Scavenger Hunt

— Diablos — Mascullo por lo bajo.
Llevo una mano hasta su nuca, rascandola levemente mientras observaba a su alrededor con aire confundido. Por mas que intentara convencerse a si misma que no estaba perdida, la expresión de su rostro marcaba claramente todo lo contrario. Comenzó a reconsiderar la posibilidad de pedir indicaciones a las personas, pues si continuaba con esta manía de seguir su "instinto", quizás terminaría en lugares peores.
Por suerte, al lugar donde había llegado no era particularmente un sitio peligroso, ni mucho menos solitario. A pesar de que era tranquilo, se podía notar una gran cantidad de movimiento en las personas, pues a medida que se adentraba en el interior de esa ciudad, veía a las personas ir y venir de un lado a otro, la mayoría leyendo libros de distintos tamaños. Se pregunto para si misma si era ley tener que leer mientras caminas o bien, llevar un libro entre las manos. Por unos momentos, creyó ser una criminal.
— Vaya lugar en donde fui a parar... — Susurro, todavía un poco confundida. A pesar de que había leído el nombre correcto de la ubicación de su misión, le costaba trabajo todavía creer que este era el lugar correcto.

Ademas le había llegado la notificación de que alguien mas se había unido a la causa y que seguramente, tenían que encontrarse ¡¿Como diablos lo iba a hacer si ni ella misma tenia la reverenda idea de donde estaba parada?! Intento calmarse y no frustrarse al respecto, llevando una mano hasta su mentón. Pero inmediatamente, su estomago rugió.
— No... ¡Pero si acabo de comer hace quince minutos! — Ya parecía una loca hablando consigo misma y era el colmo de que estuviera perdida y hasta, hambrienta.
Comenzó a caminar hacia el centro de la ciudad, agarrándose el estomago con una mano, resistiendo. Por suerte, pasados unos cuantos minutos, logro llegar hasta una gran plaza, con una gran cantidad de gente circulando a los alrededores. Se acerco hasta una banca vacía y se recostó allí, boca abajo. Si, quizás una siesta servirá para pasar el hambre y luego, se concentraría en buscar a su compañera. Solo unos quince... minutos. Los ojos de Skyler se concentraron en ver a unos niños jugar a la pelota, bastante alegres y concentrados en su juego.

Ni siquiera se dio cuenta cuando sus ojos se cerraron completamente, presa del hambre y del sueño.

Tras aceptar aquella misión, todos los datos que necesitaba, los había recibido correctamente, incluso, se tomo la molestia de estudiar un poco a su futura compañera en base a los datos que le proporcionaba el sistema. Al menos así, iba a poder reconocerla, ya que de otra forma, seria como buscar una aguja en un pajar.  Al llegar al lugar, se encontró con aquel panorama lleno de personas, y libros.  El solo hecho de ver personas con sus narices metidas en ellos, despertó cierta mueca de asco en la chica.  — ¡Ñoños! ¡Ñoños por doquier!   — Miro hacia los lados, llevándose la mano diestra extendida a la frente, como si buscara ver mas allá.  — ¿Donde estará esa chiquilla?, espero que no sea una ñoña mas, ya que estaría en problemas entonces   —  Se cruzo de brazos, enarcando una ceja, mientras daba unos pasos por el lugar, buscando a la femenina.  En esos momentos de distracción, sitio algo chocarla, por lo cual, su reacción no fue de las mejores. — ¡Pero que demonios!  — Al no ver nada delante de ella, se le dio por bajar la cabeza, y se encontró a un pequeño de anteojos grandes y gruesos. SUN enarco una ceja, mientras el crió la veía con temor, ocultando parte de su cara tras el libro. —  Vaya vaya   — Mascullo maliciosa, mientras le arrebato el libro, ojeando este con algo de desinterés.  — Estas cosas terminaran arrunandote el cerebro, ¿Sabes? — Bufo como una cría, y tras eso añadió, como si estuviera dando el consejo mas sano de toda su vida. Aunque claro, sano para ella. — Deberías leer mas Batman, Spiderman, ¿Los X-MEN, tal vez?, aprenderás mas que con estas cosas  — Le señalo el libro, algo ofuscada — ¡Ni siquiera dibujos tienen!.  — En esos momentos, pudo ver una fisionomía conocida tendida no muy lejos.

