Lost Route

MISION: THE LOST MINERS

El ocio había sido bastante, suficiente para hacer que saliera de su Refugio, aceptara una misión y se dirigiera hacía ese montañoso lugar para cumplirla, ¿la recompensa? Era lo que menos importaba, no era algo necesaria o esencial para el, incluso pensaba llegar a vender eso en algún momento, seguro podría obtener un buen dinero o algo mas en un trueque bien hecho, pero era mas las ganas de hacer algo que otra cosa. El lugar era como lo esperaba, con mucha tierra, mucho sucio, cosa que provocó que soltara un suspiro profundo, pues hasta ahora lo único que hacía era gastar el tiempo en un ambiente que era todo menos algo agradable para estar, al menos al aceptar la misión le dieron algunos accesorios especiales que podrían ayudar a la búsqueda, pero esto claro que no la hacía mas fácil, ni mucho menos, mas entretenida, incluso se lamento por un momento en haber decidido tomar esta misión solo y no encargarse de esperar a que alguien la tomara y solo unirse a ella, por lo menos de este modo tendría alguien con quien hablar, errores, errores.

No gastaría todo el día en ese lugar, claro que no, además de que los accesorios que le dieron no estaban dando ninguna señal, ya era un tanto tarde, por lo que aguantaría un rato y después daría por concluida la búsqueda del día, además no era algo de lo que se tenía que preocupar, las misiones una vez tomadas podían durar mucho tiempo abiertas, también, en el tiempo que no estuviera en ella, quizá alguien mas la tomaría y se uniría , por lo que de todos modos saldría ganando. Los pasos que daba resonaban producto de las piedras que movía con cada avance, estaba completamente solo en aquellos túneles, si algo pasaba, bueno, tendría que confiar de sus habilidades y suerte para poder cumplir con su idea de salir del juego una vez que tuviera la oportunidad.

— Creo que por ahora sera suficiente — Si, mejor dejar las cosas como estaban y dejar de tentar a la suerte, por lo que giraba el cuerpo para buscar encaminarse de vuelta hacía el pueblo mas cercano para tomar ese punto como su lugar para salvar y así no ser sorprendido al dejar su juego a la mitad de uno de esos túneles. Al avanzar unos cuantos metros, empezó a sentir como el suelo estaba teniendo algunos cambios, hasta que este colapsaba debajo de sus pies y creaba un gran agujero por el cual con facilidad cabía su cuerpo.

Fue cuestión de unos cuantos minutos para que su cuerpo impactara con algo solido y fijo, provocando un sonido hueco, poco a poco se fue levantando, algo maltratado por la caída, aunque para su buena suerte, no había un daño letal debajo, solo fue un golpe fuerte que bajo gran parte de su salud. Lento se reincorporo hasta poder ver a su alrededor, si, ya no estaba en los túneles de antes, ahora parecía estar en un lugar bastante bajo tierra, una gran cueva y claro, para aumentar esta mala fortuna, los accesorios no registraban nada, en pocas palabras, estaba jodido.

Sacudió las prendas de su ropa que quedaron sucias por el impacto, además de esto con un ademán de la mano derecha hizo la indicación para callar el pequeño sonido que le estaba indicando que estaba bajo de energía, el cual ya estaba empezando a taladrar sus odios, para su mala fortuna, creyó que esto iba a ser algo sencillo, de entrada por salida y sin problemas, por ello no cargo con ninguna clase de item para ayudarse en caso de que pasara eso, tendría que salir de ese lugar y además ir al pueblo para poder curarse, aunque estando en un lugar desconocido que no estaba marcado en mapas, ni menos servían los accesorios, se tendría que dar por bien servido si es que terminaba llegando con vida a unos cuantos metros de donde estaba en ese preciso momento.

Obvio que no iba a dejar las cosas al azar, materializo las pistolas en sus manos y giro estas haciendo un par de giros, estando alerta para cualquier tipo de contingencia que podría ocurrir; pasos lentos y sonoros se hacían presentes en el silencioso lugar, una caverna subterránea, que extrañamente contaba con puntos que iluminaban el lugar, cosa que primero le pareció extraño, pero era mejor dejar de sobre analizar las cosas, quizá si se sentaba a pensar en todo lo que ocurría, gastaría tiempo y empezaría a despertar un tanto de paranoia por el hecho de no saber bien que era lo que pasaba.

