Change change change

Ya había tenido algunos cuantos encuentros con cierto jugador llamado Rhapsody, incluso, a pesar de que el trato había sido corto, había descubierto un poco de cosas sobre el jugador detrás o mas bien, la jugadora detrás, era una persona que le gustaba tratar con la gente mas allá de solo lo de Aeon, si no también como personas, no solo como esa vida aparte que se tenía en aquel mundo, por lo menos con ese "chico" se habían dado bastante bien las cosas, entre bromas y bromas, ignorando que en algunas de ellas terminara en poca ropa, pero al final, tenían una buena relación, tanto que tuvieron un pequeño trato.

Este constaba de que ella le daría buena comida de su cocinero Jack, pero por su cuenta, Rhapsody tenía que acompañarla a un lugar especial dentro de Fortuna, este se trataba de un lugar donde la gente rentaba una cabina, donde podía hacer lo que quisiera, tenía oportunidad de comer, beber, incluso de hacer un karaoke, pero lo mas importante era que en ese lugar había unas maquinas que permitían que los usuarios cambiaran de manera temporal su apariencia dentro de Aeon, incluso cambiar del sexo de su personaje, obvio que sabía que pasarían un buen rato en ese lugar.

Le había ya mandado por mensaje la dirección y la cabina en que le buscara, ella por su cuenta ya se encontraba ahí, esperando por el, por su cuenta vistiendo un pantalon de mezclilla, botas oscuras altas y una camiseta con los hombros descubiertos, además del cabello puesto en una coleta baja, era raro verle con ese tipo de vestimentas, pero sabía que en ese lugar, podía haber de todo un poco, aunque bueno, contaba con que el otro llegara.

Un trato era un trato.
Y tampoco podía darse el lujo de faltar a su palabra luego de pasar sus ratos platicando con esa mujer que hace solo unos días acababa de conocer. El origen de su 'amistad', si se puede llamar así, fue bastante trivial, seguramente ninguno de los dos lo espero. Solo paso... y ya. Encima que esa muchacha logro adivinar uno de sus mas grandes secretos, algo que solamente un grupo contado de personas sabia. Y ella lo logro descifrar con solo mirarle. Prácticamente ya no tenia escapatoria alguna, pero agradeció el hecho de que fuera tan amable en guardar su secreto. Por lo menos, para el resto de la comunidad de Aeon, ella continuaba siendo hombre.

Recibió esta mañana su mensaje, luego de haberle avisado al grupo de amigos con quien jugaba que no podría asistir a la 'cacería' de hoy. Muchos cuestionaron el por que, siendo que Rhapsody era el primero en saltar para apoyar la causa. Sin embargo, procuro no dar muchos detalles del asunto ni tampoco revelar la identidad con quien iba a pasar la tarde. Isabelle le comento sobre el precio de su cabeza y tampoco le gustaría tener a un grupo de locos sobre él, preguntando cosas sobre ella para sacarle información. Si ella tenia la gentileza de guardar su secreto, él también lo haría.

A pesar de estar acostumbrado a llegar tarde a todos los encuentros que planeaba, esta vez llego casi a la hora acordada. No era necesario vestir la ropa que usualmente llevaba puesta para pelear y/o explorar ciertos lugares. Aunque tampoco su estilo difería mucho de su vestimenta "común". Llevaba puestos unos pantalones holgados de color negro, con un simpático diseño de llamas de fuego en la parte baja de la prenda, campera deportiva de color cobrizo y una camiseta de color blanco debajo, ademas de las zapatillas deportivas.
Cuando finalmente llego, luego de pedir las indicaciones para llegar a la cabina acordada, toco un par de veces la puerta antes de abrirla. Asomo su cabeza y esbozo una sonrisa cuando sus ojos dieron con la rubia.
— Heeey~ — Llevo ambas manos a los bolsillo de su campera, trotando a paso tranquilo hasta por fin llegar al frente de Isabelle — ¿Te hice esperar mucho? Lo siento — Y rio, un poco nervioso. — Bien ¿Cual es el panorama de hoy?