Arrojo el libro hacia atrás, ignorando al pobre niño que tartamudeaba del miedo ante la extraña reacción de la chica, y comenzó a caminar hacia ella, con cierto gesto torcido. — Oh genial, mi compañera es un Clon de la Bella Durmiente  — Se detuvo detrás de la banca, y sin el mas mínimo reparo, pateo el respaldar de esta, haciendo que el material crujiera del golpe.  — ARRIBA PRINCESA, YA LLEGO TU ROMEO ! — Grito con un tono de voz agudo e ironico, formando una maliciosa sonrisa mientras observaba en todo momento a la chica, incluso sus reacciones, sin inmutarse.  Enarco una ceja, y añadió un tanto molesta.  —  Creo que este no es momento para estar aplastando ese lindo trasero, así que levántate y comencemos la misión  — Estaba bastante ansiosa, quería saber que cosas productivas podía sacar de ello, para así darle origen a nuevas creaciones.

Filetes. Pollo a las brasas. Ensalada. Pescado frito. Cerdo a la parrilla. Y de postre pasteles, tartas, helado y gran cantidad de dulces que de tan solo verlos, se te derretían los dientes. Si, Skyler ahora estaba cenando de lo mas bien en un aparente banquete dado en su honor, en una amplia mesa, con invitados que ni siquiera ella había visto en su vida, solo personajes desconocidos, tal parece que al azar y todos vestidos con trajes diferentes, colores que ni siquiera iban en armonía. Y los mayordomos tenían cabeza de caballo y cuerpo humano, lo mismo las sirvientas, cuya cabeza era la de una oveja, hasta al hablar, soltaban un pequeño "Bee" o bien, un relincho para terminar sus frases.
Normal. Bastante normal.
Sobre todo para alguien que solo estaba concentrada en abarrotarse de comida hasta atragantarse y terminar desmayada en el suelo. Pero de pronto la reina vocifero con todo el aire en sus pulmones, poniéndose de pie para llamar la atención de todos.

— ARRIBA PRINCESA, YA LLEGO TU ROMEO ! —

Y abrió sus ojos, asustada. Se incorporo, sentándose en la banca para ver a su alrededor. La comida desapareció e inclusive, los mayordomos caballo y sirvientas ovejas se desvanecieron como el polvo. Y la reina regordeta se convirtió en una chiquilla. Parpadeo un par de veces, perdida totalmente, todavía conectada al mundo onírico pero con los pies en el mundo real. Llevo su diestra hacia sus ojos, intentando despertarse y finalmente, termino por cachetear suavemente sus mejillas, espabilando por fin.
— ¿Has pensado en trabajar de despertador? Eres excelente. Casi se me sale el corazón por la boca — Bromeo, sonriente, sin darse cuenta de que tenia un hilillo de baba por la comisura de sus labios.
No estaba molesta, para nada. Mas bien, estaba mas que despierta y alerta, inclusive, el hambre se había esfumado luego de esa siesta tan reconfortante. Se levanto de su asiento y estiro los brazos, luego las piernas y finalmente, se rasco la nuca, desordenando mas esa melena rubia.
—  ¡Ah! ¡Es verdad! ¡Tengo que buscar a mi compañera! — Exclamo, alarmada, pues ya se le había pasado la hora tras esa siesta. Pero cuando ya estaba a punto de echar a correr, se detuvo de sopetón y se giro sobre los talones, observando luego a la otra chica —  Disculpa... ¿Dijiste "Misión"? Osea que tu eres...¿Mi compañera? —  Sin duda estaba sorprendida, pues esperaba algo... diferente.

Y no, no estaba decepcionada, sino un poco desconcertada. Era extraño pillarse gente tan efusiva y simpática, pues la mayoría de los jugadores preferían hacerse los rudos y "lobos solitarios" para que luego queden como leyendas. Los ojos de Skyler adoptaron un brillo ansioso.
— Un gusto — Estiro su mano hasta ella, sonriendo con amplitud —  Mi nombre es Skyler. Y supongo que eres... ¿Sun? —  Al menos tuvo la consideración de recordar su nombre. Tan torpe no era, por suerte. —  Ah... L-Lo siento. Creo que estoy siendo demasiado formal — Balbuceo, retirando su mano poco a poco.

