un lado, desplegando frente a ella varias pantallas holográficas.  Cada una de ella mostraba un ángulo diferente del motor y sus diferentes componentes.  Digitalizo para que en rojo, figuraran las partes que realmente eran inservibles ya y debían ser remplazadas primeramente.   Extendió sus manos y ya aquellas imágenes casi parecían rodearla, incluso en muchas de ellas comenzaban aparecer códigos que bajaban a gran velocidad, algo que era casi imposible de leer con esa rapidez, pero la chica, parecía comprenderlos perfectamente.  Incluso los recitaba en voz baja, casi hipnótica.  Tras unos segundos, minimizo la pantalla en una, y se encamino hacia el motor que hacía en el suelo.  Lo aseguro con unas correas, y ayudada por su habilidad de aumento de fuerza y su brazo mecánico, alzo aquel motor, para colocarlo sobre una mesa de acero macizo.  Soltó un gran suspiro cansino, realmente pesaba bastante aquel motor, y sin duda pesaría mas luego.  Paso su brazo por la frente, quitándose el sudor, y sin querer manchándose más de grasa.  Realmente no era un monumento a la femineidad, pero le tenía sin cuidado esas cosas.

Se coloco las gafas, y tomo un par de herramientas de su bolso, comenzando a desarmar las piezas que debía remplazar.  Mucho de los engranajes se quebraban fácilmente, lo que le dio a entender el estado deteriorado del automóvil.  Había mucho que hacer, mucho que trabajar, pero tras eso, nacería una nueva máquina, algo que a ella le llenaba de orgullo.  Un sentimiento similar al que sentía una madre por su pequeño.  — Bien Frankie,  muy pronto vas a poder rugirme como una bestia — Mascullo bajo un tono muy bajo, confidente hacia aquel motor que era el alma del automóvil.  Ella estaba convencida que aquella maquina podía oírla, podía entenderla.  La ternura que la cobriza reflejaba con esas cosas era única.  
Los minutos transcurrían a grandes zancadas, y al fin había terminado de sacar las partes gastadas e inservibles.  Ahora comenzaba lo bueno, limpiar y pulir lo que quedaba, para luego ensamblar los nuevos repuestos al motor.  Camino hacia un compresor que había en el lugar, arrastrándolo hasta donde el motor, para así tomar el soplete, comenzando a soltar el aire en el motor, desprendiendo el polvo y la mugre.

Le gustaba como era que se sincronizaban para hacer distintas labores, mientras ella se encargaba del motor, el iba a hacer todo lo necesario para dejar preparado el exterior. Con la llave neumática retiraba las tuercas que ajustaban las llantas, hasta que estas salían, juntando estas en un solo lugar, retirando los neumáticos, uno después del otro, iba a necesitar unos nuevos, por eso no era tan cuidadoso con los que quito, al contrario, incluso se ponía a jugar con ellos, haciendo que estos rodaran en el suelo, hasta que los pateaba hasta que quedaran en un rincón del cuarto. — Por lo que veo te estas divirtiendo — Quedando de pie después de lo que hizo con las llantas, volteando a la izquierda apreciando lo que estaba haciendo la pelirroja, ya te antemano podía escuchar la respuesta que ella le daría, seguro algo positivo, seguido por un comentario irónico, verdaderamente era como si todo el tiempo que se llevan conociendo le hiciera poder anticipar cada una de las acciones que la chica pudiera hacer en una conversación entre ambos.

Con el brazo se limpio el sudor que corría por su frente, aunque esto mas que limpiar la zona, la dejaba un poco mas sucia por el polvo que acumulo en las manos al estar moviendo las llantas, al apreciar ese detalle, hizo una mueca de desagrado, por la sensación que daba contra su piel la mezcla de polvo y sudor, chasqueando sus labios para tomar los bordes bajos de la camiseta y levantando la tela para pasar esta por su rostro, tomando bien su tiempo para poder dejar bien limpio su rostro sin importar mucho que con eso mostrara una parte de su abdomen, tardo un par de minutos hasta que solo dejaba caer la prenda de nuevo como antes, aunque en la parte baja solo se podía apreciar una nueva mancha de suciedad, que poco le importaba.