Escucho la puerta del lugar abrirse y entonces volteo para apreciar que el chico ya había llegado, una sonrisa se mostró en sus labios por un momento, se levanto del asiento caminando hacía el, dando un beso sobre la mejilla de este a manera de saludo. — No te preocupes, no tenia ni cinco minutos — Extendió el brazo a la puerta, tocando con el índice una placa de metal que había a un lado del marco, colocando un código, este serviría para evitar que les molestaran a menos que ellos hicieran algún pedido en especial, sabía que era un momento para pasar el rato, bromear, disfrutar y claro, que el cumpliera con el trato con el cual ya habían quedado.

— Primero que nada, cumpliré la parte que me corresponde del trato — Apunto como había una pequeña sala con asientos de cuero negro largos formando un rectángulo alrededor de una mesa baja que ya estaba llena de varios platos, vegetales al vapor, pasta, carne tanto roja como blanca, algunas croquetas de distintas formas y tamaños, por último, algunos cuantos postres, todos ellos preparados por el chef de su guild, Jack. — Jack me dijo que esperaba que te gustara su comida — Conocía muy bien la dedicación que el le ponía a su cocina, tanto en el juego como en la vida real, por eso es que para ella, la cocina de Jack era la mejor.

Camino hasta tomar asiento sobre uno de los sillones, cruzando una pierna sobre la otra, esperando que el chico empezara a comer, aún había mucho por hacer juntos y tampoco quería apresurar las cosas, por lo menos no todo lo que ya tenía en mente, algo que incluso al pensarlo, hacía que su sonrisa se ampliara, aunque primero, quedaba comer.

Se sonrojo apenas por ese beso y bajo su mirada. Todavía no se acostumbraba a tales atenciones por parte de una mujer, siendo que ya había pasado demasiado tiempo desde que comenzó a considerarse como un "hombre" en este juego.
Pero su vergüenza se esfumo completamente tras notar el festín que se ofrecía en la mesa. Siempre se considero una persona con un apetito voraz, capaz de comer todo lo que le pusieran enfrente. Pero esta vez, el hambre le llego tanto por la presentación de la comida, como por el olfato. Realmente pedía a gritos que arrasara con todo.

Corrió hacia donde estaba el sillón y de un salto, cayo sobre el suave almohadón, atrapando una croqueta con una de sus manos, dándole un gran mordisco. Mastico de manera lenta y cuidadosa, hasta que en sus ojos apareció un brillo intenso y, hasta, se le aguaron sus ojos.
— E-Esto... ¡Es hermoso! — Exclamo. Si bien era solo un juego, no difería demasiado de la realidad. Los sabores y olores eran tan auténticos como si estuviera probandolos en vivo y en directo. — Dile a ese tal Jack que realmente tiene talento para la cocina ¡Esto esta mas que delicioso!

Se atiborro de comida en un santiamén, como si fuera de vida o muerte. Solo se detenía para lanzar suspiros y poder respirar un poco, continuando luego con su labor de masticar y tragar.
— Por... cierto — Observo a Isabelle, con una pata de pollo sujeta entre los dientes — Dijiste que estabas en una guild ... ¿Que clase de 'guild' es? — Si tenían a un cocinero con estas aptitudes, entonces seguramente el resto de sus miembros contaba con otra clase de talentos innatos. Mordió la pata de pollo con tal fuerza que arranco toda la carne. No podía evitar comer con una amplia sonrisa en los labios.

Observó como estaba comiendo de tal modo, algo sorprendida por como lo estaba haciendo, incluso permitió que hiciera todo aquello, para cuando se tomara su tiempo para poder masticar y demás, acercarse y poder servirse en el plato unas cuantas croquetas y un poco de pasta, por su parte comiendo todo lo opuesto al joven, usando un tenedor y un cuchillo enseñando sus finos modales para ello.

— Te sorprenderías, el es bueno en la cocina fuera y dentro del juego — Después de masticar una croqueta de atún decía eso y reía, la verdad es que Jack tenía un don para ese tipo de cosas, quizá sus hijas tenían razón cuando decían que el era bueno en la cocina por el hecho de hacer eso para las personas que quería, como muchos decían, el ingrediente secreto era el amor. — Anda, con cuidado, bebe algo, no se te vaya a atorar — Tomando una botella de jugo se la lanzaba al chico a un lado de donde estaba sentado volviendo con su comida como antes.