¿Acaso esa cría tan relajada iba a ser su compañera?, casi se quedo petrificada al ver las actitudes de ella.  Claro, si las suyas propias no fueran tan infantiles.  Por un momento, un tic en su ojo diestro se hizo notar, mientras empuñaba sus manos.  Tenía muchas ganas de pegarle un buen zape en la cabeza, pero intentaba contenerse lo más posible.  — Te arrancare la lengua si no te mueves — Alzo su puño de manera amenazante, y cuando. En esos momentos que la miraba fijamente, noto el hilo de baba, por lo cual retrocedió un par de pasos, con una notoria mueca de asco.
La chica parecía no caer en cuenta de que ella era su compañera, al menos no después de unos cuantos segundos. — ¡¿ERES TONTA?! , ¡Claro que dije misión!  — Alargo una de sus manos, tomándola de la mejilla diestra, para así pellizcarla y estirarla como si se tratara de un muñeco de goma.  Y tras ver el brillo en los ojos de la chica, volvió a retroceder un poco desconcertada.  ¿Qué demonios le pasaba a esa chica?!, era bastante extraña, al menos para SUN, aunque claro, esto no quería decir que le desagradaba, mas bien, que le tomaba por sorpresa.

Ignoro la mano de la chica, no estaba acostumbrada a esas cosas, y SUN no se caracterizaba por ser la chica más sociable y educada.  — Skyler, ya lo sabía.  Y no eres formal, eres demasiado acelerada — Entrecerró uno de sus ojos, observando a la chica con cierto aire indiferente, pero no lo hacía con malicia, claro está, si no, por su falta de contacto con la gente. Alargo su mano diestra para tomar de la muñeca a la chica, y así comenzar a caminar, dando largas zancadas. — Supongo que tienes guardada la lista de Item’s, ¿Verdad? — A medida que hablaba, iba mirando hacia los lados, intentando ubicar aquel establecimiento escolar, donde seguramente estarían los Items.  Realmente era desesperante para ella ver como todos iban detrás de un libro, o al menos la gran mayoría. — Esos malditos come libros  — Gruño por lo bajo, soltando la mano de la chica, solo para sacudir sus cobrizos cabellos, algo ofuscada.
Cuando detuvo los pasos, visualizo justo detrás de las copas de los arboles, como aquel edificio escolar se asomaba, o al menos, supuso que se trataba de él.  Sin el mas mínimo cuidado volvió a tomar a la chica de la muñeca, y comenzó a correr llevándola a rastras, sin importarle si la llevaba arrastrando o flameando como una bandera. — ¡Yaaaay! Terminemos esto rápido Princesita

— ¡Vale, vale! ¡Ya entendí, pero deja de chillar! — Exclamo, cubriendo con sus manos ambos oídos. Sin embargo, inmediatamente se comenzó a quejar por ese pellizcón en su mejilla — ¡Auch, auch, ya, ya!
Genial, todo iba demasiado bien, era obvio que algo así iba a pasar. Al menos su compañera tenia carácter y un animo demasiado efusivo. Si tan solo pudiera encontrar la manera de callarla. Por unos momentos, sus ojos se desviaron al suelo, intentando buscar algo que pudiera completar esa labor. Se acaricio la mejilla hinchada, torciendo una mueca de desagrado. Vaya que tenia fuerza.
Bueno al menos ya sabia su nombre y ahora que lo pensaba, no había necesidad alguna de presentaciones, los nombres de los usuarios quedaban al descubierto cuando uno se anotaba a las misiones, capacitando a sus compañeros el poder comunicarse con ellos. Se sintió realmente tonta.
— Si yo soy acelerada, no quiero ni imaginar como te denominaras tú — Susurro, todavía masajeando su mejilla para aligerar el dolor.

Asintió apenas ante su pregunta. Antes de salir de la ciudad principal, se aseguro de sacar una copia de los items, pues seguramente a mas de alguna se le olvidarían  en el camino. Skyler se tomo unos segundos para sacarla y revisarla, pero justo en ese momento la otra chiquilla le tomo del brazo, siendo fuertemente arrastrada hacia donde ella le guiara. Por suerte no perdió la lista.
— Hey, puedo caminar sola — Menciono, con torciendo su boca, pero sin hacer esfuerzo alguno para soltarse. Suspiro. Esta misión va a ser muuuuy larga.
Se acaricio el brazo cuando se detuvieron, pero casi grito de dolor tras ese siguiente tirón y para peor, comenzaron a correr. Los pies de Skyler se arrastraron por el suelo, sintiendo que el brazo en cualquier momento se lo iban a arrancar. Intento mover sus piernas, logrando de alguna manera seguirle el ritmo.
— ¡Oye! ¡Para, mujer! ¡Me vas a matar! — Exclamo detrás de ella.
Pero los ojos de Skyler se abrieron de golpe cuando, ya cerca de la entrada de ese instituto, un grupo de personas también salia a toda prisa de su interior, corriendo a la direccion de las dos muchachas. La joven rubia iba a abrir sus labios para alertar a la otra de cabellos cobrizos, pero fue demasiado tarde. Tanto como SUN y Skyler chocaron de golpe con ese grupo de estudiantes, volando por los aires mochilas, papeles, libros, lapices y hasta comida. Abrió los ojos, teniendo encima del rostro una gran montaña de papeles y a su alrededor, el resto de los estudiantes, quejándose del dolor.
— Demonios... ¡Fíjate por donde corres, chiquilla! — Exclamo, algo enfadada luego de haberse sentado sobre el suelo, acariciándose la nuca, pues aparentemente se había golpeado al caer — ¡Mira el desastre que dejas-...! — Pero no termino su frase, pues inmediatamente se le prendió el foco ¡Aquí podría estar alguno de los items que necesitaban! Solo necesitaban buscar entre todo ese desastre. Skyler le hizo señas a SUN para que captara lo que debía hacer, aunque claro, los gestos nunca son la mejor manera para transmitir un mensaje.

