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Esta habilidad consiste en transformar su cuerpo en un explosivo, así que no necesitaría de componentes para generar o crear explosivos; por consiguiente, puede manipular libremente esta transformación. Se trata de un rápido incremento en volumen y liberación de energía en manera extrema y veloz a todo su alrededor, o simplemente con la forma del cuerpo de la gunner o con formas redondas que ella es capaz de desligar de su cuerpo a su antojo, lanzándolas por donde desee. Generalmente esto genera un ascenso increíble de temperatura y la liberación de gases letales que traen consecuencias como pérdida de conocimiento o quemaduras leves.

Existen dos variantes: Las explosiones supersónicas, conocidas como detonantes de alto riesgo, viajan excesivamente rápido a través de ondas de choque supersónicas; o también las explosiones subsónicas que solo causan leves quemaduras al objetivo, y son de menos riesgo. En cualquier caso, ella decide qué hacer y cómo será la bomba. Como si cuerpo está equipado para soportar el aumento de energía y las mismas explosiones (volviéndose inamovible a su propio poder), no le afectan en nada —en otra palabras, puede seguir corriendo mientras explota, sin ganarse un game over o descenso de la barra de vida—. Asimismo, cada vez que ejecuta esta habilidad, un brillo oscilando entre blanco y rojizo cubre todo su cuerpo, para luego antojársele dejar atrás una estela de su poder o permitir que un simple roce de cualquier cosa le haga explotar todo a su paso. Las explosiones alcanzan un radio de 30 metros, mientras que los efectos secundarios —ondas expansivas, ráfagas de viento con fuego— afectan las inmediaciones en un aproximado de 25 metros, haciendo un total 55 metros de caos y daño... Aunque, claro, puede reducir todo el daño a pocos metros, especialmente cuando su barra de maná se encuentra baja.