— Hora de continuar — Giraba la llave neumática en la mano diestra y luego la guardaba en el cinto por igual, tomando algunas cuantas herramientas, tumbándose en el suelo para empezar a soltar una de las defensas, en alguna parte se le dificulto pues las tuercas que ajustaban se encontraban oxidadas, cosa que hizo que gruñera y un "jodido realismo" escapar bajo de sus labios, esto mas como algo para el que para compartir con la chica. — ¿ Podrías pasarme un soplete ? Tengo que calentar para hacer que se suelten — Y luego hizo una pausa un tanto amplia. — Nunca creí llegar a decir eso sin estar refiriéndome a una mujer — Aún bajo el auto, no podía levantarse pues se encontraba tirando de una de las tuercas, la cual no iba a necesitar que le pasara el soplete, pero estaba siendo bastante terca en cuanto a soltarse.

Estaba bastante concentrada sopleteando cada rincón de aquel motor, dejando reluciente las partes más opacas.  Generalmente era una persona bastante inquieta e impaciente, pero cuando se trataba de automóviles y maquinarias, podía tomarse todo el tiempo del mundo, saboreando cada una de las acciones con un placer absoluto.  Escucho lo que su compañero decía, y sin mirarlo y sin dejar de hacer su tarea, esbozo una tranquila sonrisa.  — ¿Tu qué crees? Claro que si — Alzo la mirada por sobre el motor, para ver al sujeto, enarcando una ceja. — Este pequeño me da menos trabajo de lo que me das tú — Tras eso, rio, y giro, caminando alrededor de aquella maciza mesa donde estaba el motor, para limpiar otros rincones.  Disfrutaba bastante el bromear de esa forma con el, además de ser algo que no podía evitar.  Era su naturaleza.

Dejo el soplete en el suelo, y se llevo ambas manos a la cadera, comenzando así a escanear visualmente el contenido de cada caja de las que estaban alrededor y poder encontrar los repuestos necesarios para comenzar un armado previo del motor.  En aquel recorrido visual, se encontró con la imagen del chico con el vientre al descubierto, y obviamente la reacción de la chica no fue la mejor, sus mejillas apenas adoptaron un tono rojizo, y se giro rápidamente, dándole la espalda con cierto tinte nervioso.  — ¡A no todas nos gusta ver tus partes al desnudo!  — Soltó casi atorándose con las palabras, para luego comenzar a caminar hacia las cajas donde había detectado los repuestos.  Tomo una vacia, y comenzó a cargarla de aquellas piezas que iba tomando de diferentes lugares.  Se tomaba el trabajo de analizarlas una a una, para evitar encontrarse con partes falladas y/o poco resistentes.

En esos momentos escucho lo que él decía sobre el soplete, por ende se encamino hacia donde el motor, tomando la pistola de aire, y luego el compresor para arrastrarlo hasta el automóvil.  Se hinco  en el suelo y solto aire de golpe sobre el vientre de él con ayuda de la pistola.  Esto seguramente iba a causar una leve molestia y a su vez sensación gélida, pero poco le importaba, adoraba fastidiarlo y mas luego de que el soltara un comentario así sobre las mujeres.  — Imagino que debe ser un trabajo muy complicado para alguien que solo está acostumbrado a calentar mujeres frágiles  — Soltó maliciosa, son una clara sonrisa ladina reflejada en el rostro.  Tras eso, dejo apoyada la pistola sobre el estomago ajeno, y con toda la libertad del mundo tomo una de las herramientas de la cintura ajena y se tiro bajo del automóvil a un lado de el.  — A ver novato, tu calienta y yo jalo — Mascullo maliciosa, picara, jugando con las mismas cartas. Acomodo la llave donde la tuerca, esperando las acciones de el.