¡Al fin estaban delante del establecimiento!, y estaba tan concentrada viendo la parte de arriba de la estructura, que no se dio cuenta de la multitud que salía como ganado furioso de aquel lugar. Ni siquiera se había percatado de las señales por parte de su compañera.  De la nada sintió como la embestían y salía volando por los aires entre quien sabe que útiles escolares y personas.  Tras impactar nuevamente contra el suelo, su maldición mas chica fue una completa grosería, que podía dejar boquiabierto a cualquiera. Tras eso, añadió. — ¡Me lleva el demonio, tu y esta misión y todos esos ñoños anteojos fondo de botella! — Gruño hecha una fiera, mientras tomaba uno de los libros y lo aventaba hacia la primer cabeza visible de algún estudiante.  Era toda violencia si se lo proponía realmente.

Tanta era su furia, que ni siquiera había caído en la cuenta que quizás aquello las favorecía.  Ladeo su cabeza de manera robótica, con un gesto ofuscado digno de una caricatura, y observo a su compañera, la cual estaba haciendo señales que no comprendía del todo.  — ¿Qué pasa Princesa, te mordiste la lengua? — Torció sus labios, mostrando una sonrisa bastante irónica.

Miro los alrededores, era un completo desastre. Todo tirado, desparramado, y aquellos ñoños juntando sus cosas.  Ella no iba ni siquiera a molestarse en ayudar, por si ella fuera, que se jodan. Se coloco de pie, sacudiéndose los ropajes, mientras chasqueaba la lengua.  En una rápida mirada que dio sobre el lugar, pareció ver lo que era una hoja de papel con un ‘’REPROBADO’’ en rojo que daba miedo de lo intimidante que era.  La chica soltó una carcajada burlona. — A ha ha ¡Perdedor! — Señalo al chico que estaba hincado en el suelo, por tomar la hoja, pero cuando se levanto, se trataba de un sujeto de más de metro noventa de altura.  Sun se sintió muy diminuta y algo intimidada frente a este, pero eso solo duro unos segundos.  Cuando un clic eso en su cabeza, recordando que un examen reprobado era uno de los ítems a conseguir, su carácter se distorsiono nuevamente, y sin mediar, se lanzo contra el chico, prendiéndose de uno de esos largos brazos, con el que sostenía el examen. — ¡Suelta el examen grandulote! ¡Lo necesito! ¡Damelo damelo damelo damelo!  — El sujeto sacudió varias veces su brazo, intentando desprender a la chica, pero esta, seguía prendida de él graciosamente. — ¡SKYLER QUITASELO!  — Chillo hacia su compañera, esperando que esta reaccionara.  Había que arrebatarle el examen sea como sea, y Sun no era de las típicas personas que mediaban las cosas con palabras, ella reaccionaba por mero impulso y con violencia.