Al terminar de comer dejaba el plato y los cubiertos sobre la mesa, usando la servilleta para limpiarse los labios. — Se llama Arcadia, nosotros somos, bueno... piratas — No hablaba mucho sobre su grupo, la verdad, tampoco era como si hubiera gente que se encargara de preguntar sobre esto, solo conocían su reputación y al momento se quedaban callados o mostraban respeto por ella, no era como si le cuestionaran o algo por el estilo, aunque claro, sabía que tenía tanto gente a su favor como muchas otras que estaban en contra suyo.

Atrapo la botella con jugo luego de haberse devorado esa pata de pollo. Chupo sus dedos antes de limpiarse en una servilleta y poder ser capaz de abrir la botella. Bebió un buen trago mientras escuchaba a Isabelle, alzando ambas cejas, sorprendido en cierta forma que fuera parte de esa guild. Arcadia. Un amigo suyo le comento al respecto y tenían una gran fama de ser gente de temer. No eran cualquier jugador y pocos tenían el privilegio de ser parte de ese grupo de personas.
Si bien, Rhapsody solo jugaba con sus amigos, nunca fue parte de una guild, aunque tampoco le llamaban la atención. A él siempre le gusto formar parte de pequeños grupos para realizar diferentes misiones o expediciones y al rato, volvían a ser uno solo. Debía de ser genial ser parte de un grupo así.
— Osea que... ¿Tu eres parte de Arcadia? — Pregunto lo obvio pero no era como si Isabelle pareciera ser parte de una guild de ese calibre. Mas bien, ella aparentaba todo lo contrario y hasta ahora, no era una mala persona. — Osea que vas donde hayan tesoros y objetos valiosos ¿No?

Los ojos del pelirrojo parecieron brillar y hasta, sus manos temblaron de la emoción. Entonces por ello cobraban tanto por la cabeza de ella... Quien sabe cuantas aventuras habrá vivido. No pudo evitar soltar una sonora risa, para luego, tomar otro bocadillo y llevárselo a la boca.
— Y yo creyendo que los de Arcadia eran un grupo de bandidos con una pésima apariencia. — Agrego con una sonrisa mientras masticaba con tranquilidad — Pero si ese tal Jack cocina de esta manera, entonces no es una mala persona — Concluyo con cierto deje de inocencia en su voz, riendo nuevamente.

Continuo comiendo en forma lenta, mostrando esa elegancia que no parecería de un pirata, si no de una reina, tomando los cubiertos con cuidado y luego partiendo trozos de carne que degustaba en silencio hasta que por fin termino de comer todo lo que se había servido en su plato, mirando hacía el chico pelirrojo, entonces una leve risa asomo en sus labios y negó con la cabeza. — Algo por el estilo, yo soy la líder de Arcadia — Bien, pudo haberse metido en un enorme problema por haber hecho eso, no conocía aun del todo al joven, bien podría tratarse de un caza recompensas que sabe actuar bastante bien y al moverse en ese momento para buscar su cabeza, aunque bueno, no se trata de una dama en desgracia, sabría bien como defenderse, pero internamente sabía que esto no sería necesario.

— Esa es nuestra principal labor — Eso era lo que hacían, buscar tesoros, incluso ella también estaba en Fortuna para buscar unas joyas preciosas que podrían ser vendidas a un buen precio, no solo en el mundo virtual, si no, en el mundo real, eran las ventajas de que había gente que le gustaba gastar por items costosos, a pesar de que estos fueran solo decorativos, podían pagar lo que fuera mientras se tratara de algo que les diera reconocimiento. Aprovecho que Jack se había tomado un momento para hacer unos cuantos postres y corto una buena rebanada de pastel de chocolate, degustando este, notandose una sonrisa en sus labios y un brillo especial en los ojos, como si fuera una niña, le fascinaba el pastel de Jack, pero era lógico que el real era superior al de Aeon. — El me dijo que si quieres, puedes pedirme su información para tenerlo como contacto, así te podría mandar algo, aunque sea recetas — Termino con su pastel, obviamente no le iba dar piedad alguna por lo exquisito que era, después de dejar el plato en la mesa se reincorporo con cuidado y camino hacía una máquina la cual desplegaba unas cuantas pantallas frente a la rubia, la cual ponía la mano sobre el mentón, analizando un poco.