Avanzó unos cuantos metros mas cuando sintió como el suelo se comenzaba a mover, por lo que se detuvo de golpe girando el rostro alrededor y levantando al momento los brazos para apuntar hacía cualquier punto en el aire, si iba a morir ahí, iba a morir peleando. El temblor paso, por lo que ya mas tranquilo bajo las armas, había sido solo un leve temblor, quizá se trataba de alguien mas que estaba buscando o incluso otros mineros. Ese pensar le tranquilizaba un poco, pues eso significaba que mas personas estarían en ese lugar y que posiblemente podrían encontrarlo.

Mejor decidió continuar un tanto mas, aunque de nuevo el temblor se hizo presente, pero mejor decidió no mostrar armas de nuevo, si no, esperar a que este terminara, pasaron unos segundos más, unos minutos, hasta que del suelo comenzó a emerger una figura parecida a... una lombriz de tierra... en esteroides... muchos esteroides

Por un momento sus ojos vieron de modo sorpresivo a aquel ser, pero no fue mas necesario que un profundo suspiro para cambiar su expresión, ampliando enormemente su sonrisa — Time to Party — Movió entonces ambos brazos al unisono hacía adelante apuntando hacía la enorme bestia sus armas, como se le ocurrió antes, si iba a morir, iba a morir peleando.

Aquella misión era la primera que tomaba en mucho tiempo, generalmente me dedicaba a divertirme practicando mis poderes de alquimista que coleccionando misiones, pero ese día había decidido cambiar, tenía que cambiar. La misión fue la primera que encontré y era en aquellos túneles misteriosos, una misión que quizá resultara algo complicada. Entré en la cueva levemente iluminada, y durante unos minutos no vi nada raro, excepto unas pisadas... una pisada fuerte. Decidí seguirla, igual no perdía nada haciendo aquello.

Pasados bastantes minutos, escuché el sonido de rocas al caer... quizá escuché una voz humana, aunque bien podría estarla imaginando. Me apresuré, levantando los brazos y preparando mis habilidades por si acaso salía un monstruo de la nada. Peor lo único que encontré fue un agujero, del cual no me percaté hasta que caí en él... y me fui directamente en caía libre hacia abajo... No... no podía caer, ¿qué habría debajo?

Pero sólo era tierra, lo averigüé unos momentos después... y cuando levanté la mirada (después de quejarme del dolor) observé un Señor Gusano en forma, lo miré fascinada... Y luego la voz de un chico... un chico enorme... Que también miré fascinada...

— ¡OK! Then let's go— dije en voz alta para el chico pudiera notar mi presencia — Vamos contra Señor Gusano, entonces...— preparé los símbolos en mis dedos, concentrando energía y el dedo meñique de mis manos se iluminó... — ¡Maljut!— murmuré... y de la tierra comenzó a surgir un elemental...

Primero algunas rocas caídas se unieron, y luego se levantaron lentamente formando un elemental humanoide... le sonreí al elemental, su nombre sería Arenita... y Arenita era realmente bonito....

Iba a preparar el primer conjunto de disparos cuando algunos sonidos se hicieron presentes, tales que provocaron que tanto el como aquel enorme gusano terminaran cambiando su atención de el otro para moverse buscando de donde venía esto o que lo había realizado, fue cuestión de unos cuantos segundos para hacer ver que se trataba de una chica la que había llegado a esa "fiesta" que tenía con ese anormal ser, por eso cuando esta dijo que se unía y preparo algo, sonrió abiertamente y giro el rostro en la dirección de la chica guiñando entonces su ojo izquierdo.

— Siempre estoy disponible para una fiesta con una chica que sabe lo que hace — Expresando tales palabras como si fuera un coqueteo, pero esto mas a manera de juego pues se encontraba bastante divertido por la pelea que iba a afrontar, además de que ahora contaba con una compañera para enfrentar esta situación y además, esta chica tenía unas habilidades que parecían bastante interesantes. Una vez que ambos se estaban preparando, el gusano de nuevo dirigió la atención a ambos y ese elemental que la joven había creado, liberando un extraño grito de pelea y agitando los tentáculos en dirección de ambos.