Sus ojos se movían de un lado a otro, buscando alguno de los items que señalaba la lista. Pero bufo, lanzando una grosería por lo bajo tras notar que ninguno de estos ratones de biblioteca tenia lo que ellas buscaban. Encima ya los estudiantes se estaban reincorporando nuevamente, ordenando sus cosas dentro de las mochilas ¡Y el tiempo se acababa! Tuvo que contener los deseos de arrebatarles las mochilas a los chiquillos, pues no quería terminar haciendo un escándalo.
No bien había terminado de razonar aquello, cuando su adorable compañera se sostenía con sus dos brazos, y hasta las piernas, la extremidad de un gorila. No, esperen, era un alumno. Con razón el golpe le dolía demasiado, a cualquiera le terminaría rompiendo la cabeza contra de el suelo si llegasen a chocar con ese mastodonte. Trago algo de saliva, intimidada. Pero por otro lado, también estaba intrigada ¿Por que SUN estaba fastidiando a ese muchacho? Mejor dicho ¿Por que estaba como garrapata aferrada a él?
— ¡Hey niña! ¡Bájate de ahí--! — Pero sus palabras se cortaron de golpe.
En esa mano, sosteniéndolo en alto, se hondeaba al viento una palabra clara: REPROBADO. Casi parecía una bandera del fracaso, pero que en su caso, era una bandera de la victoria. De un salto, la rubia prácticamente trepo a la espalda del grandote y casi como un mono, se agarro desde su otro brazo, estirando los propios para alcanzar ese dichoso papel.
— ¡Suéltalo! — Exclamo, casi tan determinada y loca como lo parecía SUN.
Tan ensimismadas estaban en sus propios asuntos que ni notaron la gran cantidad de gente que se aglomeraba a su alrededor. El pobre muchacho exclamaba llamados de auxilio mientras aleteaba, olvidando el hecho de que todo mundo podía ver también su pésima calificación. Tan pronto como se hacia mas polémico el alboroto, llegaron los guardias del instituto, quedando boquiabiertos por la escena que estaban presenciando a las afueras del establecimiento. Tardaron un par de segundos en reaccionar.
— ¡Eh! ¡Ustedes dos! ¡Bájense de ahí! — Exclamaron los dos guardias al unisono, corriendo a ayudar al pobre muchacho.
Skyler noto que ya no les quedaba tiempo que perder, por lo que apoyo sus piernas sobre la espalda del grandote y de un impulso, salto para alcanzar el papel, casi arrancándoselo de las manos. Por suerte, no se rompió y al conseguirlo, no pudo evitar alzarlo en pose de victoria. Pero lo que no contaba era con que el muchacho gorila perdió el equilibrio, pudiendo o no aplastar a la otra muchacha, SUN.

La cobriza soltó un fuerte bufido, al fin su compañera había notado lo del Ítem.   Mordió graciosamente, como una piraña el brazo del chico, pero este parecía ser de acero puro, porque ni se inmutaba por eso, solo agitaba mas el brazo del cual ella estaba aferrada como una lapa.  Cuando vio los guardias, frunció el ceño, y aunque a estos les tomo unos segundos reaccionar, cuando lo hicieron, uno se acerco a Sun para desprenderla, pero esta solo respondió, apoyando el pie diestro sobre la cara del guardia, empujándolo.  — ¡Quítate Cerdo! — Sin el mas mínimo cuidado ni respeto, al segundo guardia que se acerco, termino por darle un fuerte puñetazo que le descoloco graciosamente la mandíbula.  De verdad aquella chica era todo un perro rabioso cuando se lo proponía.  En esos momentos de distracción, aferrada al chico Gorila y a su vez golpeando a los guardián mientras un sinfín de personas comenzaron a formar una ronda alrededor de ellas, observando con asombro lo que sucedía, Skyler parecía al fin, hacerse dueña de aquel tesoro.

Cuando Sun pudo reaccionar, aquella mole de persona cayó hacia atrás, con ella incluida, aplastada por aquel brazo que fácil, duplicaba su peso.  De cara al suelo, maldijo por lo bajo.  De tener la posibilidad, le hubiera gustado transformarse en alguno de esos monstruos que aparecían en la TV y así devorarlos a todos, incluso a su propia compañera de equipo.  Hecha una furia, y arrastrándose para salir de debajo del enorme brazo ajeno. — S…kyler … — Sus dientes rechinaban furiosa, y casi de un salto como un resorte, se coloco de pie.  Casi parecía escupir fuego por la boca de la ira. —  ¡Voy a matarte!  — Pero de atrás, aquellos dos guardias que había golpeado, y el alumno gorila, se pusieron de pie casi envueltos en llama de la furia contra las chicas, sin duda estaban listos para darles su merecido.   Sun sintió un escalofrió, y casi robóticamente giro su cabeza, observándolos. — Ahm …—  Trago saliva, soltando una risilla traviesa, para luego sin más, echarse a correr, alzando una estela de polvo tras ella.  — ¡Corre Ohime-sama! — Exclamo con fuerza hacia Skyler, mientras corría hacia adentro del establecimiento escolar, para esconderse y a su vez, buscar el resto de los Ítems.