— Creo que mientras jugare con esto mientras tu terminas — Paso sus dedos por el menú para empezar a revisar las opciones, se trataba de algo idéntico al menú que se usaba al comenzar en Aeon para seleccionar la apariencia de uno, después de unos minutos ya lo había decidido y en un santiamen, gracias a un brillo cambiaba su apariencia. Ahora se notaba un gran cambio en su estatura, siendo mas baja, con un largo cabello verde arbol y una expresión casi infantil, con un pequeño vestido color lima, mirando entonces al chico pelirrojo y sonriendo. — ¿Y bien? .

Casi término atragantándose cuando la rubia le confesó aquello, sino hubiera sido por qué alcanzo con su mano la botella con agua, probablemente ahora estaría en el suelo, retorciéndose mientras se ahogaba. Bebió un buen trago para pasar aquel trozo de comida por su garganta y soltó un fuerte suspiro de alivio, apoyando la espalda en el sillón por breves instantes.
— No me estas jodiendo ¿Verdad? – A pesar de que la rubia parecía ciento por ciento segura de lo que acababa de decir, el pelirrojo no se podía fiar. — ¿De verdad eres la líder de Arcadia?
Sin duda, Isabelle era toda una caja de sorpresas, pero eso no era un punto en contra. Sino en favor. En la boca de Rhapsody se dibujo una amplia sonrisa y solo se le escapo una traviesa risilla. Apoyo ambos codos en la mesa, volviendo a mirar a su compañera con detenimiento, fijándose en cada uno de sus movimientos al comer.
— ¿En serio? Vaya, ese Jack es sin duda una persona demasiado amable. Creo que aceptare tu oferta – Asintió mientras sonreía antes de seguirla con la mirada. Curioso, los ojos del pelirrojo intentaron ver lo que estaba haciendo la rubia con esa cantidad de paneles digitales — ¡Whoa! – Sus ojos quedaron totalmente abiertos al fijarse que Isabelle había cambiado totalmente su apariencia.
Se levanto de su salto de su asiento y camino hacia su lado, esta vez, el pelirrojo era un poco más alto que ella. La rodeo para mirarla mejor, fijándose en cada detalle y luego, señalo a la maquina. — ¿Esta cosa te puede hacer eso? – Y luego la señalo a ella. Sin duda, era divertido y la idea le emocionaba. Pero tan pronto como pensó en las posibilidades, se le vino a la mente el “trato” que habían hecho.—… ¿Con esto me vas a convertir en mujer?
Un estremecimiento le recorrió de pies a cabeza y acabo por tragar algo de saliva. La verdad es que volver a su sexo original no le agradaba mucho. Se había acostumbrado tanto a ser hombre que ya ni deseos tenia de volver a ser una chica. Agito su cabeza de un lado a otro.— ¡Bah! ¡Venga, intentémoslo! ¿Cómo se utiliza esto?

La apariencia era completamente diferente a lo que era tanto en realidad como en el juego, incluso pensó en jugar un poco con el chico con la apariencia tan mona que tenía que le hacía parecer un personaje de algún dibujo animado. Movió la cabeza hacía los costados y las coletas del largo cabello por igual se sacudían un poco, incluso haciendo ruidos porque había decidido usar unos pequeños cascabeles de adorno para el cabello para sostener los mechones de cabello.