Al medir la trayectoria del ataque, se movió con un salto hacía la izquierda quedando a una buena distancia dejando que este impactara en el suelo con fuerza, fue entonces cuando vio como a la mitad de cada uno de los tentáculos parecía tener una esfera brillante — Creo que esas cosas son puntos débiles — Dijo hacía la chica pues mientras ambos conocieran un punto de ventaja, seguro que mas fácil sería la labor de tirar a ese enorme gusano, por lo que al momento apunto sus armas hacía ese lugar y libero una descarga rápida de disparos que impactaban directo en ese punto, haciendo que este explotara, cortando el tentáculo en dos haciendo que la bestia enorme se retorciera por un momento, era una de dos, un paso hacía vencerlo, o un paso a hacer que se enojara mas.

El chico era un tirador impresionante, tenía una precisión asombrosa, de un carga eliminó uno de los tentáculos del señor gusano. Lo miré fascinada, y después de que él hubo hecho su movimiento, yo hice el mío. Miré a Arenita, que ya estaba completamente formado... el ser elemental trabajaba plenamente unido a mi, si yo fijaba mi vista durante el tiempo suficiente, él atacaría ese punto e incluso lo buscaría.

El monstruo sacó más de aquellos horribles apéndices, y uno estuvo a punto de darle de lleno a Arenita, sin embargo, este elemental se tomó de él y fue arrastrado por la fuerza de aquel raro apéndice. Miré al joven, no podía ver su barra de vida, pero había olvidado hacer algo antes de convocar a Arenita, saqué mi bolsa un Cristal Alma Luna, preparé un nuevo embrujo...este cristal había sido preparado la luna llena anterior, sin embargo, todavía podía fallar... siempre preparaba varios cristales alma luna para situaciones así, solo podía hacerlo una vez al mes...

— Cuidado...— mis dedos se iluminaron y entonces llamé al otro ser — Yesod— la piedra comenzó a iluminarse, desprendía un leve brillo azul claro... un pequeño ser comenzó a formarse de la luz, una pequeña hada... y un apéndice del monstruo se llevó mi invocación... si no me hubiera movido en el último momento, también me hubiera llevado a mi... — No... Yesod... Lo siento, chico, no podré convocar otro ser curativo durante unos minutos...— di un giró para cambiar de posición, y mandé a Arenita a morder el apéndice para que lo destruyera... y así lo hizo...

Sabía que el ser no se iba a quedar quieto todo el rato, por lo que se movía lentamente para buscar un nuevo punto de ataque, pero también con la mirada estaba analizando las acciones que la joven estaba teniendo, esto iba a ser un trabajo en equipo de forma directa o indirecta, además, no podía estar ahí y dejar que ella hiciera todo o que terminara herida, seguramente de estar en una situación contraria, ella no lo dejaría, o bueno, por lo menos eso era lo que quería creer.

Notó lo que hacía y lo que intentaba después, suspirando cuando una de sus acciones fallaba, por lo que decía, no había forma de curarse, algo que ahora que lo recordaba, podría ser un pequeño problema por el hecho de que desde que cayó de ese lugar, su salud estaba bastante baja, quizá era la situación o quizá era el hecho de que había acallado ese molesto sonido, seguramente era mas la segunda, pero había olvidado ese pequeño detalle.

— Entonces creo que estamos en la misma posición que antes — Viro el rostro en dirección de donde ella estaba, guiñando su ojo izquierdo, acompañando aquello con una leve sonrisa, luego volviendo el rostro de nuevo en dirección del lugar donde se encontraba el ser, quien después de haber perdido esas partes de su ser, las movía un tanto confuso, soltando un potente rugido de ira, mostrando como de la tierra emergían seis tentáculos mas, los cuales se agitaban y se estaban preparando para atacar a ambos, esto parecía ser que se había complicado.

Bien, habíamos destruido parte del monstruo, solamente faltaba el monstruo mismo... o eso creí cuando escuché el rugido del animal, y seis tentáculos más salieron disparados en todas las direcciones. Aquello no podía ser más... terrible, o quizá sí, aún no había salido herida, y el pobre desgraciado me había asesinado a mi ser curativo antes de ser convocado, necesitaba fuerza para convocar otro, y solo me quedaban dos.

Arenita, el ser de tierra, cayó al suelo víctima de un golpe, pero inmediatamente se puso en pie e intentó sujetar uno de los apéndices... me acerqué rápidamente al chico, teníamos que sehuir un plan si queríamos salir.