Justo en el momento que las manos de Skyler se adueñaron de es trozo de papel, el tiempo, inmediatamente, era contado. Cada segundo que pasaba les condenaba mas y mas al destino que se manifestaba como tres hombres furiosos, dispuestos a darles su merecido. Las opciones estaban dadas: O se quedaba para luchar o simplemente huían como ratones. Cierto atisbo de honor y justicia pincho la mente de Skyler como una pequeña aguja en su cerebro y tuvo el arranque de sacar su espada para defenderse, dispuesta a luchar y darlo todo en batalla.
Obviamente, contaba con el apoyo de SUN, así que quizás las cosas no serian tan difíciles si eran dos contra tres. Sin embargo, como si todo fuera parte de una escena sacada de una comedia, al girar su mirada para dar la señal de ataque a su compañera, solo noto la estela de polvo que dejaron sus pies tras correr a todo lo que daba dentro del establecimiento, dejando a una Skyler anonadada y boquiabierta. La habían abandonado. Giro su mirada inmediatamente hacia los tres monstruos que estaban frente a ella y, ni tonta ni perezosa, corrió tras SUN, gritando a todo dar que la esperara.

Entro después de que SUN prácticamente echara abajo la puerta principal del establecimiento y fue gracias al ruido que ella ocasionaba al correr que pudo seguirla sin problema alguno. Subieron tres, inclusive hasta cuatro pisos para perderles completamente. Skyler estaba al borde del desmayo y se dejo caer de rodillas al suelo, observo por unos momentos el papel arrugado que sostenía en su mano y al recordar de lo que se trataba, lo estiro en el suelo para hacerlo mas presentable a la hora de entregarlo. Miro a su alrededor, buscando a su compañera pero arqueo la ceja, extrañada de no verla ¿A donde diablos se fue? Recordaba perfectamente haberla visto subir hasta este piso y por ello estaba aquí. Se movió con cautela una vez recupero el aliento y se aseguro de que no hubiera guardias buscándola, antes de continuar caminando.
— Pssssst.... SUN— Llamaba a la chiquilla con total discreción, observando todavía a ambos lados. Suspiro y guardo el item en su bolsillo, doblando en cuatro partes iguales. Camino por un largo pasillo, frunciendo el ceño.— Ahora... ¿Donde se metió?

PD: LO SIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENTOOOOO ; ; Ódiame por la demora y el post feo ;_; Lo siento de verdad

Sus pies parecían funcionar solos, corría sin control.  Soltaba grandes bocanadas de aire completamente agitada, mientras maldecía una y otra vez de manera entrecortada.  Una vez que cruzaba la puerta del establecimiento, se tiro como si se deslizara por un tobogán.  Luego, se reincorporo y siguió corriendo como quien lo siguiera la mismísima muerte, hasta el cuarto piso, donde al fin su cuerpo se desplomo boca abajo, quedando como un costal.  — Odio esto, odio a quien crea estas misiones, maldito juego — Murmuro bajo un tono de voz negativo, de esos que eran llenos de frustración, pero muy cómico de ver. Ni se había molestado en ver si su compañera llego en una pieza, quiso suponer que sí.

Apoyo sus manos sobre el suelo, y con una fuerza sobrehumana, se reincorporo un poco, quedando arrodillada.  Habia caído desplomada en el pasillo que daban a una fila de aulas al parecer.  SUN hizo un rápido conteo mental de los ítems, para intentar identificar uno en caso de verlo.  Comenzó a gatear a lo largo del pasillo, para evitar ser vista por aquellas amplias ventanas que daban al aula.  Ventana a ventana, asomaba un poco su cabeza, para inspeccionar el interior, y tratar de ubicar algún posible ítem; Pero no había nada, absolutamente nada.  Chasqueo la lengua, y el gateo la llevo a girar hacia la izquierda, perdiéndose de la vista de la otra chica.  Tras llegar a la segunda aula y asomarse, encontró uno de los Ítems sobre el escritorio del profesor. Era una reluciente manzana que parecía indicarle el camino hacia el Eden, al menos así la veía ella, pues era un nuevo trozo de camino hacia la victoria. — Manzanita….  — Soltó con un tono de voz embelesado, con ojos grandes y brillosos como los de una cría, pero aquel gesto tan gracioso, se desfiguró cuando vio a todos los alumnos allí.  Frunció el seño, y adopto un gesto más agresivo, que de todas maneras no dejaba de ser gracioso.