— Que bueno que ya lo entendiste — Afirmo y el sonido de los pequeños cascabeles resonaba de nueva cuenta, no había olvidado el trato que habían tenido ni mucho menos que la razón por la cual se encontraban en ese lugar era debido a eso, aunque no iba a forzar que lo hiciera, a pesar de que la actitud que mostraba fuera de aquello, nunca sería capaz de tomar tal actitud con alguien, menos con una persona que le agradaba. Regresó a la maquina y con un movimiento de mano desplazo las pantallas que de nuevo se creaban. — Es como la pantalla de personalización del comienzo — Con un movimiento de las manos comenzaba a decidir algunas cuantas opciones. — Eliges sexo, cabello, largo, forma física, ropas, nada difícil, es una interfaz bastante amigable — Con un tronar de los dedos cambiaba nuevamente de apariencia, ahora regresando a una buena estatura, un cuerpo fino, incluso mas que el de su forma normal, un vestido corto de estilo chino, cabello largo negro y facciones finas que parecían a las de un felino, adornando su cabeza con unas orejas largas similares a las de un zorro, al igual que largas colas que emulaban a ese animal.

Aquella apariencia le traía recuerdos pues su anterior personaje había sido algo similar, a diferencia que esta no tenía los rasgos animales que ahora y la vestimenta no era parecida, pero le recordaba a su primer personaje, un wizard, el cual elimino para dar paso a su amada Isabelle. — Bueno, es tu turno — Dando un paso a la izquierda, después de haber dado la explicación breve de como usar el aparato, esperando que el pelirrojo pudiera hacer algo por igual, pues la curiosidad que sentía por ver que otra forma podría hacer era algo que ya había despertado.

Aquel tintineo de los cascabeles le llamo mucho la atención, sobre todo, le ayudaron a regresar una vez mas a la realidad. Comenzó a imaginar las posibilidades que tenia con ese simpático aparato e incluso, a recordar millones de personajes que creo con anterioridad, obviamente, personajes de sexo femenino. Se podría decir que este muchacho pelirrojo era su segundo personaje masculino, debido a que el primero era mas o menos un prototipo de su apariencia masculina ideal y la que tenia ahora era mas o menos la mas decente, a su humilde parecer.
— Vale, creo que no tengo escapatoria ahora — Volviendo a lo que ambos los convocaba allí, el pelirrojo se acerco a los paneles. Isabelle tenia razón, se parecía a la interfaz de inicio y hasta, pudo recordar el momento en que planeo diseña a su personaje femenino. Sus dedos se movieron a las ordenes de los recuerdos que llegaban poco a poco a su cabeza, recordando exactamente a la pelirroja que iba a hacer en un comienzo. Cuando ya tuvo todo listo, el brillo intenso rodeo el cuerpo del muchacho.

Al cabo de unos minutos, ya no era él sino ella. Su largo cabello rojo cayo como cascada por sus hombros, a excepciones de unas pequeñas trenzas que se alcanzaban a notar entre sus melena rojiza, y sus facciones no distaban mucho a las del muchacho, a diferencia que eran mucho mas delicadas. Llevaba puesto unos pantalones blancos ceñidos a las piernas, junto con unos botines militares negros y encima, una blusa oscura sin mangas con una corbata roja desarreglada en el cuello, la misma que se ocupo en arreglar apropiadamente. Los tatuajes en sus brazos continuaban intactos al igual que los guantes en sus manos. Tras terminar, lanzo un fuerte suspiro.
— Y-Ya — Fue como si el sonrojo en sus mejillas fuera parte del "pack", pues combinaba perfectamente con ese contraste rojizo. — ¡P-Pobre de ti que te rías! — Exclamo, avergonzada. Al voltearse, noto que Isabelle también cambio su apariencia y no solo eso, sino que también agrego orejas y colas animales. Esbozo una divertida sonrisa — Bonito disfraz. Podrías agregarle a tu personaje un par de orejas y colas como esas, te daría un mejor sex appeal para los fetichistas — Agrego, bromista.

Al estar de pie y ver lo que hacía, sus colas se movían un poco por su cuenta, admirando las acciones que el chico pelirrojo estaba haciendo, había entendido bien que se trataba de algo básico, sin mucha ciencia de por medio, mientras esperaba que hiciera el cambio, tomo asiento sobre el sillon, obviamente por sus colas no podía acomodarse bien del todo, pues tenía que darles suficiente espacio para que estuvieran, reposando estas cayendo de manera gracil a cada costado de su cuerpo, flacidas como si fueran unos tentaculos inertes.