Esperaba que le pusiera el soplete en la mano, por eso de golpe le sorprendía como recibía el aire frió en el vientre, moviendo su cuerpo en respuesta, estampando la cabeza contra la parte bajo del auto golpeandose con un tanto de fuerza en la frente, solo poniendo la mano diestra en donde se había impactado emitiendo un sonido similar a un siseó, primero fue la llave, ahora esto, mas podía pensar que se trataba de un complot de la pelirroja para hacer que terminara rompiendose el craneo pues ya eran dos veces que se golpeaba con fuerza, a ese paso iba a terminar con una fuerte jaqueca. — Si usara mas fuerza, terminaría rompiendo los soportes y tendríamos que fabricar unos nuevos, dudo mucho que quieras eso — Respondió ante lo que dijo sobre las mujeres, ya había intentado el dar un tiron fuerte con el brazo, pero además de romper la tuerca iba a terminar rompiendo la defensa y ahora lo mejor era evitarse la mayor cantidad de trabajo posible, por lo menos no hacer que algo fácil se convierta en un trabajo que tiene que realizarse.

— Esta bien, aunque no es necesario — Rodaba los ojos y se hacia a un lado, con la mano izquierda tomaba el soplete y encendía este hasta acomodar la flama en un punto correcto, pasando esta por sobre una de las tuercas, dejando que estas se calentara un poco al punto de notarse como esta brillaba un poco enrojecida, apagando la herramienta y haciendose un poco a un lado para que la chica pudiera continuar con el trabajo de apretar y retorcer esta hasta sacarla, pasando a hacer lo mismo con otra de ellas queriendo hacer el trabajo con mayor eficiencia y rapidez.

Hacer uso de sus habilidades de fuerza era en vano cuando tenía un brazo mecánico, el parecía hacer todo el trabajo. Aunque se veía poco femenino, no le interesaba, después de todo para su trabajo era de suma ayuda. Espero a que el calentara con el soplete aquellas tuercas, para así girarlas sin mucho esfuerzo y quitarlas. Lo hizo en sumo silencio, sin decir absolutamente nada, ni siquiera un gesto se asomaba en su semblante. Una vez liberadas las tuercas, solo quedaban unos agarres, que seguramente el iba a poder terminar de desprender sin tanto trabajo. — Solo te queda un paso — Mascullo tranquilamente, y se deslizo sin más, hasta salir de abajo del automóvil. Se coloco de pie, y se limpio las manos engrasadas sobre la musculosa corta, para luego encaminarse hacia la caja que había abandonado momentos atrás.

Reviso los materiales que había colocado momentos atrás dentro de ella, asegurándose que nada faltaba, para luego cargarla y caminar hacia el motor. Se aseguro una correa con estuches a la cintura, y en cada uno de estos, una llave o herramienta diferente, todas las que iba a usar durante el armado, o al menos, algunas. Desplegó una pantalla holográfica por sobre el motor, que enseñaba una imagen exacta tridimensional de este, y las escanear la caja con repuestos, las piezas aparecían a un lado, como piezas de rompecabezas sin ensamblar. Virtualmente, fue acomodando las piezas sobre la imagen, probando varias opciones, hasta que se decidía por una, la tomaba y armaba poco a poco el motor de ese modo.

Obviamente, todo era en base a prueba y error, nada iba a salir perfecto a buenas y primeras. Se mordió apenas el labio inferior, mientras ajustaba las piezas. Era bastante ligera para esas cosas, lo que le permitía quizás terminar el trabajo más rápido de lo que pensaba, además, tenía la ayuda de él.

El silencio que había en el ambiente le extrañaba de cierto modo, por lo que continuo trabajando a pesar de que ella salía y le daba esa respuesta la cual no pudo entender, esperaba que diera una broma o un comentario ironico, pero no hubo nada en respuesta. Sin decir tampoco nada, continuó trabajando en la parte baja del auto, soltando los últimos agarres de la defensa, para dejar que esta bajara y sostenerla con las dos manos, moviendo el cuerpo para salir de debajo del vehiculo y poder reincorporarse, teniendo aun la pieza de metal en las manos, hasta dejar esta en el suelo junto al resto de partes del auto.

Iba a decir algo mas, pero sentía que sería forzado, incluso aunque pensara en agradecer por el apoyo que le estaba dando, mejor prefirió pasar a la parte trasera, pues iba a hacer lo mismo que con la parte delantera, tomando el soplete bien y tirandose en el piso boca arriba, repitiendo el mismo proceso de antes, calentando las tuercas y luego retirando estas cuando estaban al rojo vivo, tirando estas al suelo una tras otra, cortando estas el silencio que se había puesto entre ambos, quitando la pieza por igual y dejando esta junto a la otra.