Miro a los alrededores, intentando buscar alguna forma de llamar la atención.  Parecía que la solución estaba de pronto frente a sus ojos.  Una alarma de incendios.  Si, la perfecta manera de sacar a todos esos mocosos de allí, y robar su preciada manzana. Minuciosamente, se acerco, y sin medir consecuencias, acciono la alarma y grito.  —  FUEGO! —  Claro, no había tenido en cuenta que aquellos arrebatados alumnos iban a salir corriendo como  ganado salvaje llevándose por delante unos a otros, ni tampoco tuvo en cuenta que iban a salir desde las otras aulas, así que cuando vio semejante estampida humana, sus ojos se abrieron como platos, y se arrojo a un lado, acurrucándose, y cubriéndose la cabeza con las manos.  —  Los odio, los odio, los odio!  — Gruño graciosamente entre dientes, esperando que pasaran y no ser pisoteada.  Solo restaba esperar que su compañera, si es que la seguía, no fuera sorprendida por tal acontecimiento.


OFF: No te preocupes linda *u*

Observo a su alrededor, preocupada. Nada, absolutamente nada. No había ningún rastro de SUN cerca, por un momento, la rubia temió la peor y seguramente los guardias acabaron atrapándola a ella y ahora la estaban buscando. Pero inmediatamente descarto esa idea. Claro que no. Acababa de ver a SUN subir junto con ella, bueno, luego de que lograron llegar finalmente al cuarto piso, Skyler le perdió el rastro. Solo era cuestión de buscarla y asegurarse de que estuviera por aquí.
— ¿Donde diablos estará? — Murmuro para ella misma, algo cansada.
Si, recién estaban comenzando y ya se sentia totalmente agotada. No quería ni pensar el resto de la misión si iba a ser así de problemática y sobre todo, movida. Casi se meten con la seguridad de la ciudad y ahora, las dos, eran una especie de fugitivas en una misión secreta. Ya solo faltaban los trajes negros y esa musiquita de fondo característica tan famosa de los espías. Rió ante la idea, sintiéndose particularmente tonta al tener esa clase de pensamientos.

Pero ni tuvo tiempo para pensar en ello, pues inmediatamente un sonoro y agudo timbre se escucho por todo el establecimiento. Asustada, Skyler parpadeo un par de veces, creyendo que de verdad había ocurrido algo como un incendio. Y si ese era el caso, debía de buscar a SUN antes de que algo malo le ocurriese. Como buena tonta y héroe, corrió por el pasillo, en busca de su compañera. Pronto, freno su trote cuando observo, desde el otro lado del pasillo, una gran cantidad de personas correr en su direccion, obviamente, para escapar del incendio.
— ... ¡Mierda! — Exclamo.
Y se arrojo aun lado, como cualquier persona sensata haría y coloco sus manos sobre su cabeza, mascullando por lo bajo varias groserías. Con los codos, luego, comenzó a arrastrarse por todo el costado del pasillo, de manera que pudiera ir contra el transito sin ser aplastada. Exclamaba el nombre de su compañera inútilmente, pues con la cantidad de ruido que había a su alrededor, apenas y podría ser capaz de oírla. Se resigno y mantuvo su cuerpo recostado en el suelo por unos momentos, pero, justo en el momento que levanto la cabeza, algo impacto fuertemente contra su rostro, casi rompiéndole el tabique de su nariz. Lanzo un gruñido de dolor, ambas manos fueron a parar a su rostro y se quejo en silencio del dolor. Giro su mirada hacia a un lado y noto el proyectil que casi le quiebra la nariz: Una manzana.
— ... ¡TU! —
Hizo un ademan de agarrarla con su mano libre, pero de nuevo, otra persona de la multitud la pateo, lanzandola hacia quien sabe donde. ¡No! ¡No podía dejarla ir así como así! De un salto se levanto y sin pensarlo dos veces, comenzó a empujar a la gente a diestra y siniestra, en búsqueda de la dichosa manzana.
— ¡MUÉVANSE! ¡ABRAN PASO! — Gritaba, cual loca, con el pelo totalmente desordenado y la nariz sangrando. Cualquiera diría que había perdido el juicio. — ¡SUN! ¡DONDE QUIERAS QUE ESTÉS, PERSIGUE ESA MANZANA!

Espero a que la gente se disipara un poco para recién asomar un poco su cabeza entre los brazos.  Cuando vio que nada asechaba su integridad física, se coloco rápidamente de pie y se asomo con total determinación por la puerta, estaba completamente segura de que su plan había funcionado perfectamente, y que la manzana, cual antorcha reluciente del Olimpo, iba a estar ahí como un jugoso trofeo a su espera.  Pero aquel rostro lleno de satisfacción que tenia dando por asentado algo, rápidamente se desfiguro al ver que curiosamente, la manzana no estaba.    No estaba…la manzana no estaba.  SUN pareció desprender el alma de la boca, y se desinflo como un globo, cayendo de rodillas al suelo en estado de shock.  Balbuceaba quien sabe qué, pues no se le entendía nada.