Al ver el cambio de apariencia del chico, emitió un leve silbido, contrario a la risa que esperaba, obviamente ese sonido era algo que usualmente se usaba para mostrar que una persona era atractiva. Era una manera de halagar el cambio de apariencia que había tenido, a pesar de que no se tratara de algo muy drástico, le agradaba bastante lo que estaba viendo y la apariencia temporal que había obtenido la ahora joven. — Te ves bastante bien la verdad— Afirmaba con un movimiento de cabeza, aunque luego el comentario que daba provocaba una risa.

— La verdad ya tengo suficientes fetichistas detrás de mi, empezando con los fanaticos del steampunk y la era victoriana, obvio, los que les gustan las rubias, las rubias con pechos grandes, las mujeres con pechos grandes, aquellas que se visten de manera elegante, los que tienen fetiche por las que usen guantes o medias con portaligas, entre muchas otras — Claro, no podía negar que eso mas que traer desagrado era todo lo contrario, incluso a tal punto que ya había enumerado una buena cantidad de las personas que podrían estar detrás de ella o que la considerarían atractiva o que con alguna de sus acciones cumpla algún fetiche.

Su respuesta le sorprendió y hasta, le dejo sin palabras. Llevo ambas manos hasta su rostro, cubriendo apenas con los dedos el sonrojo casi adorable que adornaron su piel. Bajo la mirada, sintiéndose como una colegiala a la cual acababan de declararse ¡Que vergüenza! Curiosamente, la usuaria se volvía mucho mas vulnerable en un cuerpo femenino que masculino, pues, si le daban un elogio al Rhapsody hombre, seguramente habría sonreído con alegría y orgullo, exclamando: ¡Ya lo sabia! ¡Pero gracias! Extrañamente, ahora, no contaba con ese carácter tan confiado y versátil.

— G-Gracias — Menciono, con algo de vergüenza. Se acerco nuevamente a los sillones, agachándose para tomar algunas galletas y bocadillos que todavía quedaban en la mesa, escuchando atentamente sus palabras. Rió entre dientes, cubriendo su boca con su mano — No los culpo. Si fuera hombre me añadiría a esa lista, tienes un personaje demasiado atractivo a la visión de cualquiera — Agrego con una sonrisa en sus labios. — No se como puedes ser capa de aguantar esas cosas, y-yo... me moriría de vergüenza — al decir esto, nuevamente el sonrojo apareció en sus mejillas. Desvió inmediatamente la cabeza aun lado, intentando ocultarlo. — Por ello prefiero mil veces utilizar un personaje de genero masculino que estar con uno femenino... Me siento mucho mas cómoda. Y bueno, el mocoso que conoces fue el que mas me gusto. Lo que ves ahora seria como un... 'genderswap' de él. Es difícil de explicar, pero siendo un hombre gano una confianza mayor y no tengo temor de que me subestimen — Rió con levedad, un poco nerviosa por estar hablando de esa clase de tonterías.

De cierto modo le sorprendía la actitud que estaba tomando ahora que tenía el cuerpo femenino, a pesar de quizá no tener tanto trato con Rhapsody, conocía como tenía cierta actitud orgullosa y segura de si "mismo", pero ahora estaba mostrandose como una chica nerviosa y que fácilmente se podía apenar, incluso con un halago tan simple y común como el que había soltado antes.

— Estoy acostumbrada, además que si se intentan sobrepasar, les terminare volando la cabeza— Esto lo decía con total seguridad, confianza y sobre todo tranquilidad, incluso acomodando su cabello con un movimiento de la mano derecha, a pesar de tener el cambio de apariencia, su actitud no cambiaba en lo mas mínimo, mostrando aún seguridad en si misma y en sus propias palabras. — Es normal que te subestimen y eso mismo traiga inseguridad, pero el primer paso es aceptar lo que eres, lo que quieres ser y darte cuenta que mas allá de eso, no hay ningún limite, solo los que tu mismo te impones — A pesar de tratarse de un juego, ella conocía que a veces el no tener la completa seguridad en uno mismo podría traer problemas, dentro y fuera, había visto varios casos, siendo una persona tan segura de si misma, era claro que muchos admiraran esto y lo que decía, era algo que le había ayudado, demasiado, por lo que no se trataba de un cliche o algo que dijera sin sentirlo.