— Necesitaremos un buen plan si queremos salir vivos, apoya a mi elemental, mientras creo un ser curativo, que con la caída ya me queda poca, y puedo adivinar que también a ti— le dije con una leve sonrisa, la suciedad lo delataba, estaba cubierto de polvo como yo. Coloqué mis manos en la posición de Yesod, para convocar otro ser curativo mediante un cristal alma luna...

El chico solo tenía que mantener alejados los apéndices un minuto, y la criatura aparecería. Nos curaría cada cinco segundos si estaba cerca nuestro, así que teníamos que permanecer juntos, o cuidar demasiado a Yesod... le llamaría Alizte si lograba convocarla...

— ¿De acuerdo?— pregunté devolviéndole el guiño.. y comenzando con el ritual.

Para su mala fortuna no había cargado otras armas mas allá de las pistolas, por ello el pensar en hacer un enfrentamiento directo con el enorme ser era algo que no estaba por completo en su cabeza, esta idea solo le hizo provocar un leve bufido de sus labios aún realizando movimientos para evitar el ataque de los tentáculos de esa bestia, intentando moverse en dirección donde estaba la chica, lo mejor era estar juntos en esto para poder en algún momento enfrentarse al enemigo de manera conjunta, bueno, esa era la idea, quizá la aplicación de esto sería algo totalmente diferente a lo que tendría en mente.

Aunque ella parecía tener un plan, una buena idea a su parecer y ahora que ambos estaban en un mismo lugar, era claro que los ataques del monstruo se iban a enfocar en su dirección, por lo que movió un tanto los brazos extendiendo estos hacía los laterales y solo viendo hacía ella por encima del hombro, debido a que el estaba adelante de la chica proviniendo de cobertura mientras se encargaba de hacer lo necesario.

— De verdad que eres mi tipo de mujer, siempre con un plan bajo la manga — Con un tinte juguetón en sus palabras le decía aquello y luego giraba la vista hacía el monstruo, abriendo mas ampliamente su sonrisa y disparando en un par de ocasiones hacía uno de los tentáculos, justo en el punto sensible de esto, haciendo que este se terminara separando y luego girándose a gran velocidad para soltar otra ráfaga de disparos para evitar que otra de estas extremidades de la bestia atacara a la invocación de la chica, aunque aquello solo fue suficiente para desviar el ataque mas no para separar la falange del ser.

Trataba mantener a raya al enemigo, dando algunos cuantos disparos para hacer que no avanzara mas, además de continuar cubriendo al ser que la chica había hecho, tomandose unos cuantos segundos para recargar sus armas, aunque esperaba que la chica terminara pronto, pues no sabia por cuanto tiempo mas iba a poder mantener a la criatura a raya.

Finalmente el elemental curativo había surgido, con un aura plateada parecía un hada. Las palabras de aquel hombretón le cayeron como una lluvia de estrellas: de maravilla. Le sonrió al hombre, ella estaba encantada, adoraba que la halagaran, ¿y a quién no? La pequeña criatura curativa, se movió en mi dirección e hizo su magia... mi vida aumentó lo que había perdido con la caída. Saqué otro cristal alma ni lenta ni perezosa... tenía un ser elemental en mente, uno que adoraba.

— Veamos si tu eres mi tipo de hombre, aunque no lo dudo— exclamé. Preparé mis dedos una vez más, esos símbolos tatuados me ayudaban a invocar aquellos seres... y este era mi favorito. Observé antes de Arenita, el ser elemental se peleaba encarecidamente con un tentáculo, mientras otro le daba fuertemente en la espalda. El chico había comenzado a dispararle, y el monstruo había perdido un apéndice más.

Levanté mis manos.

— Maljut— del cristal alma y mis dedos comenzó a salir un fuego intenso, ami no me quemaba, pero una vez el elemental se separa de mi y del cristal alma ya podría lastimarme incluso a mi. Una débil forma humana, más grande que Arenita, emergió del fuego, elevándose sobre mi. El ser miró directamente al Señor Gusano... avancé un paso con el elemental a punto de surgir... ya podía sentir el calor.