Fue recién cuando escucho los gritos de la rubia, que reacciono, pero no de las mejores de las formas.  Se alzo hecha una furia, casi parecía estar en llamas.  — ¡LOS MATARE! — Empuño sus manos y casi como proyectil se lanzo hacia la gente y estaba tan enceguecida que no noto como la manzana como bala se estampaba contra su frente, haciendo que cayera de espaldas al suelo, totalmente nockeada, mientras la manzana volvía a rebotar contra la multitud.  El mundo le daba vueltas, casi podía notar una docena de estrellitas girando a su alrededor mientras se encontraba bajo una tontera momentánea producto del golpe.  Vaya a saber dónde estaría la mendiga manzana ahora.  Quizás rebotando de persona en persona.
Le tomo unos segundos reaccionar de nuevo, se reincorporo frotándose la cabeza con la diestra.  Enfoco su mirada en aquel pasillo repleto de cosas tiradas, caos del alboroto producido por la estampida.  Solo había un crio, de no más de trece años, regordete, que para SUN, mas era como ver un cochinito de uniforme.   Se tuvo que morder el labio para evitar estallar de risa burlonamente, pero aquello se esfumo cuando vio que este sostenía la manzana y estaba a punto de darle una mordida.  SUN tomo lo primero que encontró en el suelo, un libro de tapa blanda, y lo enrollo, para correr hacia el, y golpearlo con fuerza en la cabeza, obligándolo a soltar la manzana.  — ¡Anda cerdito! La única manzana que vas a comer va a ser la que te ponga para cocinarte en navidad —  Gruño amenazante y el chico salió corriendo por el pasillo chillando, teniendo la imagen de una bruja de cuentos de hadas, imagen perfecta que reflejaba a SUN.

Chasqueo la lengua, y se agacho, tomando la Manzana para limpiarla un poco sobre su ropa, volteando un poco su mirada para tratar de ubicar a su compañera.

Cansada y totalmente agotada, Skyler arrastraba los pies por los pasillos ya vacios, sujetándose apenas con las manos en la pared, jadeante. Su nariz continuaba sangrando un poco a raíz del duro golpe que recibió minutos atrás por culpa de esa manzana. Hablando de esa fruta del demonio… ¿SUN la habrá encontrado ya?
Doblo en una esquina y se encontró una la graciosa imagen de SUN golpeando con la tapa de un libro la cabeza de un pobre muchacho. Y allí, en su boca, estaba la manzana. Un coro de ángeles bajo desde el mismo cielo para tocar una melodiosa y bella sonata en los oídos de Skyler. Cuando los ojos de su compañera se fijaron en los suyos, ella simplemente alzo su pulgar en modo de aprobación, antes de caer al suelo de cara, totalmente agotada.
— Ahora… Puedo descansar en paz. – Murmuro, con unas cuantas lagrimillas en sus ojos — ¿Esa es la luz al final del túnel? ¿Es…Dios? Oh… Que sensación más agradable.

Dramatizando como siempre, obviamente había olvidado el hecho de que le faltaban dos ítems más para completar esta misión y acabar con la pesadilla.
Justo en ese instante, no muy lejos de toda esa situación, una jovencita de alrededor de unos dieciocho años estaba arrodillada en el suelo, nerviosa. Murmuraba cosas incomprensibles a medida que se arrastraba por el suelo, gateando, hasta llegar al lado de Skyler y tirar de su pelo en un movimiento brusco.

— ¡AH!
— ¡W-Waah! ¡L-Lo siento mucho!

La chiquilla, totalmente aterrada, quedo sentada en el suelo. Al ver la sangre en la nariz de la rubia, saco de su bolsillo un pañuelo, ofreciéndoselo. — T-Tenga.
— Oh gracias… — Se sentó en el suelo mientras tomaba el pañuelo, colocándolo debajo de su nariz.— ¿Estas buscando algo? — Ladeo su cabeza, olvidando toda la escenita que acababa de hacer.
— E-Ehm… S-Si, algo así… Estoy buscando mis lentes…

En los ojos de Skyler, se vislumbro un claro destello e inmediatamente, miro a SUN. Cuando la chiquilla desvió la mirada para seguir buscando sus lentes, Skyler volvió a hacerle señas con sus manos. “ENCUENTRA.ESAS.GAFAS.”