Dejando que ella se concentrara en lo que estaba haciendo, guardo en su cinto tanto la llave que usaba como también el soplete, pasando con cuidado a retirar algunas de las monturas y emblemas del auto, usando una pequeña navaja, además de un destornillador para ir retirando estas, guardandolas en una pequeña caja que tenía cerca.

Todo era un complejo rompecabezas, pero a este pequeño, a cada pieza, había que tratarla con suma delicadeza y paciencia, y eso es algo que a ella le sobraba cuando se trataba de un automóvil.  Le llevo su buen tiempo, pero al final tenía el motor terminado aunque claro, luego faltaba completar con ciertos detalles al momento de ensamblarlo a los otros componentes.  Soltó un largo suspiro cansino, pero lleno de satisfacción.  Había quedado impecable, imponente.  Esbozo una sonrisa admirándolo, mientras se pasaba el puño por la frente.  Seguramente se encontraba hecha un asco, toda engrasada, pero poco le importaba.  Se acomodo unas herramientas más a la cintura, y volteo en dirección al automóvil.  Ahora quedaba el resto.

Camino hasta el Mustang, quedando delante de este.  Ya sin el motor, había un hueco, pero aun estaban el resto de los componentes.  Reviso el radiador y el alternador.  Había que cambiarlos por completo.  — Pensé que comenzar de 0 iba a ser algo literal —  Enarco una ceja ante encontrarse con ese panorama, aunque era algo que realmente se esperaba.  Se llevo ambas manos a la cintura, tomándose su tiempo para decidir por que comenzar primero.  Mientras se frotaba el mentón algo pensativo, podía notar movimientos leves en el automóvil, lo que indicaba que su compañero seguía trabajando. — Fuckie intenta cambiar los amortiguadores — Mascullo con tranquilidad, sin despegar la vista del automóvil.  Luego se inclino, y comenzó aflojar las piezas para poder sacar el radiador.  Gruño por lo bajo, al tener que ejercer más fuerza de lo normal, además de que este parecía muy agarrado a la coraza, por lo cual tuvo que jalonear, y tras eso, cuando lo desprendió, trastabillo, cayendo de sentón en el suelo.  — Kikiki, me lleva… — Se quejo graciosamente como una cría, y se reincorporo, frotándose un poco.

Una a una las molduras se fueron soltando por el pasar de su navaja y su destornillador, terminando con todas, para su buena fortuna quien había hecho ese auto se encargo de transferir todas las cosas, algo que era a pedir de boca, era una completa replica de un auto verdadero de ese modelo, el lo sabía bastante bien debido a que en el mundo real tenía uno en su cochera, ahora fue una perfecta excusa para también adueñarse de uno así dentro de Aeon, aunque no era como lo pensaba, pero con la ayuda de la joven estaba ganando una nueva vida.

— Claro, solo termino con el exterior y empiezo con ello jefa — Era como si aceptara la orden, sin un tono de burla o ironía, meras palabras nada mas, estaba enfocado en el trabajo que no pretendía ponerse a tener una discusión, incluso a que fuera a modo de broma, por lo que continuó con el trabajo de antes, ahora pasando a las salpicaderas, golpeteando estas primero por adentro para revisar bien su dureza, aunque estas podrían ser bastantes buenas, tenía que dar paso a que estas fueran pulidas y limpiadas para hacer el nuevo trabajo de pintura. — ¿Que color crees que le quede? — Quería hacer un poco de plática y evitar el silencio que hubo de manera prevía, aunque ahora lo intentaba de una manera un tanto distinta a lo usual que hacía. Mientras tanto, el iba quitando la puerta derecha, primero encargándose de retirar las molduras y luego lanzar estas a un lado, obviamente necesitarían unas nuevas, aunque al poder probar bien las puertas y revisarlas, podía asegurar que estaban perfectas, incluso no tendría necesidad de usar las que había comprado, al menos, para su buena fortuna, todo lo que ordeno tenía un periodo de 24 horas, en que podía regresar lo que no usara, una de las ventajas de pedir mucho de esos lugares.