— Hehe
Las risas de Rhapsody fueron levemente audibles luego de que el silencio se apoderara de la sala. Bajo su cabeza, pensativa por unos instantes. Nunca se puso a pensar en esa clase de cosas, si bien le parecían temas personales, tampoco les dio la importancia que necesitaba. Mucho menos tenia con quien hablar esta clase de cosas. Era la primera vez que se sentía tan cómoda conversando con una persona.
— No por nada eres la líder de Arcadia. Supongo que debes tener la actitud para hacerle frente a esa clase de asuntos ¿Verdad?
Se puso de pie y camino hasta quedar de nuevo frente aquel panel electrónico. Desplegó las opciones nuevamente y jugo con varias de ellas, mezclando algunas cosas y colores. Finalmente, presiono el botón para iniciar el cambio de apariencia.

Creció en estatura y sobre todo en complexión. Su físico ya no era el de una mujer, sino que nuevamente se había convertido en un hombre, mas alto y un tanto mas corpulento que el original. Llevaba encima una chaqueta negra sin mangas, sin nada debajo, y finalmente unos pantalones blancos largos. Su cabello rojo volvía a caer en cascada por sus hombros, sin embargo, estaba mas desordenado que antes.
— ¡Tadah! — Exclamo, estirando sus brazos — ¿Que tal así? ¿Aceptarías salir conmigo si soy un hombre hecho y derecho? — Bromeo, soltando luego una armoniosa risa. A pesar de tener el timbre de voz un poco mas grave, su risa continuaba conservando esa alegría característica. — Por cierto, Isabelle ¿Te parece si jugamos un rato antes de que aburra con esta charla? — Todavía mantenía el tablero digital desplegado, seleccionando la sección de juegos para ver la lista completa — ¿O tienes miedo ~?

Le agradaba ver las expresiones que tenía, con eso le indicaba que la estaba pasando bien, ella por su cuenta también estaba disfrutando de un buen rato, además de una gran compañia con esa persona, no se arrepentía en lo mas mínimo la de continuar entablando una conversación con el, era una buena persona y de cierta manera, salía de lo común que encontraba en la gente de su tripulación u otras personas que tratara, eso era bastante bueno de encontrar de vez en cuando, una persona agradable, no alguien que se interesara solo por su posición o su atractivo.

— Mas que eso, creo que es por mi manera en general de pensar — Quizá esa era la manera por la que empezó todo aquello relacionado a Arcadia, mucha gente le siguió al conocer sobre sus habilidades como ladrona y que esto no solo lo hacía para ayudarse a si misma, si no también a aquellos que no contaban con mucho dentro de Aeon. Miró el cambio que ahora tenía, al ver ese cambio le miro de arriba hacía abajo, en verdad que se veía bastante bien con la nueva apariencia que había adquirido, no porque con la normal no lo hacía, pero ahora tenía un mejor look. — ¿Quien dijo que no saldría contigo con tu apariencia normal? — Levantándose de su asiento y caminando con un vaiven suave de caderas, hasta llegar a un costado del chico y mover un poco una de sus colas para esta frotarla por el brazo del pelirrojo.

Miro por un momento a los ojos de esa persona. — Con quien saldría va mas allá de la cuestión física, va también en la quimica que podamos tener, bien puedo ser alguien coqueta, pero eso no significa que me vaya con cualquiera, si no tienes un vinculo con una persona, no hay manera de que puedas estar con ella — De cierta forma, eso le hacía pensar en una persona en especial, la cual era bastante significativa por su persona, a pesar de que se mostrara un tanto desprendida de la gente e incluso frivola, era alguien que se preocupaba por aquellos que se acercaban y esa persona era la clara señal de eso. Soltó una leve risa al sentir que estaba tomando demasiado enserio las cosas y afirmó con un movimiento con la cabeza. — Me parece bien ¿que clase de juego quieres? — Moviendose para estar junto al chico, viendo lo que este hacía, queriendo descubrir que era lo que tenía en mente ahora.