No era conocido como un "hombre de equipo" pero hasta ahora, sentía que lo estaba haciendo bien y ese pequeño jugueteo que tenía con la chica, hacía que las cosas fueran mejor, después de todo, no estaba mintiendo con lo que había dicho antes, una mujer con un plan era bastante interesante y además, las habilidades que esta jugadora tenía hacía que la pelea fuera mas llevadera, había conocido a un montón de jugadores de todo tipo, pero extrañamente, los alquimistas no eran muy comunes, quizá por el hecho de que era muy raro que uno de estos quisiera enfrentar personas en PvP, pues según lo que había escuchado, el fuerte de ellos era pelear contra los grandes monstruos de Aeon y por ahora ver la pelea hasta ahora, entendía el porque, sabía y aceptaba que la chica había tenido mucho que ver en este enfrentamiento.

— ¿ Donde estuviste toda mi vida entonces ? — Una risa pudo escucharse salir de sus labios después de esas palabras, moviendo el cuerpo un poco para evitar uno de los ataques, viendo como la creación de la chica iba volando hacía el, empezando a hacer que recuperara su salud, cosa que agradecía, pues aunque estuviera acostumbrado a pelear al límite, el hacer sus habilidades con un nivel de salud bajo era como tirar una moneda al aire.

Evito unos cuantos ataques, esperando el momento preciso para hacer un ataque, aunque de pronto, sintió un calor proviniendo de detrás suyo, por lo que volteo solo un poco el rostro en dirección a la joven. —¿ Sería muy trillado si dijera que eres ardiente ? — Vio hacía el elemental que había creado y entonces decidió moverse de donde estaba, apuntando entonces sus armas en dirección de los tentáculos y activando una de sus habilidades, liberando ráfagas que de disparos que parecían no tener fin, estos no eran tan exactos, pero por la cantidad de ellos, estos terminaban casi pulverizando los tentáculos que quedaban, obviamente creando la abertura para que la joven hiciera su ataque.

Vamos, vamos, puedes hacerlo mejor. El ser de fuego comenzó a elevarse, ya con su cuerpo completamente formado, medía lo mismo que yo, ya que el fuego era mi habilidad favorita, siempre me lucía con ellos. Escuché la voz del otro joven, y por un momento me distraje, el ser elemental me quemó un poco, ya se había separado del cristal alma, y este se derretía. Lo dejé caer al suelo, y luego miré al joven.

— Aquí, cariño, en Aeon— respondí con una amplia sonrisa, di un paso al frente, ahora el chico podría sentir el calor, y no tardó en hacer un comentario. Ante ese, me eché a reír. — Ardiente, no, soy A E G I S— exclamé dando otro paso al frente y lanzando el elemental directamente hacia el tentáculo, el elemental de fuego se colocó frente al chico, las balas atravesaron su ígnea figura, pero no la extinguieron, al fuego solo lo extinguía el agua. El ser siguió las balas del joven, hasta dar con el apéndice el cual quemó, y los restos ardieron.

Mientras, Arenita hacia lo propio con otro tanto.

&mdahs; Ahora, cariño, al centro, la cabeza... ya me cansé de los apéndices— y moví la mano de una manera que el ser de fuego entendería, era una orden como un conjuro, una cuerda para un títere... cambió de dirección y produciendo una enorme llama desde su interior, exhaló una llamarada que por poco falla, sólo logró darle al gusano en un costado... y un último apéndice maltrecho (el otro peleaba con Arenita) se dirigió hacia ella...

Solo conseguirás quemarte...

Con la mirada seguia lo que ella hacía y las palabras que expresaba, hacían que soltara una buena risa, al menos ahora conocía el nombre de aquella chica con la cual estaba combatiendo, bien, no iba a ser una persona con malos modales. — Pues por lo que veo, si eres una chica que sabe subir la temperatura... por cierto, mi nombre es K —Bueno, no había oportunidad de coronar tal presentación con un saludo mas formal, pues ahora la bestia estaba bastante molesta y sus movimientos se estaban volviendo mas extraños e impredecibles, además de que su habilidad solo le dio suficiente oportunidad como para dejar nada mas 2 tentáculos, uno con el que peleaba la invocación de Aegis y otro que estaba haciendo movimientos al azar.

— Creo que es momento de acabar con esto — Giro entre sus manos sus armas en actitud juguetona y observó atentamente los movimientos que la enorme bestia tenía, el modo de ataque del elemental que había convocado ella les daba una buena ventaja, aunque justo cuando terminaba de hacer un movimiento para preparar el mejor lugar para atacar, vio como el tentáculo iba en dirección de la chica, por lo que solo movió la mano izquierda para soltar cuan rápido podía un disparo que de cierto modo iba a mover la trayectoria del ataque. — Que malos modales los tuyos — Con un movimiento apunto sus brazos hacía la...bueno, no podría llamarla cara, pero, donde tenía esa bestia sus ojos, liberando una buena cantidad de balas en dirección de este, aprovechando que estaba "entretenido atacando a Aegis, haciendo que los golpes de las balas hicieran que se tambaleara por un momento.

— Todo tuyo lindura — Que con eso le indicaba que la joven podía encargarse de acabar con ese ser, el cual había sido debilitado por la gran cantidad de ataques que en el liberaron y por igual, el ataque enfocado en su rostro que libero el albino momentos atrás y viendo las habilidades de la chica, era claro que esta tenía con que acabar con este de un solo ataque.

Por fin el monstruo estaba casi derrotado, K hacía un buen trabajo. Le guiñé el ojo cuando me dejó al monstruo, definitivamente podía terminar con él, en especial ahora que tenía a un elemental de fuego, mi elemento favorito. Di un paso al frente.

— Dime, K, ¿sabes lo que pasa cuando se junta la roca y el fuego?— moví mis manos haciéndole señas a mis criaturas para que actuaran. Ahora que Arenita estaba libre de ataques, ambos elementales se fusionaron en un enorme roca caliente, que se fue transformando en lava, tal calor podía producir un elemental como aquel. Estaba orgullosa de mis habilidades, por eso amaba ser un alchemist.

Ambos elementales, fusionados en un solo ser ahora, se fueron directamente a la criatura, quemándola al instante... al parecer no soportaba nada aquella criatura, quizá era de un nivel menor. El chillido que soltó el monstruo a morir (o eso era lo que me parecía) fue estremecedor, se quedaría en mis sueños una o dos noches, si es que podía dormir realmente. Sonreí al ver al monstruo arder... pero había perdido dos de mis elementales en ese ataque... ya no podrían salir de ahí...

Junté mis manos como un breve rezo.

Con un rápido movimiento de las manos, guardo sus armas en los lugares correspondientes, avanzó unos cuantos pasos alejándose de la criatura y dando espacio para que ella pudiera realizar todas las acciones que la chica fuera a hacer para acabar con ese ser, girando solo el rostro para poder apreciar bien cualquier cosa que fuera a realizar, después de todo se le hacía bastante interesante lo que fuera a hacer pues lo que le había mostrado había sido algo que le llamaba la atención y claro que le gustaría ver mas de lo que podía llegar a hacer la chica que le acompañaba.

— Este sera un resultado interesante — Giró por completo el cuerpo para poder ver lo que hacía ese par de elementales, enfrentandose al enorme gusano hasta que terminaban con el de una manera bastante llamativa y singular, por lo que no pudo evitar el aplaudir un par de ocasiones una vez que se había dado el toque final a el enorme ser, aquello había sido una batalla bastante buena y que si no hubiera sido por la compañia y ayuda que su acompañante le brindo, habría terminado quizá del peor modo.

Ahora que todo había terminado, avanzó hacía la chica y notó lo que estaba haciendo, entendía porque lo estaba haciendo, pues aquellos seres después de todo habían sido creados por ella y era natural que tuviera un tanto de apego por estos o por lo menos era lo que su mente intuyó que era por lo que estaba en tal posición, como una manera de despedida a ellos, mantuvo su espacio por un momento, hasta que poso una mano sobre el hombro de la joven. — Sin ellos las cosas hubieran sido totalmente diferentes — Porque por su parte también iba a respetar lo que hicieron las creaciones de la chica.

— Igual tenemos que festejar el haber salido victoriosos de aquí ¿no crees? — Dio unos cuantos pasos mas, volteando a su alrededor, igual el primer paso para poder llegar a un lugar a festejar sería la de pues...salir de ahi.

Me giré en cuanto sentí su mano en mi hombro, lo miré con una sonrisa melancólica y finalmente separé mis manos. Asentí ante lo salir a festejar... Miré el lugar donde había estado el enorme gusano, y luego al enorme hoyo... Había muchas rocas sueltas...

— ¿Qué tan alto saltas? — pregunté, aunque era una broma. Llamé al hada curativa que seguía viva, emanaba un leve resplandor de ella, así que iluminaría el enorme agujero. Flotó hacia arriba y cumplió su cometido. Me mordí el labio y pensé un poco.

— Creo que puedo crear otro elemental de roca más grande, así podemos trepar por él — sugerí. A menos que el chico tuviera una cuerda o algo...

Ahora quedaba el salir, claro, lo más fácil de todo esto ¿no? Bien podría escuchar a la chica y hacer que ella hiciera de nuevo uso de sus habilidades para crear otro elemental, pero no sabía si no tendría un gasto sobre eso o si pudiera quedar débil por el hecho de haber usado esta habilidad varias veces, el salir de ahí solo era una parte del asunto, aún tenían que ir por las cuevas para poder llegar a uno de los pueblos y eso podría llegar a traer algún problema.

— Tranquila, creo que ya se como salir de aquí — Dijo después de ver como la pelea que tuvieron con el enorme gusano había provocado que varias grandes piedras cayeran al suelo, creando un montículo que se elevaba una buena altura, la suficiente para poder salir de ese lugar por medio de varios saltos bien calculados, por lo que pensó por un momento y empezó a calcular la mejor trayectoria. caminando hacía la chica. — Con tu permiso — Abrazó el cuerpo de la joven con cuidado y la cargo sobre sus brazos, impulsándose con fuerza para dar varios saltos, primero sobre el montículo de piedras, luego sobre un pilar caído y por último sobre un grupo de rocas amontonadas cercanas al agujero, terminando con ello, aterrizando sobre ya un lado de la abertura que se había formado antes y que casi lo mataba.

— Bien, ahora solo falta encontrar a los mineros — Suspiro profundamente, por un momento ya había olvidado que esa era la misión por la que estaba en ese lugar y seguramente, por lo que ella estaba también. Con cuidado, bajo el cuerpo de la joven colocando a esta de pie en el suelo, girando la mirada a su alrededor, quizá el gusano tenía que ver, pero ¿por donde empezar?.

Apenas bajo a su compañera, esta desaparecía en un as de luz azulada, por lo que entendía que esta se había desconectado, quizá había tenido un problema o algo por el estilo, por lo que solo emitió un suspiro de desgano, porque ni siquiera tuvo la oportunidad de terminar juntos la misión, aunque ya al conocer su nombre, pudo mandar un mensaje agradeciendo por la compañia y ayuda que le brindó.

Aún tenía que buscar a los mineros, ¿donde podrían estar estos?. Un fuerte salto fue suficiente para poder cruzar el lugar donde antes se había creado el agujero que le había llevado a encontrarse con esa lombriz enorme, continuando el camino que tenía en primer lugar, el camino dejaba de ser tan bien arreglado como antes, ahora mas que ser un camino hecho por el hombre, con los marcos de madera que impedían un derrumbe, los muros dejaron ver que solo estaban hechos de piedra, extrañamente, sentía que este ya no mas era el camino de la mina, si no, posiblemente haya sido una ruta hecha por el gusano al que se enfrentó antes, era lo mas lógico pues eran casi del mismo diametro y por la forma en que este emergió en su encuentro, seguramente tenía la capacidad de atravesar roca tan dura.

— No se como termine en esto, mi idea era terminar en un bar con esa chica — Chasqueo los labios, continuando por el camino hasta que empezó a escuchar voces que reaccionaban a lo que el había dicho pues esto resonaba con eco por el túnel tan estrecho, parecía ser que había encontrado a los mineros que buscaba, por ello, con armas en mano, se movió a buena velocidad hasta el punto donde escucho las voces, para su buena fortuna, logró encontrar a los mineros, estos se encontraban en una cueva, bastante asustados, pero además de eso, varios jugadores eran visibles, era un buen grupo, los cuales casi al unisono hablaban sobre el enorme gusano y como habían tenido que escapar a ese lugar. — Ya ya, no se preocupen, ya acabe con el, bueno, yo y otra chica — Encogiendo los hombros y diciendo estas palabras, recibiendo todos los halagos por parte de ellos, estaba un tanto acostumbrado a todo esto. Justo al terminar con esas palabras, un anuncio se apareció en su vista, diciendo "Misión Concluida!".

Esta había sido una buena aventura, aunque el hubiera preferido que terminara de otro modo, pues en esta misión encontró a una buena aliada, con la cual hubiera gustado compartir un poco mas, aunque esperaba que a futuro, fuera de este modo.